Quizás, quizás

Sin obligaciones ni planes concretos a la vista dirijo la ídem hacia los montes de la comuna de Bunyola, punto de obligado cumplimiento para todo bikero que se precie y además hacia una zona en particular aún no estrenada por la fosforita, hablamos de la cabra, ese sendero escondido en las alturas pero más transitado que Jaume III en la actualidad, cada cual tendrá sus motivos propios para aparecer por allí, unos querrán no hacer pie, otros mejorar sus tiempos y algunos las dos cosas a la vez, yo me conformaría con lo primero, una pasada continuada hasta abajo ya sería la rehostia para mí aunque no me voy nada convencido yendo solo como voy, de todas maneras no avancemos acontecimientos, vamos paso a paso, o pedalada a pedalada mejor expresado.

Tendré que mirar la traza para asegurarme de por donde partí, ahí va, polígono, Indioteria y Son Macià donde parece que han reventado las barreras y los bloques que pusieron para tapar los huecos mientras se van acumulando restos de todo tipo en los alrededores aunque por ahora la barrera sigue abierta tanto en un extremo como en el otro por lo que no tenemos problemas para circular por las fincas. El camí de Muntanya es mi próximo objetivo y después me acercaré a Son Pizá, es la ruta típica y mas directa para acercarnos a Bunyola si exceptuamos la carretera y la que utilizaremos en la mayoría de los casos por poco que nos afecten las noticias de los últimos accidentes ocurridos en esa vía y otras parecidas de la zona, carreteras muy estrechas y sin arcén, sin ningún margen de maniobra en caso de apuro aunque siempre nos va a quedar aún un tramo inexcusable de asfalto de varios kilómetros que nos va a tener en vilo hasta llegar a es Garrigó.

Después nuestros problemas serán otros, que no por tener una pendiente más que suave va a ser un paseo, en realidad no hay descanso en toda la subida y menos si te empeñas en no pasar del 28 atrás, llegará un momento en que te tienes que levantar para recuperar el flujo de sangre en las piernas, juro que había momentos en los que creía que no tenía. Exageraciones aparte, pude llegar vivo a la explanada y veo que está muy concurrida, un numeroso grupo de camisetas naranja fácilmente distinguibles en la lejanía me activan la curiosidad y efectivamente son los que pienso, los maifren casi al completo han querido pasar una buena mañana de mtb igual que yo. Comparto momentos de palique con viejos conocidos y me comentan su ruta, parece que quieren bajar por el bosque encantado para dirigirse después a Santa María, ya sabemos donde, iremos pues cada uno por su lado aunque lo cierto es que aún yo no tengo decidido cuál será la mía.

Se van y yo como y bebo algo y decido que no voy a dar la vuelta entera por la pista si no que voy a atajar aunque sepa seguro que voy a poner pie a tierra en algún punto que la verdad fueron menos de los previstos porque logré dar algunos giros y pasar algunas zonas no tan agraciadas aunque el último tramo inclinado se me sale ya de escala. Ese atajo te deja justo después del cemento de la pista del penyal sin embargo me queda algún rampón que superar antes de llegar a la zona más suave de ese itinerario donde se encuentra el desvío que me interesa, la cabra.

Me calzo las protecciones, espero a ver si se acerca algún bikero con mis mismas intenciones y me activa el modo comparativa pero los únicos que pasan siguen camino por la pista, parece que tendré que bajar solo, no es que me asuste pero sé que voy a ir menos motivado, vamos a ver si las dificultades me van activando la adrenalina. Parece que sí pero ni mucho menos para calificar el papel de al menos digno, voy bajando, no digo que no pero sin florituras, hasta que llego al punto en cuestión, la entrada de la losa y ahí se me caen los papeles y paso el tramo de la peor manera posible, andando, y mira que he probado combinaciones, de través hacia el pino, que de hecho ha sido la que me ha dado resultado en alguna ocasión; de través hacia la mata, esa no, en el giro me trababa y de frente es la que más me impone no pudiendo poner ya la excusa de las posibilidades de la bici; también bajando el escalón a pata y empezando a montar desde allí me ha ido bien, pero la verdad es que tiene que ser mental, no queda otra.

Hago la vuelta hacia el depósito donde me cruzo con otro que está contemplando el paisaje y sin parar me dirijo hacia la bajada de Son Pou sin estar seguro de lo que va a poner el letrero aunque estoy casi convencido que desde junio ya se podía pasar (eso quiere decir que hacía mucho tiempo que no iba por allí) y efectivamente se puede bajar, de hecho al llegar veo, u oigo mejor dicho, a un par que se acaban de tirar, ahí sí voy a activar el modo persecución, al menos de principio ya que que si en algunos minutos no los alcanzo ya doy el tema por perdido.

Salgo pues y hago el tramo perteneciente a la comuna buscando el acomodo de la bici y calibrando frenos, con las gomas y la presión actuales voy bastante confiado así que me centro solo en el camino buscando la trazada perfecta y cuando llego al inicio del camino de carro me encuentro a uno parado, un maifren, sorpresa porque había entendido que bajarían por otro lado pero no me entretengo en averiguarlo, retengo lo justo para preguntar si necesita ayuda y me dice algo de un golpe pero no me reclama más atención así que continúo y no mucho más abajo pillo a dos más que al notar mi presencia me dejan pasar, tampoco necesitan ayuda, solamente que no les empujen por detrás y prosigo la bajada sin incidencias hasta la curva de las piedras donde quiero seguir empeñado en no querer hacerla bien y menos en el paso del pino donde quedó la bici por un lado y yo por el otro, la verdad es que no es fácil ese lance, al menos para mí.

Creo que ya no vi a nadie más hasta abajo donde efectivamente estaba todo el grupo y me confirmaron que habían hecho exactamente la misma ruta que yo, se ve que el que me contó sus previsiones no lo tenía nada claro, quizás si no hubiera enredado en la entrada de la cabra los hubiera pillado allí y la película hubiera sido diferente, no se sabe, quizás hubiera podido rodar otros planos del intento de entrada en la losa y alcanzar el éxito en alguno de ellos, quizás, quizás.


No hay comentarios :

Publicar un comentario