Moletear debería existir

Quedaron temas pendientes de la salida de hace 2 semanas, normal si vas de tanto en cuando que no te acuerdes de todo lo que quisieras y cuando vas pasando por los sitios te van viniendo a la memoria los detalles importantes, por eso quisimos volver a la moleta de Pastoritx (¿a qué vendrá el diminutivo?) pero esta vez aumentando la dificultad y adentrándonos en plena Serra de Son Moragues aunque sin querer dominarla en toda su extensión, subiremos por el camí des Caragol desde la font des Polls por lo que deberemos afrontar con decisión las rampas por las que deberemos circular.

Esta vez, y previendo las más que probables paradas en el recorrido, decidimos empezar desde Valldemossa. Somos tres, Miquel Angel, Sito y yo pero comprobamos que no seremos los únicos en tener la misma idea inicial, Fibras, Tomeu, Rolh junto con un animado Torito aparecen un poco más tarde, ellos seguirán aún más arriba, hacia el camí de s’Arxiduc para realizar la bajada larga hasta Deià por lo que podemos compartir compañía y recorrido hasta la fuente donde nos separaremos. Ellos conocen bien la bajada de la sierra pero yo voy menos por allí aunque me acuerdo de varios puntos importantes a tener en cuenta pero no me quiero preocupar aún por ese tema, prefiero centrarme en saborear los detalles del camino que vamos recorriendo, en gran parte andando pero también montando donde se puede.

Realmente no tardamos mucho en llegar al cruce y me dieron ganas de seguir subiendo al menos hasta la paret de partió desde donde podríamos volver para hacer la bajada completa, si entendemos como tal donde efectivamente existe camino pero no quise introducir esa posibilidad en ese momento y lo que hicimos fue comenzar a bajar desde allí. Paramos en el primer hito que encontramos pero tras unos minutos de recorrer ese sendero no me pareció que fuera el más transitado por lo que volvimos atrás hasta el camino principal por el que seguimos bajando atentos a las marcas, que no tardaron en aparecer pero aún sabiendo casi seguro que era por allí (la presencia de un corredor también lo corroboraba) decidimos continuar por el camino para comprobar qué de bueno nos podía deparar. La pared divisoria no está lejos lo que implica el final del trazado como tal pero en la otra vertiente es muy probable que exista una continuación, mucho menos clara y poco señalizada pero factible al fin y al cabo, y decidimos seguirla, imposible circular, debemos bajar rápidamente de altitud y una pendiente de tierra, limpia de rocas y recubierta de hojarasca, es lo mejor que se nos presenta y no tardamos en enlazar con otro camino de carro que discurre muy cerca de la balconada natural de la sierra y del que me acuerdo instantáneamente por lo que también estoy seguro de que es allí donde enlaza el sendero que no hemos querido tomar y que seguramente no nos habría obligado a bajar de la bici, (quizás solamente para atravesar la pared) y efectivamente allí está, solo hay que querer verlo.

Bajada rápida y divertida hasta el cruce con la pista de Pastoritx, estamos en territorio recorrido hace dos semanas y debería ser capaz de encontrar los senderos que se dirigen a las cimas de esa parte de la montaña y creo ver uno que sale junto al mismo porxo pero al siguiente no lo vi y lo sitúo muy cerca del coll de tords pero preferimos repetir el recorrido hasta el mirador y más allá. Tras la parada estamos todos muy animados para afrontar la bajada y a poder ser, mejorarla, y estoy convencido de que eso es lo que sucederá y fue allí donde nos topamos con un grupo de senderistas que subían, era el mismo grupo del Bunyolí y paramos un ratito para saludar a las conocidas y también al resto, claro, tras lo cual reanudamos la bajada hasta la pared con muy buen sabor final aunque ahora no vamos a pecar de novatos y la saltaremos por el botador de piedra para continuar al otro lado como si nada hubiera pasado.

No vi tan claro el cruce como cuando vienes de Raixeta y me lo pasé por lo que tuvimos que recular unos metros para pasar por la fuente y desembocar en la pista de Son Verí unos minutos más tarde. Nos queda solo la guinda final hasta la carretera por lo que a bajadas se refiere y la sentí especialmente bien, ruta completada con notable satisfacción por lo que la subida hasta la Cartuja no debería trastornarnos en absoluto, allí hicimos un cambio de bici, quería ver si era capaz de notar diferencias entre desarrollos, de llevar un 30-46 a un 28-50 y además con plato ovalado pero la verdad es que con tan poca distancia no noté diferencias, quizás en una ruta completa mis sensaciones finales fueran diferentes pero ya digo que con ese fugaz test no fui capaz de notarlas.

Y fin, yo contento, los compañeros igual o más que yo, nadie herido o golpeado, las máquinas intactas, yo creo que solo puede significar que hemos pasado un gran día.


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