Tras algunas conversaciones entre semana Sito y yo quedamos en ir a rodar por Pastoritx aunque sin un plan muy concretado, Raixeta seguro pero más allá la certeza no estaba clara, mola? Son Verí?, la comuna quizás o puede que el camí de s’Escolta? Nadie lo sabía y tampoco generaba mucha preocupación esa incertidumbre, total solamente éramos tres porque también se apuntó Cristóbal a la fiesta.
Para intentar ganar algunos minutos al crono sin tener que darse el madrugón del siglo cogimos el metro para llegar a la UIB como señoritos y solamente tenemos que cruzar la carretera para meternos en un camino transversal que nos plante en el camí de Passatemps en unos pocos minutos y una vez allí poder decir que empezamos la ruta como tal aunque aún nos falte un pequeño trayecto de asfalto hasta llegar a la zona de tierra del itinerario, el cual nos deja en Son Termens y desde allí volvemos a circular por carretera hasta la rotonda y luego hasta el desvío de Raixa, que gusto da poder abrir de una vez las suspensiones!.
Indecisión en la elección del primer tramo, camino viejo completo con su piso de piedras o por la pista plana de abajo, ganan los de arriba y aunque intentamos llegar a Raixeta por un desvío tuvimos que volver atrás al no poder pasar por mor de los árboles caídos, lo que no sabíamos en esos momentos es que era un preludio bastante exacto de lo que nos iba a encontrar más adelante. El siguiente en tumbar fue uno de los dos lledoners de la clastra que aún se mantenía en pie completo afeando aún más el conjunto, no dan ganas ni de pasar. Pronto nos fuimos dando cuenta del desastre, los troncos aparecen rotos por la mitad dentro de una franja muy clara del bosque y han caído por doquier aunque ya han pasado las brigadas para ir abriendo paso que no limpieza, si ya de por sí no era muy amigable el recorrido ahora aún menos.
Celebramos pasar el portillo porque allí se encuentra el último tronco que nos encontramos y podemos ir a buscar ya el desvío pedaleando. Por allí es donde tenía las dudas Sito, contaba algo de un camino que iba a Bunyola, yo estaba seguro de que la confusión era más que evidente pero no me quise mojar hasta no haber recorrido el último metro siguiendo las indicaciones, se trata de seguir la pista en lugar de atravesar el torrente lo que obliga a subir andando y empujando, eso que te ahorras, pero lo que yo realmente quería comprobar era si podíamos acceder fácilmente a las pistas siguiendo recto en el siguiente desvío, sobre el mapa me pareció muy evidente pero sobre el terreno la cosa suele ser muy diferente y tardamos bastantes minutos en encontrarla por lo que esta opción se descarta por sí sola aunque al final sí tomamos un tramo de sendero que creíamos era el correcto pero en la pista nos encontramos el letrero del desvío de espaldas, lo que dejaba nuestros experimentos en mal lugar.
Subamos, y tras algunas dudas añadidas logramos enfilar el ramal correcto que sube a la mola y como era de esperar nos puso firmes a las primeras de cambio, ellos no lo conocían pero yo sabía que de la primera curva después de la tirada de cemento no pasaría, como así fue, aunque imposible no es, pero las curvas finales te ponen en tu sitio quieras o no, menos mal que la novedad pudo más que la dificultad de realizarla montado y nos mantuvo entretenidos hasta llegar arriba donde nos encontramos a dos excursionistas que venían desde lo alto y que andaban algo perdidas y tampoco parece que las dejara muy convencidas porque después de aclarar que no querían ir a Pastoritx para allá que se fueron.
Recordaba vagamente esos tramos, me acordé del porxo en cuanto lo vi pero poco más, por eso iba casi tan sorprendido como ellos durante todo el trayecto, que es cuesta arriba, todo hay que decirlo, pero bastante llevadero. Se suponía que íbamos a llegar a un mirador pero en el coll de tords tuvimos que parar para llevarnos algo al estómago, ya flaqueaba, y llegamos a la explanada de la miranda unos minutos más tarde y ahí volvimos a parar porque no queda más remedio ante esa sensación de vacío que te causa la visión del pueblo a tus pies y rematado por el techo de nubes a nuestra misma altura, de ahí no quieres partir pero no queda más remedio y aunque adivinas la dirección no así el sendero porque prácticamente es inexistente pero la situación es acorde con lo poco que podía recordar aunque preferí dar un garbeo sin bici para no tener que transportarla más de la cuenta, de todas maneras no me hicieron falta más que unos pocos minutos para llegar a buen puerto y volver atrás a buscar máquina y compañeros para mostrarles el camino correcto, correcto pero con matices porque no me acabo de creer que sea éste el itinerario más utilizado si lo que se quiere es una tirada directa sobre la bici, pero de eso nos ocuparemos otro día, ahora vamos a empezar a bajar sin demora por un camino sin prácticamente pasos técnicos pero con una dificultad añadida para mí, están contraperaltadas todas las curvas a derechas y con un piso tan liso me fui de largo en casi todas, las de izquierda al menos te ayudan a seguir en la trayectoria, y así, de esta guisa, conseguimos llegar abajo, hasta la pared donde ya metidos en el ajo de lleno tiramos por la pista a toda mecha hasta que me di cuenta de que algo no iba bien, valle a la derecha y de reojo vislumbré unos edificios conocidos, VOLVEMOS A PASTORITX!!!, ¿qué hacemos? Estamos totalmente fuera de rumbo ¿volvemos o qué? No vale la pena, pisaremos el track de vuelta por el torrente, queda feo sobre el papel pero era lo más sensato y en el fondo tienes la excusa perfecta para volver otro día, y eso hacemos no sin antes volver a marcar otra pifia en el gps antes de dar con la línea correcta, quien mire bien esa traza no va a poder evitar una sonrisa complaciente al ver todas las meteduras de pata pero una vez enfilados nada nos paró hasta Raixa, hasta los obstáculos del torrente parecían menores y pedaleamos con ahínco todo lo que pudimos y más.
Cruzamos Raixeta por la clastra pero solo el mínimo tiempo necesario para saludar a toda la peña allí congregada y al final bajé solo porque me entretuve en ponerme en marcha no me acuerdo porqué y se piraron sin mí y además se fueron por abajo y se pararon a esperar por lo que llegué antes que ellos al aparcamiento. Media hora teníamos para llegar a Palma, no me extraña que hiciéramos PR en la recta, nos separamos en la rotonda, ellos tiraron recto y yo me fui por el camí de sa Fita hacia la Indioteria y el Vivero que me viene más directo y pensando ya en la próxima, que ya es agua pasada por cierto, solo queda el plasmarla en texto para poder compartirla.
Para intentar ganar algunos minutos al crono sin tener que darse el madrugón del siglo cogimos el metro para llegar a la UIB como señoritos y solamente tenemos que cruzar la carretera para meternos en un camino transversal que nos plante en el camí de Passatemps en unos pocos minutos y una vez allí poder decir que empezamos la ruta como tal aunque aún nos falte un pequeño trayecto de asfalto hasta llegar a la zona de tierra del itinerario, el cual nos deja en Son Termens y desde allí volvemos a circular por carretera hasta la rotonda y luego hasta el desvío de Raixa, que gusto da poder abrir de una vez las suspensiones!.
Indecisión en la elección del primer tramo, camino viejo completo con su piso de piedras o por la pista plana de abajo, ganan los de arriba y aunque intentamos llegar a Raixeta por un desvío tuvimos que volver atrás al no poder pasar por mor de los árboles caídos, lo que no sabíamos en esos momentos es que era un preludio bastante exacto de lo que nos iba a encontrar más adelante. El siguiente en tumbar fue uno de los dos lledoners de la clastra que aún se mantenía en pie completo afeando aún más el conjunto, no dan ganas ni de pasar. Pronto nos fuimos dando cuenta del desastre, los troncos aparecen rotos por la mitad dentro de una franja muy clara del bosque y han caído por doquier aunque ya han pasado las brigadas para ir abriendo paso que no limpieza, si ya de por sí no era muy amigable el recorrido ahora aún menos.
Celebramos pasar el portillo porque allí se encuentra el último tronco que nos encontramos y podemos ir a buscar ya el desvío pedaleando. Por allí es donde tenía las dudas Sito, contaba algo de un camino que iba a Bunyola, yo estaba seguro de que la confusión era más que evidente pero no me quise mojar hasta no haber recorrido el último metro siguiendo las indicaciones, se trata de seguir la pista en lugar de atravesar el torrente lo que obliga a subir andando y empujando, eso que te ahorras, pero lo que yo realmente quería comprobar era si podíamos acceder fácilmente a las pistas siguiendo recto en el siguiente desvío, sobre el mapa me pareció muy evidente pero sobre el terreno la cosa suele ser muy diferente y tardamos bastantes minutos en encontrarla por lo que esta opción se descarta por sí sola aunque al final sí tomamos un tramo de sendero que creíamos era el correcto pero en la pista nos encontramos el letrero del desvío de espaldas, lo que dejaba nuestros experimentos en mal lugar.
Subamos, y tras algunas dudas añadidas logramos enfilar el ramal correcto que sube a la mola y como era de esperar nos puso firmes a las primeras de cambio, ellos no lo conocían pero yo sabía que de la primera curva después de la tirada de cemento no pasaría, como así fue, aunque imposible no es, pero las curvas finales te ponen en tu sitio quieras o no, menos mal que la novedad pudo más que la dificultad de realizarla montado y nos mantuvo entretenidos hasta llegar arriba donde nos encontramos a dos excursionistas que venían desde lo alto y que andaban algo perdidas y tampoco parece que las dejara muy convencidas porque después de aclarar que no querían ir a Pastoritx para allá que se fueron.
Recordaba vagamente esos tramos, me acordé del porxo en cuanto lo vi pero poco más, por eso iba casi tan sorprendido como ellos durante todo el trayecto, que es cuesta arriba, todo hay que decirlo, pero bastante llevadero. Se suponía que íbamos a llegar a un mirador pero en el coll de tords tuvimos que parar para llevarnos algo al estómago, ya flaqueaba, y llegamos a la explanada de la miranda unos minutos más tarde y ahí volvimos a parar porque no queda más remedio ante esa sensación de vacío que te causa la visión del pueblo a tus pies y rematado por el techo de nubes a nuestra misma altura, de ahí no quieres partir pero no queda más remedio y aunque adivinas la dirección no así el sendero porque prácticamente es inexistente pero la situación es acorde con lo poco que podía recordar aunque preferí dar un garbeo sin bici para no tener que transportarla más de la cuenta, de todas maneras no me hicieron falta más que unos pocos minutos para llegar a buen puerto y volver atrás a buscar máquina y compañeros para mostrarles el camino correcto, correcto pero con matices porque no me acabo de creer que sea éste el itinerario más utilizado si lo que se quiere es una tirada directa sobre la bici, pero de eso nos ocuparemos otro día, ahora vamos a empezar a bajar sin demora por un camino sin prácticamente pasos técnicos pero con una dificultad añadida para mí, están contraperaltadas todas las curvas a derechas y con un piso tan liso me fui de largo en casi todas, las de izquierda al menos te ayudan a seguir en la trayectoria, y así, de esta guisa, conseguimos llegar abajo, hasta la pared donde ya metidos en el ajo de lleno tiramos por la pista a toda mecha hasta que me di cuenta de que algo no iba bien, valle a la derecha y de reojo vislumbré unos edificios conocidos, VOLVEMOS A PASTORITX!!!, ¿qué hacemos? Estamos totalmente fuera de rumbo ¿volvemos o qué? No vale la pena, pisaremos el track de vuelta por el torrente, queda feo sobre el papel pero era lo más sensato y en el fondo tienes la excusa perfecta para volver otro día, y eso hacemos no sin antes volver a marcar otra pifia en el gps antes de dar con la línea correcta, quien mire bien esa traza no va a poder evitar una sonrisa complaciente al ver todas las meteduras de pata pero una vez enfilados nada nos paró hasta Raixa, hasta los obstáculos del torrente parecían menores y pedaleamos con ahínco todo lo que pudimos y más.
Cruzamos Raixeta por la clastra pero solo el mínimo tiempo necesario para saludar a toda la peña allí congregada y al final bajé solo porque me entretuve en ponerme en marcha no me acuerdo porqué y se piraron sin mí y además se fueron por abajo y se pararon a esperar por lo que llegué antes que ellos al aparcamiento. Media hora teníamos para llegar a Palma, no me extraña que hiciéramos PR en la recta, nos separamos en la rotonda, ellos tiraron recto y yo me fui por el camí de sa Fita hacia la Indioteria y el Vivero que me viene más directo y pensando ya en la próxima, que ya es agua pasada por cierto, solo queda el plasmarla en texto para poder compartirla.
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