Si habíamos comenzado por Bunyolí sigamos por allí y procuremos aprovechar el momento para introducir alguna variante o al menos intentarlo porque hará falta algo de exploración, lo que conlleva muchas veces algo de suerte también para rematar la faena por completo. Haremos otra subida clásica de acercamiento a las antenas, esto es, Bunyolí y Sobremunt por la vía directa y rematar con la última ascensión por asfalto hasta lo alto. Me pasó uno en la primera subida al que perdí pronto de vista y al acercarme a la cadena oía a bastante gente pero solo me dio tiempo a ver a uno que salía cuando yo llegué y pasé de perseguirle así que descansé unos minutos sin ninguna prisa y a eso que se presentan tres bikeros con sendas Orbeas que hubiera estado bien que continuaran subiendo, por lo de la grupeta me refiero, pero se fueron hacia abajo, según ellos a la interminable mientras que yo continué hacia arriba ya sin compañía.
Tiré por el camino de tierra y enfilé la última parte de subida sin ver nadie y es porque estaban todos delante, me encontré un numeroso grupo estacionado en la explanada, algunos con un maillot muy reconocible, TT, aunque había de todo tipo, hasta algunos que visitaban el lugar por primera vez. Esperé que se marcharan casi todos para empezar a rodar y me fui encontrando a los que estaban esperando a los más rezagados hasta volver a toparme con todo el grupo al finalizar la parte de subida, ahí no paré, tenía que encontrar un camino nuevo y por si acaso preferí seguir, de todas maneras estaban bastante ensimismados en sus cosas como para darle palique a un desconocido.
Me pasé de frenada pese a saber exactamente donde me tenía que desviar y no me convencí plenamente de ello hasta llegar a la explanada de la ermita vella que es cuando empezaron a llegar los que había dejado atrás pero con cuentagotas y pese a lo que tuve que desandar no llegaron a pasar más de 5 o 6, o conté muy mal o quedaban aún bastantes por llegar, muy raro me pareció que el grupo rodara tan espaciado.
Ahora sí iba a enfilar por la dirección correcta y enseguida apareció la senda requerida, bien porque ya tiene una rodada marcada, bien porque hay hitos, tenemos claro quienes son los autores de unas marcas y otras porque no está tan claro de primeras que por allí exista un camino como tal, a trocha podríamos llegar pero no hay indicios de construcción en ninguna parte, lo que sí es cierto es que llegamos a algún sitio, un rancho de carbonero bastante completo aparece por lo tanto la senda ha debido existir en algún momento para dar servicio al complejo, el problema es encontrarla después, hubiera jurado que se dirigía hacia la paret de partió la cual tiene evidencias de paso en algunos puntos pero no hay nada claro, de hecho tampoco llegué a enlazar con el otro camino de bajada y volví al rancho a comer algo antes de desfallecer en medio del monte.
Faena a medias por no llegar a unir convenientemente los dos itinerarios, de hecho después vi que tenía que haber subido aún más desde el rancho pero en el lugar no me pareció lo más idóneo ya que el bosque se interrumpe por una pared rocosa aunque es lo correcto y además en la bajada tampoco accedí al camino principal por el mismo sitio que lo había abandonado, depende de donde vengas empiezas por un desvío o por otro.
Ahora sí podía volver ya a la ermita siguiendo a continuación por una de las bajadas que van a parar a la pista encontrándola ya muy marcada por el paso de bicis y con trazadas alternativas en muchas de las curvas evidenciando que los retos a superar más parecen de cronometraje que de técnica, y de resultas, erosión pura y dura.
Vuelta por Son Malferit con más tráfico senderista del habitual (debería darse en primavera) y con una falta de mantenimiento del camino que empieza a ser preocupante, los tramos de bajada están hechos unos zorros, y peligrosos también como te despistes lo más mínimo.
ChatGPT al quite
El texto describe una experiencia de ciclismo de montaña en la zona de Bunyolí, donde el autor explora varias rutas y se encuentra con diferentes grupos de ciclistas. Comienza subiendo por una ruta clásica y luego se aventura en caminos menos conocidos, encontrándose con obstáculos y desafíos en el camino. A pesar de perderse en ocasiones y enfrentarse a dificultades técnicas, logra disfrutar del paisaje y de la emoción de la exploración. Sin embargo, también destaca problemas como la falta de mantenimiento de los caminos, lo que puede hacer que algunas secciones sean peligrosas.
Tiré por el camino de tierra y enfilé la última parte de subida sin ver nadie y es porque estaban todos delante, me encontré un numeroso grupo estacionado en la explanada, algunos con un maillot muy reconocible, TT, aunque había de todo tipo, hasta algunos que visitaban el lugar por primera vez. Esperé que se marcharan casi todos para empezar a rodar y me fui encontrando a los que estaban esperando a los más rezagados hasta volver a toparme con todo el grupo al finalizar la parte de subida, ahí no paré, tenía que encontrar un camino nuevo y por si acaso preferí seguir, de todas maneras estaban bastante ensimismados en sus cosas como para darle palique a un desconocido.
Me pasé de frenada pese a saber exactamente donde me tenía que desviar y no me convencí plenamente de ello hasta llegar a la explanada de la ermita vella que es cuando empezaron a llegar los que había dejado atrás pero con cuentagotas y pese a lo que tuve que desandar no llegaron a pasar más de 5 o 6, o conté muy mal o quedaban aún bastantes por llegar, muy raro me pareció que el grupo rodara tan espaciado.
Ahora sí iba a enfilar por la dirección correcta y enseguida apareció la senda requerida, bien porque ya tiene una rodada marcada, bien porque hay hitos, tenemos claro quienes son los autores de unas marcas y otras porque no está tan claro de primeras que por allí exista un camino como tal, a trocha podríamos llegar pero no hay indicios de construcción en ninguna parte, lo que sí es cierto es que llegamos a algún sitio, un rancho de carbonero bastante completo aparece por lo tanto la senda ha debido existir en algún momento para dar servicio al complejo, el problema es encontrarla después, hubiera jurado que se dirigía hacia la paret de partió la cual tiene evidencias de paso en algunos puntos pero no hay nada claro, de hecho tampoco llegué a enlazar con el otro camino de bajada y volví al rancho a comer algo antes de desfallecer en medio del monte.
Faena a medias por no llegar a unir convenientemente los dos itinerarios, de hecho después vi que tenía que haber subido aún más desde el rancho pero en el lugar no me pareció lo más idóneo ya que el bosque se interrumpe por una pared rocosa aunque es lo correcto y además en la bajada tampoco accedí al camino principal por el mismo sitio que lo había abandonado, depende de donde vengas empiezas por un desvío o por otro.
Ahora sí podía volver ya a la ermita siguiendo a continuación por una de las bajadas que van a parar a la pista encontrándola ya muy marcada por el paso de bicis y con trazadas alternativas en muchas de las curvas evidenciando que los retos a superar más parecen de cronometraje que de técnica, y de resultas, erosión pura y dura.
Vuelta por Son Malferit con más tráfico senderista del habitual (debería darse en primavera) y con una falta de mantenimiento del camino que empieza a ser preocupante, los tramos de bajada están hechos unos zorros, y peligrosos también como te despistes lo más mínimo.
ChatGPT al quite
El texto describe una experiencia de ciclismo de montaña en la zona de Bunyolí, donde el autor explora varias rutas y se encuentra con diferentes grupos de ciclistas. Comienza subiendo por una ruta clásica y luego se aventura en caminos menos conocidos, encontrándose con obstáculos y desafíos en el camino. A pesar de perderse en ocasiones y enfrentarse a dificultades técnicas, logra disfrutar del paisaje y de la emoción de la exploración. Sin embargo, también destaca problemas como la falta de mantenimiento de los caminos, lo que puede hacer que algunas secciones sean peligrosas.
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