Hasta abajo

Opté por la seguridad del arcén para llegar a Bunyola, lo de la seguridad es ciertamente muy relativo cuando se trata de circulación motorizada pero comparar ese trayecto con el de Santa María no tiene color aunque desde la rotonda en adelante volvemos al mismo dilema, hay que confiar en que los que vienen por detrás te vean y te esquiven, lo cual desgraciadamente no ha sido así en todas las ocasiones, no vamos a recordar aquí y ahora todos los obituarios publicados, todos tenemos alguno en mente sin necesidad de ahondar más en la lacra y desde luego es una de las razones, sino la principal, por la que no siento ninguna afinidad por el ciclismo de carretera.

Es un alivio desviarse por el Garrigó y saber que vas a comenzar en breves minutos el ascenso a la Comuna, antes toca parar un momento a recomponerse y pensar un poco en como quieres afrontar ese reto, ¿bajo qué óptica vas a afrontarlo? ¿vas a mantener un ritmo de pedalada constante o por el contrario vas a tirar fuerte a ver hasta dónde llegas antes de petar? Y son solo unas maneras posibles pero yo lo tengo claro, un piñón fijo más un ritmo constante y si este decae, recuperar y volver a empezar, y en este día lo llevé bastante bien hasta el desvío del Penyal, y sigo sin decidirme a meterme por el comellar.

Prueba de fuego en la dressera donde me quemé (pero poco) y seguimos hacia lo alto compartiendo camino con otro bikero que parece siguió por la pista mientras que yo me paré para colocarme las protecciones, quería hacer la cabra y más allá, lo que se presta a algún juego de palabras con lo de hacer el cabra pero no tiene nada que ver una cosa con otra. Quién haga ese itinerario debería complementarlo a ser posible con la bajada final a ses Covasses, algo menos técnica y exigente que la primera parte y donde prima más la velocidad, lo que pasa es que después tenemos la larga subida hasta la pista superior que a más de uno le va a sobrar y eso condiciona en ocasiones para tomar el recorte directo al depósito ya que tiene un tramito de bajada bastante divertido y mucha menos subida.

En este caso preferí el recorrido largo girando a la izquierda para acabar en el camino que enlaza el final de la pista con el coll d’Honor, muy olvidado por mi parte, por cierto, y hacer la bajada completa hasta encontrar la pista que como he comentado antes toca subirla y si la tomamos como un intermedio justo y necesario no tendremos problemas para superarla. Nos toca llegar al inicio marcado de la bajada de Son Pou aunque preferí marcar el camino de carro existente que empieza un poco antes aunque creo que se trata de un camino interior comunal por lo que solo resulta diferencial a efectos estéticos.

Buena bajada con mejores sensaciones que por otra parte no se tradujeron en una mejora del crono personal de ese tramo pero hubiera jurado lo contrario, de hecho solo hubo unos segundos de diferencia entre la mejor bajada y esta con lo que me tengo que dar por satisfecho me parece a mí, habré llegado a mi tope asumible, pues, qué le vamos a hacer, pero mientras pueda saborearlo y contarlo, lo dicho, me doy por satisfecho. Ahí queda eso.


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