Lo que tenía que ser una ruta de transición en un día de guardia se acabó torciendo precisamente por esa circunstancia y aunque al final no tuve que intervenir directamente me trastocó los planes, de hecho en la traza se aprecian si uno se fija bien las idas y venidas que sin una debida explicación no tienen razón de ser y más me fastidió que estando parado atendiendo las llamadas me pasara por delante un numeroso grupo de bikeros que conocía y hubiera podido acoplarme al menos hasta Bunyola y tuve que dejar pasar sin casi ni saludar, digo casi porque Luque si se acercó y pudimos intercambiar unas palabras.
Había llegado hasta allí por Son Macià, edificio que parece que está en pleno proceso de reforma, a saber el final. El pasado reciente de esta finca está ligado a la posible urbanización de parte de sus terrenos, los colindantes con la autopista que tienen (o tenían) carácter urbanizable y se pretendía levantar allí un centro comercial que se fue al traste por unos cambios de normativa autonómicos y la propiedad acabó en manos de la Sareb, asimismo las casas fueron tomadas por algunos “inquilinos” y entre una cosa y otra han acabado en un estado deplorable lo que ha llevado a algunos grupos políticos a plantear algunas soluciones a nivel local o autonómico que se ve que no han llegado a buen término porque simplemente se ha vendido la finca a unos inversores extranjeros, cómo no, para coliving, dicen, que debe ser como una residencia de estudiantes pero sin estudiantes. He visto que alguna empresa del sector ofrecen junto a las excelencias de las zonas comunes de su edificio, playa, será por el efecto psicológico, digo yo.
El tema es que el camino principal pasa justo por delante de las casas y eso puede ser un problema cuando el negocio esté en funcionamiento pero justamente en esta ocasión quería ver si era posible circular desde la Indioteria hasta la salida pegado a la linde de la autopista y parece ser que sí, en la zona urbanizada existe un amplio corredor entre los muros y el talud y después también se puede, ya se ha marcado un sendero peatonal coincidiendo prácticamente con los límites de la finca en cuestión y la siguiente por lo que en teoría no deberíamos tener ningún problema para recorrerlo.
Las incidencias laborales me impidieron disfrutar del paseo posterior, hubo idas y venidas hasta que no me quedó más remedio que volver a toda leche (es un decir) por carretera hasta casa para poder atender debidamente a la cliente y solucionar el tema, al final unos resignados y otros contentos.
Había llegado hasta allí por Son Macià, edificio que parece que está en pleno proceso de reforma, a saber el final. El pasado reciente de esta finca está ligado a la posible urbanización de parte de sus terrenos, los colindantes con la autopista que tienen (o tenían) carácter urbanizable y se pretendía levantar allí un centro comercial que se fue al traste por unos cambios de normativa autonómicos y la propiedad acabó en manos de la Sareb, asimismo las casas fueron tomadas por algunos “inquilinos” y entre una cosa y otra han acabado en un estado deplorable lo que ha llevado a algunos grupos políticos a plantear algunas soluciones a nivel local o autonómico que se ve que no han llegado a buen término porque simplemente se ha vendido la finca a unos inversores extranjeros, cómo no, para coliving, dicen, que debe ser como una residencia de estudiantes pero sin estudiantes. He visto que alguna empresa del sector ofrecen junto a las excelencias de las zonas comunes de su edificio, playa, será por el efecto psicológico, digo yo.
El tema es que el camino principal pasa justo por delante de las casas y eso puede ser un problema cuando el negocio esté en funcionamiento pero justamente en esta ocasión quería ver si era posible circular desde la Indioteria hasta la salida pegado a la linde de la autopista y parece ser que sí, en la zona urbanizada existe un amplio corredor entre los muros y el talud y después también se puede, ya se ha marcado un sendero peatonal coincidiendo prácticamente con los límites de la finca en cuestión y la siguiente por lo que en teoría no deberíamos tener ningún problema para recorrerlo.
Las incidencias laborales me impidieron disfrutar del paseo posterior, hubo idas y venidas hasta que no me quedó más remedio que volver a toda leche (es un decir) por carretera hasta casa para poder atender debidamente a la cliente y solucionar el tema, al final unos resignados y otros contentos.
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