La Fita estaba oscura hoy

Como no acabé de cascarme ayer del todo he decidido acompañar a Yarik para hacernos una cubana los dos (cada uno la suya, no me seáis malpensados) esta mañana. Para los puristas diré que se trata de la Ruta 02 de mi e-libro. Para los demás, la cubana.

Me he levantado a las ocho y el día clareaba en Palma y no llovía. Le he llamado y hemos quedado cerca de su casa. Nadie más ha llamado para acompañarnos así que nos hemos encaminado hacia Bunyolí. Este camino va cambiando cada pocos días. Se están haciendo muchos trabajos forestales (tala de pinos, por lo que he podido ver) cuya consecuencia es que el bosque se va clareando y parece más espacioso. Además, esta actividad produce mucho resto orgánico que se va acumulando sobre el camino dificultando el pedaleo. Esta noche se ve que ha llovido bastante y se veía claramente por donde ha circulado el agua, aunque, por otra parte, esos restos protegen el piso e impide que se formen roderas al arrastrar el agua la tierra.

Al único que hemos visto por allí ha sido un oscuro que venía de la trialera y que no ha vuelto a subir (inconvenientes de la oscuridad). Sin apretar mucho hemos subido hasta las antenas donde me he comido la segunda (y última) barrita que llevaba porque creo que me empujaba más el hambre que las piernas. En cambio el sábado no comí nada y no pasé hambre. Allá arriba el tiempo era completamente diferente, todo tapado por las nubes y no se veía a unas decenas de metros. No me acababa de convencer el asunto ya que las piedras estarían húmedas y no es que me encante esta circunstancia, pero de perdidos al río, aunque a la vez estaba ansioso de comprobar si sería capaz de recorrer ese tramo sin incidencias. Con un poco de reserva lo he acometido, aunque pronto he visto que se hacía más que asumible, pudiendo conservar la trazada y la verticalidad sin mayores contratiempos. Cosa de la que me he sentido reconfortado porque he hecho progresos desde la última vez que pasé.

Sin novedad hemos llegado a los zigzags de subida y ha sido donde la patilla de Yarik ha petado, llevándose hasta un trozo de puntera del cuadro. Llevaba quejándose del funcionamiento del cambio desde hacia varios días ya que cada cambio de piñón era un concierto de cadena. Lo que me ha extrañado es el tamaño y colocación de los tornillos que la sujetan. Muy pequeños y uno de ellos muy cerca del borde y justo en el extremo de la puntera. Menos mal que llevaba una de repuesto y aunque quedara sujeta solamente con un tornillo ha dejado el cambio perfectamente ajustado y centrado. Le he recomendado que taladrara puntera y patilla y le pusiera un tornillo pasante con tuerca para fijar bien la patilla.

Apañada la cosa hemos llegado a la ermita sin contratiempos. No he tenido ningún resbalón de importancia, también porque bajaba con más prevención que de costumbre. Si os habéis fijado, un poco antes de llegar a la ermita, se pasa por una explanada donde está ubicada la ermita vieja. Al parecer se desarrolla un programa para su rehabilitación, pero puede que tardemos aún muchos años en ver los resultados vistas las condiciones de la convocatoria.

Mientras discutíamos la ruta a seguir, han llegado más oscuros. Han dicho algo del Bunyolí, de un torrente que había que subir andando...; en fin, que no me he aclarado de dónde venían. Hemos tirado por la ruta corta, el cemento, cogiendo antes la travessa. Me parece que no se ha creído que había subido las rampas alguna vez, y yo estoy seguro de que no lo soñé. Y son peores que las de Costa d'en Blanes. Y aunque llevara un 32 detrás, también llevaba un 28 de plato pequeño delante.

En principio teníamos pensado bajar hacia el Camí des Correu y, en mi caso, intentar bajar algunas rampas, las más cortas, pero no había tiempo, por lo que se probará en otra ocasión. Después, Son Malferit, Sarrià, Establiments. Precisamente en este tramo ha ocurrido la incidencia más grave de la salida cuando a Yarik le ha picado una avispa? abeja? similar? y ha soltado el manillar para espantar al bicho. No se ha estampado de milagro.

Después de la recuperación, a pisar charcos. Lo que he dicho al principio, hoy la Fita del Ram estaba muy oscura.


P.D. Aunque pueda desprenderse lo contrario de la lectura, la crónica se escribió el domingo pasado aunque no se ha podido editar hasta el día de hoy por un problema del cable-módem.


Circuito Enduro Benéfico

El sábado hicimos, junto con los Toys y algunos compañeros más, el circuito del Enduro benéfico organizado por los responsables de la tienda de Bimont. Era una ruta inédita, no porque hubiera algún tramo no conocido, sino por la combinación y el sentido en que se ha realizado. Bueno, miento. Hemos recorrido la parte del circuito de Génova que se encuentra entre Cas Català Nou y la autopista. No la conocía y en realidad no es un itinerario en sí, sino una serie de pistas y senderos que cruzan el bosque, donde hay una serie de tramos muy estrechos en los que se preven los primeros embotellamientos, que en este caso, no serán determinantes ya que no se trata de una carrera en el sentido estricto del término, al no contar el tiempo que se tarde en hacer los tramos de subida y sí los tramos de bajada, que son cronometrados, aunque sí hay un tiempo límite de llegada a meta.

Este circuito vuelve a cruzar la autopista por un túnel. Al salir ascendemos la rampa de la derecha y tomamos el sendero que rodea el golf, para tomar el Camí de Bendinat hasta el cruce con la línea de alta tensión, donde está el desvío de Costa d'en Blanes señalizado con un poste. Cuando ya había rodeado el golf y pillado la pista he notado que no venía nadie por detrás pero he decidido continuar para no perder mi ritmo. Había mucha gente como para solucionar cualquier contingencia, que creo que fueron varias caídas. El tramo hasta el desvío es largo y tendido; más o menos de un quilómetro. Llegaron los demás unos cinco minutos más tarde y pudimos comprobar que hay tiempo suficiente, aunque eso dependerá del cuello de botella que se forme en el primer tramo, al otro lado de la autopista. Lo suyo sería llegar con un poco de adelanto para poder descansar un ratito.

El sendero de bajada tiene un primer tramo en ascenso para iniciar en seguida un rápido descenso con varias curvas cerradas. Hay que ir precavidos porque cuando más eufóricos estamos es cuando nos encontramos el tramo más complicado. Abajo Juantrans me ha recordado que la vez anterior que pasamos por allí los realizamos a pie cuando ahora mismo eso sería impensable. Precisamente fue donde Perdigón se separó momentáneamente de la bicicleta, aunque esta vez sin consecuencias. Este sendero acaba en una pista que tomamos en descenso hasta la autopista desviándonos hacia arriba hasta encontrar la pista que viene de la carena y desembocar en la calle de Santa Lavinya, donde estará el control de cronometraje.

Ahora se trata de encontrar la siguiente subida. También parte de la misma calle pero, en lugar de ir hacia arriba, vamos hacia abajo para girar a la derecha en el primer cruce. A mano derecha, entre las casas, vemos unas pistas de tenis y unas escaleras que nos conducen otra vez hasta la misma calle de la que proveníamos y giramos a la derecha, encontrando la barrera estilo menorquín muy cerca. Mientras íbamos subiendo por la pista me han empezado a entrar las dudas sobre la polémica que suscité el viernes con Tomeu sobre las bajadas a la Costa d'en Blanes y unas fotos que puso para ilustrar el recorrido. El tenía razón, y he tenido que pasar por allí, y al llegar a casa, releer mi propia descripción de la Ruta 01 para darme cuenta de que estaba equivocado. Y mira que fue la que les enseñé al Xaragall cuando me invitaron a su salida por Na Burguesa.

La subida va ascendiendo de nivel. Primero cae el plato pequeño y luego los piñones. En las rampas de cemento he tenido que poner todo lo que llevaba y aún así solamente he hecho hasta la mitad. Al girar la primera curva te encuentras el tramo más corto pero el que está más roto y sucio con lo que si no tienes mucha fuerza no lo pasas. Después el corto tramo de pateo en la torrentera y finalizas ya montado hasta llegar a la pista superior, la de las antenas.

Vuelta al Coll des Pastors pero antes, debido a una avería, nos hemos parado junto al pino que marca el inicio del Camí de Santa Lavinya (el del depósito a media bajada, para entendernos) y hemos aprovechado para intercambiarnos las bicis Juantrans, Potato y yo. Yo llevaba la Spe y me notaba muy tumbado sobre el manillar, por lo pequeña, pero ligera en las subidas y dócil en las bajadas, aunque sobre terreno ondulado, con mucho movimiento atrás. Podría ser una de las que me gustaran. La última subida al Coll des Pastor, sin pausa, es de las que me gustan; no demasiado exigente y bastante larga, aunque no lo suficiente como para meter el plato pequeño.

Reagrupamiento después de la barrera y dispuesto a disfrutar de la bajada que no hacía mucho que había realizado en solitario, como así ha sido. Le he metido algo más de presión a la rueda de atrás para evitar en lo posible los llantazos ya que la cantidad de piedras es importante. A mitad de bajada me he adelantado para verlos bajar por la pendiente entre los zigzags y han bajado todos menos David. Un día de éstos tendré que decidirme a tirarme por una de ellas para quitarme el miedo definitivamente y dejar de ser el farolillo rojo en este tema. Habrá que empezar por alguna más pequeña e ir aumentando la altura. De todas formas, si voy a esta prueba tendré que hacerlo, so riesgo de ser el único que no lo haga. Creo que ya me bastó con serlo en la prueba de las 4 Horas de Resistencia del 2006; además de ser el sitio donde se pone más gente con lo que los comentarios son jugosos. Y aquí no tendré la excusa de la bici.

Al final de la bajada se puede optar por continuar por el sendero o bajar directamente al túnel por la pista. El sendero era nuevo para ellos pero quisieron bajar por el otro lado para volver al inicio del circuito y bajar por una pendiente mucha más grande aún, los cuatro pisos, aunque al final no hemos ido. Debía ser eso o las cervezas. Ganaron las birras. Las tomamos en un bar de Génova y pasó Juanan con varios amigos que venían del Burotell, pero no se quedó a tomar nada. Por cierto, invitó David, el nuevo, que se ha presentado a dos seguidas y hasta dice que le gusta. En la próxima alguno le regulará la horquilla que me parece que la lleva muy alta de presión.

Creía que todos tenían el coche en el mismo aparcamiento pero solamente me pude despedir de Fibras. A los demás ya no los ví. Yo, como tenía que bajar en bici, lo hice con Tomeu hasta su casa y luego me hice un carril-bici hasta la mía, donde llegué sobre las dos. Hay tiempo más que suficiente para hacer el recorrido dentro del horario. Puede que algunos así lo interpreten y se lo tomen en ese plan (lo importante es participar, argumentarán, y más si es por una buena causa) pero creo que la mayoría se lo tomarán en plan más competitivo, aunque, al no puntuar para la competición oficial, creo que reinará un buen ambiente, sin malos rollos, digamoslo así. Al menos eso fué lo que noté en la única prueba donde he competido, y creo que en ésta no será muy diferente, aunque ya empezara a notar ayer el “punto” que te da la competición. Seguramente se realizará otra salida por la zona para acabar de familiarizarse con el recorrido, no sé si completo o no, pero al menos esa es mi intención.


Castell d'Alaró

El título original debería haber sido La Trapa, pero me la perdí. Tenía pensado ir y estaba mentalizado. Etapón de dos subidones; de aquellos que hacen mella, tanto física como mentalmente. Y pateo de guinda. En resumen, una etapa completita. Pero me la perdí. La noche anterior había dejado una de las furgonetas de la empresa delante de un vado laboral. Tenía que quitarla a más tardar a las ocho porque el sábado abren el local. Y no encontraba las llaves. Estuve buscándolas hasta las dos de la madrugada y no las encontré. Necesitaba las de la oficina para ir a recoger las copias y estaban en el mismo manojo. Tendría que localizar a un compañero por la mañana para que me abriera. Entonces decidí cancelar la salida y avisé a Tomeu Toys para que no me esperaran ya que el viernes le dije que sí iría.

Calmados y resignados los vecinos, tuvieron el coche delante de la puerta toda la mañana al no localizar a nadie hasta la tarde. Hice algunos recados al mediodía y sali sólo a rodar por llano un rato a última hora de la tarde. Mientras Juantrans ya andaba buscando voluntarios para el domingo. Me apunté pero lo convencí para cambiar la ruta que proponía, Fita del Ram, con final en el Correu. Yo optaba por el Castell d'Alaró. Tenía varias razones para elegir este itinerario. Hacía mucho tiempo que no lo subía, nunca con el grupo. Y quería bajar por detrás, hacia Orient. Estos itinerarios sí los tengo descritos en Camins pero no en Rutas. Quería realizarlo una vez más para dar una descripción del camino, y hasta ayer no se había dado el caso.

Ya convencidos, más que nada porque ellos también hacía mucho que no rodaban por allí. Hasta para Wiro era la primera vez. Me acerqué con el tren hasta Consell, donde me esperaba Yarik para irnos al pueblo. Al final fuimos con el coche porque no se fiaba de dejarlo allí toda la mañana. Aparte de Juantrans y Wiro también estaba Nando que, aunque con una mano fastidiada, quería rodar. Nos fuimos pues a la subida directamente. Me habían hablado de la cementada de la pista en la mitad superior y así estaba. Hasta hay algunos tramos después del Verger. Le han quitado la poca gracia que le quedaba pero no podemos objetar nada al respecto. En el Pla del Pouet se despide Nando que baja por la pista mientras Wiro trastea con la suspensión de Yarik ajustándole correctamente las presiones, al parecer demasiado altas. Es raro que nadie se hubiera fijado en ese detalle ya que es un modelo que lleva grabadas las alturas en la botella.

El tramo trialero de bajada es muy técnico y rocoso pero se deja domar, aunque el domingo no era el día propicio ya que estaba húmedo y resbaladizo y bajamos andando más de lo normal. Las curvas son muy estrechas, solo aptas para expertos o kamikaces, con algún tramo comprometido, aunque eso depende de quién lo vea. Ya en el olivar, sendero muy rápido hasta la barrera, para salir a la carretera hasta la siguiente barrera del huerto de frutales y otra vez al bosque, girar a la derecha y ascender al Pas de s'Estaló. La idea de subir al Rafal no convenció y bajamos por la pista rápida y facilona, muy limpia, hasta el desvío de Santa María. La primera parte del trayecto llanea mientras el torrente va quedando a mayor profundidad. De este trayecto lo que interesa realmente es la bajada que viene a continuación. Muy pedregosa, muy técnica, muy divertida, (aunque no todo el mundo opine lo mismo) con algunos pasos complicados, necesita un punto de velocidad para no quedarte clavado entre las piedras. Era la primera vez que pasaba con la doble y la encontré factible de arriba abajo.

He de decir que pudimos lanzarnos un poco más en este tramo ya que estaba seco y que las veces que tuve que sacar el pie después la plataforma no me ayudó mucho a la hora de apoyarlo ya que es bastante lisa y la suela resbala. Entonces necesito asegurar el pie y me estorba ya que tengo que prestar atención para girar el pedal y enganchar mientras estoy en movimiento. Por eso he decidido quitarlas, para que el enganche sea más rápido y efectivo. Hasta aquí la teoría, después ya veremos, pero creo que estas sensaciones ya no tienen marcha atrás. La presión en las ruedas, la justa y necesaria. Ningún resbalón ni golpe en la llanta. Este es un punto al que ahora presto más atención y me voy formando una idea. La pregunta sería: “¿Hay mejoría significativa al llevar la presión de los neumáticos más baja?”. Si la respuesta es rotundamente sí, entonces hay que ir al sistema sin cámara ya que bajar solamente un poco la presión es sinónimo de llantazo seguro. Si la afirmación no es rotunda no quiero experimentos ni pérdidas de tiempo; se trataría de elegir las gomas más adecuadas.


P.D. Este fin de semana hubo otro rescate de un grupo de (inconscientes?) senderistas en el Torrent de Na Mora. Todos los ciclistas regresaron a casa por sus propios medios.


Trialera Bendinat

El sábado noche, después de comprobar el nulo ambiente reinante en el correo y el foro, decidí hacer una salidita de las de antes; aquellas solitarias por Na Burguesa en las que no hay que poner despertador (de todas formas te despiertas a la misma hora que siempre). Solamente Potato y Perdigón habían anunciado su intención de salir el sábado y habría ido si no hubiera tenido plan con Xisco por la tarde. Bueno, miento; podría haber hecho las dos cosas, tenía tiempo; lo que pasa es que tuve que ir a hacer la compra por la mañana.

Y me hubiera gustado para acompañar y animar un poco a Perdigón con su nueva máquina. Él también tiene que acostumbrarse y eso no se consigue en dos salidas. Lo digo por experiencia propia. Yo también he hecho mis salidas sin la presión de tener que seguir la estela de alguno, ya sea subiendo o bajando. Son muchos los elementos nuevos a comprender. No por muchas explicaciones que recibas vas a saber reaccionar. Tienes que llegar a sentirlo; y para eso se necesitan muchas horas encima de la bicicleta. Al menos él llevaba ya automáticos antes.

Por eso salí el domingo hacia tierra conocida. Monumento de Na Burguesa y pista hacia el Coll des Pastor. No ví a ningún ciclista. Hasta ese punto no tenía claro la vuelta. Me hacía ganas llegar hasta las antenas pero al final me decidí por la trialera de Bendinat, la que empieza cerca de la barrera de arriba. No es que quisiera conmemorar nada especial, simplemente me veía con la confianza suficiente para divertirme bajando, como así fué. Creo que solamente la he hecho en un par de ocasiones y tiene algún tramo dificultoso por lo que quise volver a realizarla, aunque fuera solo.

El primer tramo ha sido removido por las lluvias de manera considerable, quedando todas las piedras al descubierto y liberadas del suelo, con lo que no puedes permitirte desconcentración. Después viene el tramo reforestado con pocas complicaciones, excepto el recto que hay en los zigzags y que recomiendo encarecidamente no tomarlo a ciegas. Es difícil que se encuentre algún obstáculo en la pendiente pero puede haberse formado una rodera y resultar muy peligroso. El tramo que le sigue tiene bastantes piedras y no te permite fallos. De lo que me acordaba bien era del tramo final aunque lo encontré un poco más fácil de lo esperado. Tiene una gran rodera pero puedes sortearla por la derecha.

No había retocado las presiones de las ruedas y, como había podido comprobar con el manómetro, eran de tres y algo atrás y dos y medio delante. También pude comprobar que tras quedarme clavado en algún sitio y reemprender la bajada el pie buscaba la cala aún cuando llevo las plataformas. La confianza de poder desclavar correctamente es mayor que la seguridad que podría reportarte el llevar el pie simplemente apoyado sobre el pedal, que se mueve ahora mucho más al poder llevar una velocidad más alta. Los márgenes que me permite la nueva máquina son mayores, aún cuando no sea específica para descenso, en cuanto a recorrido de horquilla, agarre y tracción. Antes, es decir, hace unas cuantas salidas, al llegar a algún punto complicado, fuera para subir o bajar, soltaba uno de los pies para apoyarlo con rapidez en caso necesario. Ahora procuro no hacerlo, y lo voy consiguiendo. Por eso Potato dijo que se aburrió. Lo comprendo y por eso dije que me hubiera gustado ir.

Cuando llegué a la pista opté por ir hacia la izquierda, a través de un sendero no muy marcado por la ladera. Durante un tramo se mantiene al mismo nivel que la pista que tenemos al otro lado de la vaguada. Después atravesamos una rossaguera muy alta. El que quiera cruzarla montado que lo haga con mucha confianza porque si tienes un fallo y te vas para abajo no hay nada que te pueda parar hasta el fondo. Este sendero no es excesivamente técnico pero tiene varios pasos dificultosos, pero que si se superan son agradecidos.

No sabía exactamente dónde saldría y al final desemboqué en una pista ancha con pared lateral que me dejó en una calle de Génova bastante arriba. Creo que nunca había estado por allí. Puede ser un buen final. Se puede hacer también en sentido contrario y bajar por la pista a la autopista junto al rampón del golf, porque no creo que nadie se aventure a subir por la trialera.

De vuelta me metí en los terrenos que hay entre el cuartel militar y Son Rapinya y os acordaréis de que hay una pendiente que cruza por delante del túnel que pasa por debajo de la autopista. Normalmente te tiras y subes la pendiente siguiente con la inercia. Pues cuidado con los quads. Cuando estaba arriba pasó uno que venía del túnel y no creo que se fijara si bajaba alguién. Luego me lo volví a encontrar de frente en las rampas finales y no me hizo ninguna gracia.


Ets Horts

A mitad de semana fuí invitado por Xisco a compartir su salida. Hacía tiempo que no salía con el grupo de pobleros y me apetecía hacerla. Dijo que quería subir a Ets Horts y a mí recordar todo ese trayecto, por lo que quedamos en encontramos en la entrada del camino, en la salida de Caimari. Puse ese punto de encuentro porque tenía pensado salir antes por otro lado ya que ellos venían desde Sa Pobla.

Dejé el coche en Mancor y me dirigí a Caimari para realizar la subida a Lluc por el Camí vell(la misma que la de la semana pasada con Pepefz). La realicé bien y seguida, tomando la nueva variante que hay entre el Área Recreativa y Son Canta; un pequeño tramo que reduce la cantidad de asfalto de la subida, aunque después del coll queda una tirada de un kilómetro por ahora insalvable.

Decidí bajar a Lluc porque me imaginaba que tenía tiempo suficiente, pero abajo ví que ya eran las cuatro menos cuarto. No tuve tiempo ni de comerme un bocadillo antes de volver a subir. Me hubiera gustado quedarme más tiempo y enterarme en qué consistían exactamente todos los preparativos que se realizaban allí. Seguramente preparando la llegada de los peregrinos de la Part Forana, aunque no estoy seguro. Por lo que he visto es esta noche entonces más bién debían formar parte de otros actos. Ya sabemos que en Lluc eso es una constante. Y sobretodo quería probar unos trozos de coca con muy buena pinta que había en una mesa de degustación en la plaza. Lo que sí ví es una nueva zona de acampada muy bien acondicionada cerca de la Font Cuberta.

Tenía tres cuartos de hora para volver abajo. Suficiente. Pero en el mirador de sa Llonganissa ya había dado el llantazo delante por llevar poca presión. Mientras cambiaba la cámara sonó el teléfono. “Es imposible que sea Xisco”, pensé. No lo era, era un cliente con problemas. Me enredó cinco minutos. Tuve que meter más presión y, o bién rebota demasiado sobre las piedras o patina sobre la gravilla, por lo que hay que ir un poco más lento. Mientras bajaba por la carretera recibí la llamada pero ya estaba casi abajo y no contesté. Al final llegué unos minutos tarde.

Solo eran cuatro. Xisco, Llorenç, Martí y Guillem. Los pillé por sorpresa ya que me esperaban por el pueblo y les alcancé por la espalda. Tras los saludos afrontamos la subida, que me pareció muy corta. En un momento llegamos a las casas. Hay dos; de la segunda no me acordaba. Parece nueva o reformada pero sí estaba la primera vez que pasé. Giramos por la barrera y enfilamos la pista. Es la única parte que se puede subir porque al llegar al linde del bosque el sendero no es ciclable; tiene mucha pendiente y vaya si se nota en las piernas.

Arriba descansamos y comimos algo antes de partir hacia abajo. Pasamos junto a una casa que no recordaba; mejor dicho, la recordaba desde lo alto. En el siguiente coll se juntan las dos pistas; creo que yo tomaba la de arriba, aunque ellos siempre toman la de abajo y no han tenido ningún problema, aunque es mejor obviarlos.

La pista de bajada es una pasada. Muy larga y con mucha pendiente por lo que permite un rápido descenso con la única dificultad de no resbalar en las curvas aunque había quitado un poco de presión y mejoró el agarre. Se une con la pista principal frente a las casas de Can Bajoca.

Una vez en el aparcamiento ya sólo nos quedaba despedirnos ya que a ellos aún les quedaba la vuelta. Yo ya había acabado, aunque al llegar a casa era aún temprano y me dió tiempo a hacerme un carril-bici hasta Porto Pí. Quería ver el montaje del Mallorca Pop pero era en Can Pastilla, no en la playa de Can Pere Antoni como me pensaba, por si podía convencer a mi hijo para que asistiera, pero no ví nada y de todas maneras no hubiera ido. Dí las últimas pedaladas y a la ducha.


Mortitx 2

Ayer queríamos visitar Mortitx. Como el fibras estaba por Crestatx se decidió empezar en Pollença y hacer primero el GR de subida. Ya se sabía que el el grupo se dividiría al tener que volver parte más temprano. Además la exploración implicaba que no se haría el GR de bajada; impensable para un bajador.

Lo que extrañó es que Pepe quisiera subir por Caimari (según él para no abusar de coche). La idea me gustó porque la semana pasada estuve tres veces en el Port de Pollença y la verdad es que está lejos. No dije ni que sí ni que no, simplemente lo decidiría ya de camino. Mientras llegara de hora no habría ninguna complicación para encontrarnos. Opté por Caimari. Como en el aparcamiento de la piscina no había nadie cuando llegué me fuí al de arriba y allí dejé el coche. Cuando bajé abajo ya había llegado. Preparamos las bicis y nos fuimos.

Pasaron tres bikeros que venían de Inca y fuimos tras ellos. Como mi fase de calentamiento es larga y no fuerzo al principio no los cogí hasta la barrera de Sa Coveta Negra. Allí ellos deshincharon las ruedas y yo las hinché. Cuestión de gustos. La verdad es que noté la llanta en los primeros escalones de abajo. Volví a salir el último y los cogí en las rampas de cemento. Tenía uno delante y se hizo un invertido sin soltarse de la bici. De espaldas en el suelo y con la bici al aire. ¡Qué cosa más rara!. Allí se quedaron practicando las rampas y ya no los volvimos a ver. El paso por la Llonganissa, lentito, y sin más novedad hasta Lluc.

Nos merendamos el Coll Pelat por la pista. No tiene secretos. Y luego cogimos el sendero GR hasta Binifaldó. El misterio del sabor “raro” del agua de la Font des Pedregaretestá resuelto. Ese sabor extraño que tiene ahora (también la de Tossals y seguramente todas las que manan a través de grifos) es debido a que se almacena y potabiliza con cloro antes de su consumo en el grifo público.

Fuimos al encuentro de los que venían de Pollença, Yarik, Nando, Fibras, Juantrans, Potato, Tomeu, Buzz y Joan. Los encontramos en el desvío de Muntanya. Allí nos dividimos en dos grupos, los de Mortitx (Tomeu, Potato, Joan, Pepe y yo) y los de Lluc, el resto. Pasamos cerca de las casas sin que nos viesen y vimos el descenso que según parece viene del camino principal. Si es así es una buena opción para no pasar tan cerca de las casas. Bueno, a toro pasado, y viendo la traza vemos que enlaza unos campos de cultivo con la pista principal; por tanto, es aprovechable si queremos bajar a la carretera. A la vista del inicio del asfalto de la bajada hay una pista a mano derecha. La tomamos. Pasa por delante de un porxo y continúa bajando. Allí se cayó Potato; caída tonta pero dolorosa. Supongo que no irá a mayores. El camino no llega muy lejos y aunque se ve la carretera parece que no hay acceso.

Me acuerdo de mi primera excursión a pie por la zona y de como nos perdimos en el mismo sitio. Mientras unos bajaban a la carretera otros seguíamos el descenso campo a través sobre el peñascal. La diferencia es que habíamos hecho una minitravessa de tres días desde Sóller, durmiendo al raso, pasando un frío del copón, y supongo que comiendo bastante mal. Habíamos empezado subiendo hacia s'Arrom por sa Coma, cargados hasta los topes y pasándolo muy mal desde el principio. La primera noche en el refugio del Cornadó no ayudó en absoluto; creo que no dormí nada. Las botas que llevaba eran prestadas y me produjeron roces, teniendo que llevar el pie envuelto en una servilleta; menos mal que era de tela.

Al día siguiente, Coll de l'Ofre, canaleta con subida y bajada del Massanella. La etapa reina. De noche en un refugio de pena y lloviendo. Al tercer día, nos perdemos entre Lluc y Pollença. Es en estas ocasiones en que la frase “no vuelvo más” adquiere un significado de por vida. Puede que no la pronunciara o si lo hice lo olvidé porque después de unos años, muchos, hay que reconocerlo, me volví a atrever a empezar de nuevo pero ya sobre la bici.

Sigo con lo de ayer. En la subida el grupo se disgregó. Potato y yo bajamos por el asfalto los primeros y después llegó Pepe que había cogido un desvío. Tomeu llamó por teléfono pero la comunicación era defectuosa y tardaron en bajar. Nos fuimos por carretera hasta la entrada de Mortitx y tras saltar el botador pudimos comprobar que el Ibanat no nos quiere por allí. Alguno veía una moto dibujada aunque lo difícil es hacerlas pasar por encima de la barrera.

Merendamos en el embalse y nos enfrascamos en el ascenso al Coll de L'Avanor. Pero hubo que hacer una parada para estudiar una gran losa que había allí. Tiene un complicado acceso, una muy difícil ejecución y un casi imposible regreso por lo que se dejó para días más inspirados. Lo comenté mientras subíamos: “si oímos un motor se acabó la excursión”. Así fue. Nos topamos bajando al payés de la finca y nos prohibió el paso. Órdenes directas de la Consellería. No pudimos hacer nada para convencerlo, se mostró muy educado, pero muy inflexible, aunque nos instruyó un poco en la historia del lugar, tanto pública como personal.

No quisimos molestar más y nos fuimos, no sin antes desviarnos por el sendero que se dirige hacia el torrente, aunque yo en esos momentos aún tenía mis dudas. "Ciclable", fue el veredicto. La verdad es que no se ve un carajo por la cantidad de vegetación que hay. Pero, ya se sabe, lo dijo un Toy. De vuelta a la carretera, descenso sin pedales hasta Pollença (casi) y como no teníamos nada que hacer, decidimos subir al Puig de María, no sin antes cerciorárnos de que arriba habría comida. Lo que no sabíamos era lo que nos esperaba. Treinta y cinco minutos de dura ascensión, casi todo por asfalto, para coronar la montaña de 333 metros de altura. La última parte es una camino empedrado restaurado muy difícil de subir. Pero la subida vale la pena. El santuario está amurallado, con zonas comunes para huéspedes, varias capillas y hasta un museo. Ayer no lo vimos todo pero pudimos catar el pa amb oli, al que por cierto, invitó Tomeu.

De bajada investigamos un caminillo pero lo hicimos en sentido contrario porque volvimos a subir arriba, hasta los restos de una torre, cerca de una sima muy profunda, protegida por una baranda de madera. También se hicieron algunas dresseres, aunque no están muy marcadas. Abajo Potato se dió cuenta de que había perdido las protecciones que llevaba enganchadas en la mochila y le convencí para subir a buscarlas. Hice los atajos mientras él seguía con el coche y llegamos al inicio del empedrado sin verlas. Él tomó el desvío y yo subí por el principal. Las encontró semiescondidas en un matorral. Ya de un tirón volvimos a Caimari para recoger la furgoneta y volver a casita.


Mortitx 1

Debido a que practicamos un deporte en el que dependemos de una máquina, con todas las ventajas que ello conlleva, también nos vemos limitados por ellas. Una de estas limitaciones es el tránsito por ciertos caminos debido a su orografía. No me estoy refiriendo a las limitaciones técnicas de cada uno; cada cual las conoce pero, en el fondo, también sabe si son o no superables, y son también las que más dependen de la máquina que usemos. Las limitaciones físicas son las más difíciles de mejorar, teniendo en cuenta que se trata de una afición y casi ninguno de los que conozco, lo hacemos a nivel competitivo.

Estaba pensando en las limitaciones propias del itinerario, que son prácticamente insalvables. Solamente hay una manera: ir andando. Decía esto porque nuestra afición, al menos en mi caso, que también comparten la mayoría de los que solemos salir juntos, es más bien el excursionismo. Nos gustan los caminos, pero también salir de ellos y explorar, buscar nuevas combinaciones. Por ello sabemos que estamos perdiendo posibilidades al limitarnos a la bicicleta, aunque en algunos casos también se añaden. Si no, digánselo al grupito que hizo el descenso del Massanella desde el hito.

Hoy precisamente se ha programado una: el ascenso a la Coma d'en Arbona hasta la carretera militar y coronar después el Penyal de Migdía. Muy espectacular. Se ha juntado un buen grupo, hasta con familiares y amigos, y supongo que las críticas serán muy positivas. Desde luego no seremos los primeros que conjuguen tales aficiones y traten de darles salida. Hay otros grupos en la isla muy bien organizados; uno de ellos el Xaragall, de Sa Pobla, con los que he tenido el placer de haber participado en varias salidas, todas en bici. Precisamente la ruta que hicimos ayer fue para recorrer la pista que va desde las casas de Mortitx, pegadas a la carretera, hasta las basses, sobre los acantilados.

Conozcamos antes un poco la finca de Mortitx. Su barrera de acceso está en el kilómetro 11 aproximadamente sobre la carretera Pollença-Lluc (la Ma-10 actual). Enseguida vemos la barrera de las casas. Siguiendo la pista descendemos hacia las viñas y el celler. Son partes diferenciadas. Hace ya muchos años el ICONA compró una parte de la finca (unas 800 Has. sobre 952 Has. del total), casi todo menos las casas y las zonas de cultivo, declarándolas Monte de utilidad pública. Actualmente son propiedad del Govern Balear, gestionados por la Consellería de Medi Ambient, a través del Ibanat (Institut Balear de la Natura).

Esta finca es muy importante por ser un centro de reproducción y nidificación del buitre negro, siendo la única isla del mundo en poseer una colonia de estos animales. Por eso su tránsito está totalmente prohibido en la época de nidificación.

La zona de cultivo es una zona muy preciada en el ámbito agrícola en la isla; desde antiguo se ha sabido que Mortitx es una isla dentro de una isla; posee su propio microclima y produce unos frutos de una calidad excepcional. Antes eran propiedad de una empresa frutera, Fruita Bona, cultivando allí varios tipos de frutales.

Desde hace unos años esta propiedad, que incluye los dos embalses artificiales sobre el Torrent de ses Comes, fue adquirida por una nueva sociedad vinícolaVinyes Mortitx S.L., para elaborar allí unos caldos de calidad, cosa que al parecer han conseguido. Justo al lado de las viñas hay una barrera cerrada con un botador. Al otro lado un gran letrero nos indica las normas que debemos respetar; otro más indica en varios idiomas la peligrosidad del descenso del Torrent de Mortitx, y sobre todo de su último tramo, el Torrent Fondo. Es un torrente muy conocido en los ámbitos de descenso de cañones en todo el país. Y casi diría que es mucho más peligroso el remonte que no el descenso.

Lo que a nosotros nos interesaba era conocer el estado de la pista principal y sus posibles inconvenientes debido al carácter especial de la finca. La primera parte es un paseo sin complicaciones; se trata de un ascenso suave. Antes de empezar la primera cuesta hay unas fites en el suelo que indican el itinerario hacia el torrente, el cual fuimos a investigar. Al cruzar la torrentera se tapa mucho por la vegetación, que es altísima, hasta el punto de cubrir a una persona. Quedaba la duda de hacia donde se dirigía, aunque quedó claro que ese es el acceso al torrente.

A partir de este punto empieza la primera cuesta seria hasta el embalse. Después viene el ascenso más serio, cementado, hacia el Coll de L'Avanó. El camino no deja de subir pero ahora al menos nos da un respiro. Unos cientos de metros más adelante oímos que se acercaban vehículos, dos tractores, cuyos conductores ni abrieron la boca pero era porque sabían que l'amo que venía detrás nos pararía, como así fue. Era Paco, el mallorquín de Córdoba, que nos leyó la cartilla con mucha educación. Ya que estábamos quisimos enterarnos de cuál era su misión allí. Nos explicó que tenía arrendada la finca para pastoreo y mantiene activas las zonas de cultivo para forraje de los animales (unas doscientas o trescientas cabezas según creo recordar). Nos explicó que él no es el guarda de la finca y que las normas vienen dictadas por el Ibanat, las cuales indican que está prohibido el tránsito de bicicletas por la zona. A pie, y fuera de la época de nidificación, el paso es libre. De hecho nos mostró donde se encuentra el refugio de Mortitx, que no habíamos visto por estar enclavado en el centro de un denso pinar. Como me he enterado después la zona fue pasto de un incendio y se repobló de pino, brotando y creciendo con gran fuerza hasta el punto de ocultar la casa.

Nos comentó también que todos los dueños de Mortitx que él había conocido eran extranjeros, el actual inglés, y nos introdujo sobre los nuevos negocios del vino, celler incluído. Pero no hubo manera de convencerlo de que nos dejara pasar (tampoco ninguno se lo pedimos abiertamente; aplicamos el método del rodeo y dar pena, pero nada). Eso sí, nos invitó a agua fresca, más bien congelada, que supo a gloria.

Yo por mi parte creía que solamente los forestales del Ibanat tenían voz y voto en ese lugar; ahora sabemos que no y creo que no tenemos porqué poner en compromiso a personas ajenas a nuestra afición si podemos solucionarlo simplemente yendo a pie. Esta precisamente es otra de las limitaciones a la que nos podemos encontrar al ir en bicicleta: la prohibición de circular en bicicleta, aunque realmente no sepamos exactamente porqué.

Podríamos recitar una serie de cualidades de este vehículo que están en la mente de cualquiera. Ecológico, ya que no precisa de combustible; silencioso, no tiene motor; lento, seguro, universal, etc. Pero parece que estas ventajas solamente tienen que aplicarse en entornos peligrosos para el ciclista. En la ciudad, por ejemplo. ¿Quién se mete hoy en día en bicicleta por las ciudad? Casi nadie. Te la juegas. En rutas cicloturistas, que son carreteritas asfaltadas donde la única limitación que le pones a un vehículo es una señal de 40 y una de bicis. Eso no te asegura nada y un choque podría tener consecuencias fatales. En carreteras normales, donde la velocidad del vehículo es mucho mayor, ya ni te cuento.

En cambio, en entornos más favorables, como pueden ser caminos de montaña donde no hay circulación motorizada, allí está prohibido. En toda la red de caminos restaurados y señalizados por el Consell así está marcado, otra cosa es que se haga respetar y se respete.

Si atendemos a las noticias de los periódicos respecto a intervenciones de equipos de rescate en montaña, y que son muchos, ya que intervienen Cruz Roja, Bomberos, GREIM (Guardia Civil), helicópteros, Policía Local, voluntarios, etc, vemos y comprobamos que el senderismo o el descenso de torrentes es muchísimo más peligroso que el MTB. Y no he oído a nadie decir que lo va a prohibir. En cambio el letrero en el inicio del Camí vell de Lluc en Caimari prohíbe expresamente (aunque en un dibujito muy pequeño) el paso de las bicicletas.

Si en Mortitx pueden circular vehículos agrícolas y todoterrenos de las dimensiones que vimos ayer, con todo el nivel sonoro y la contaminación que producen, digo yo que que cinco bicicletas de montaña no pueden ser mucho peor.

Si me lo quieren explicar...