Si hay que ir se va

Tras mi paso la semana pasada por el camí des Guix donde no pude redondear la ruta como me hubiera gustado decidí rememorar otra subida por la zona en teoría más asequible, sa Cova, más conocida como la George Sand, por lo que me acerqué hasta Esporles como punto de partida ideal para no meterte un porrón de kilómetros innecesarios, para mí, claro, quién esté fuerte sentirá que debe quemar esas calorías extras y no tendrá inconveniente en alargar la ruta lo que sea necesario, no es mi caso empero, así que empiezo desde Esporles subiendo por el camí des Correu desde su inicio, cruzo la carretera dos veces y afronto los primeros metros de empedrado con la esperanza de poder subir de una tirada pero algunos desajustes del cambio en los segmentos más empinados me generan desconfianza y acabo por subir el final del primer tramo andando, el resto, al ser más tendido, no me supone problema alguno aunque la verdad es que estoy bastante patoso en el tramo de curvas y no cuajo una buena faena.

Decido hacer la bajada de Son Sanutges e irme por la pista principal hacia s'Arboçar, no ha variado nada respecto la situación legal a la que abocó la sentencia judicial, está por tanto prohibida a día de hoy la circulación en bicicleta por ese camino pero voy a hacer caso omiso y voy a circular, eso sí, con mucha precaución dado que es bastante corriente encontrarse con tráfico rodado, pero es solo pasar la barrera de s'Arboçar cuando veo de refilón un poste, ¿para qué? me pregunto y al darme la vuelta es cuando veo ese para mí nuevo camino aunque de nuevo no tiene nada, tiene toda la pinta de ser un camino bastante antiguo dado su gastado firme aunque ahora brilla con algo de luz propia después de su limpieza, porque esto es lo que ha pasado, se ha limpiado a conciencia y permite ciclar en los tramos menos empinados. Lo recorrí solo para ver donde me había pasado el desvío y al llegar a ese punto pude comprobar sobre el mapa del Consell que también está prohibido para las bicicletas y autorizado para senderistas y animales de monta.

Vuelvo atrás hasta la pista y recorro los últimos metros para llegar a s'Arboçar pero sin llegar a verlo ya que mi opción es tomar una pista a mano derecha con la mala baba de que empieza en una propiedad privada y hay que pasar de estrangis y todos los que allí se encontraban congregados más otro que llegó no me lo permitían, al final decido pasar y si quieren algo que vengan detrás. Este camino me va a permitir enlazar otra vez con el camí des Correu sin tocar asfalto, o al menos en una cantidad casi despreciable ya que no debo recorrer más de doscientos metros antes de volver a salir por un camino lateral que me va a enlazar con el camí de sa Terra Nova y ahí sí que voy a tener que circular por la carretera principal un kilómetro más o menos hasta la Volta des General que recorro de una tirada (exceptuando alguna parada obligatoria para fotos) hasta el port des Canonge.

Toca repostar y los bancos a la sombra en la terraza que domina la cala me parecen una buena opción. Hay uno ocupado por los dos bikeros con los que he coincidido en la salida y no tardamos en iniciar conversación, casi hemos calcado ruta aunque ellos vienen de más lejos, del Rafal, y me intereso por los posibles problemas de paso y no han tenido ninguno aunque no sé si les ha visto alguien o no, y también tienen intención de subir por sa Cova, gesta que no han realizado aún y me preguntan por esa posibilidad y no les miento, hasta la barrera se sube bien y a partir de ese punto la cosa se emputa bastante aunque tanto ellos como yo estamos bastante animados y confiamos en superar cuanto obstáculo se presente.

Salen ellos antes que yo y no los veo pasar por delante de la casa de arriba por lo que supongo que se han ido por asfalto en busca de la pista pero yo tengo otras intenciones y la primera es llegar a la platja de sa Cova por la costa y realizar la ascensión completa desde el nivel de mar. Lo que no esperaba era tener que pasarme un cuarto de hora dando vueltas por las calles buscando la barrera de la casa cuando se va directo desde el aparcamiento, parecía el día de los despistes, añadamos también el que tuve nada más pasar la barrera de salida junto a la pared, parece que tienes que seguir recto y no, hay que ir pegado a la rejilla hasta salir del bosque y cruzar el torrente para dar de lleno en la pista que viene de la casa de arriba y que es la que vamos a utilizar para el ascenso, la barrera cerrada no supone un problema gracias al botador.

Saludo a la señora que está barriendo la carrera y sigo ruta, sé que tengo que desviarme a mano izquierda pero al cruzar el campo se me acaban los recuerdos claros por lo que en lugar de seguir por la pista más clara tomo un desvío lateral que pronto acaba y me veo forzado a bajar una pendiente sin camino junto a una reja, la cosa no pinta bien, debo saltar y no veo por donde porque de lo que sí me acuerdo es de que había un botador y allí no está, y tampoco el lugar en general me coincidía, y aún así salto la rejilla y me aventuro en la espesura pero no hubo manera y a pesar de ver campo abierto a pocos metros fui incapaz de llegar por lo que tuve que retroceder y salir de allí por patas y sí, al final de la cuesta estaba el botador, entonces, para saber de dónde venía tuve que volver atrás para darme cuenta del fallo cometido y era el cruce anterior, como era de suponer.

De vuelta al bosque puedo proseguir mi camino hasta la playa donde algunas familias disfrutan del baño en esas espléndidas y claras aguas pero para mí es cuando empieza lo bueno y lo primero es subir hasta la barrera de la pista y cuento con la ventaja de que han dejado un piso como si fuera de cristal, ni un mac te vas a encontrar, liso, liso, pero la cosa cambia al llegar al cruce aunque podemos decir que se mantiene en un estado bastante bueno y con una pendiente bastante suave a excepción de algunos repechos cortos que se van alternando con zonas más llanas y así vamos a llegar a la barrera, pero a partir de esa zona la cosa se pone cachonda y no es corta, el ir solo, las gomas gastadas, los saltos de cadena y las pocas fuerzas hacen que deba descabalgar y si volví a montar fue solo de forma esporádica, ni la última rampa pude hacer ya que no es más que un río de tierra y polvo por las obras, imposible.

De todas maneras no me rindo del todo y después de cruzar la urbanización me meto por el campo y otra vez por un camino-sendero equivocado que aunque me hubiera llevado a buen puerto pasé de tener que saltar una pared y volví atrás para salir directamente y sin problemas de allí. Cierto que hacer de subida ese camino no es lo mismo que hacerlo de bajada pero se puede ciclar en un gran porcentaje teniendo un día bueno, que no era el caso, anotado queda. Tengo que atravesar después la otra urbanización ya que me niego a bajar por la carretera desechando, eso sí, la opción de Son Dameto porque suponía que iba ya justo de horario, entonces lo que hice fue repetir en sentido contrario lo que hice la semana anterior y salgo a la carretera casi abajo, muy cerca del camí de Pescadors, que es el que a la postre empleo para volver al pueblo seis horas después de haber salido, es lo que tiene el mtb.


Marinada

Habiendo ya testeado el cambio de desarrollos en una subida larga y después de que mi mecánico me volviera a ajustar los cambios que había dejado yo de lo peor quise afrontar una salida de aquellas que no tienes nada claro, has oído, te han dicho, has visto alguna foto pero el resto es pura imaginación. Lo cierto es que en una salida no muy lejana me volví a preguntar qué tal estaría ese camino porque de lejos quise ver que estaba bien, quizás hubiera habido algún cambio del que no había oído comentario alguno y es que tras la debacle de blogs, webs y foros varios puede decirse que estoy casi a dos velas en lo que respecta a la información circulante sobre los grupos mtb y sus actividades. Sabía desde luego de varias salidas, una por lo alto de la mola de Planícia para catar un descenso ya conocido por algunos y una posible ampliación y otra de otro grupo más numeroso que querían subir al coll des Prat pero dado que estoy un poco remilgoso últimamente respecto a las bajadas chungas me decidí por ir a visitar ese paraje por el que no pasas si no vas aposta, la Marina de Valldemossa, y es que los 6 kilómetros de subida posterior por asfalto no dejan a nadie indiferente.

Quise empezar desde Esporles y ya en el aparcamiento había un grupo que se preparaba para empezar su ruta, cada uno en su rincón y no hubo plática así que salí por el camí de Pescadors a ritmo pausado para empezar el día sin estrés. Llegué a la carretera sin novedad y por ella subí unos cientos de metros para ir a enganchar la pista que sube a la urbanización de arriba, y quise empezar por ahí ya que era el tramo que menos fresco tenía, y nada más traspasar la barrera oí algunos gritos más arriba, creía que eran chavales que practicaban el descenso pero no, eran ya más maduritos y todos con el maillot oficial de los Aupuja, conozco a unos cuantos de ellos y entablamos conversación mientras esperábamos a alguno que se había ido hacia la carretera por el desvío equivocado y juntos emprendimos la subida hacia lo alto, me fue bien el ascenso, casi perfecto, el 36 ayuda pero hay que seguir dando pedales, no sube solo.

Quise enterarme de su ruta cuya primera parte consistía en bajar por sa Cova y como coincidía con la mía hasta el inicio del descenso les propuse que vinieran conmigo por la zona forestal en lugar de chupar asfalto y accedieron, lo que pasa es que me lié en el inicio y para no soliviantarles más de lo necesario opté por quedarme a resolver el problema solo mientras ellos se iban por carretera aunque de hecho volvimos a encontrarnos en el mirador des Coloms ya que prácticamente llegamos a la par, la solución fue rápida. Nos despedimos en el inicio de la bajada donde no han construido un chalé sino dos, uno a cada lado, aunque por lo que parece sin problemas aparentes de paso. Por mi parte bajé el empinado ramal asfaltado sin salida para atravesar por el bosque y acceder al diseminado Son Oleza y buscar por allí el punto de inicio de mi nueva ruta lo que pude lograr sin ninguna dificultad ya que además del botador también hay un letrero indicativo, el que no lo ve es porque no quiere, la única condición es no llevar perros sueltos y como la cumplía sobradamente, pasé la mar de tranquilo. No tardo en salir del recinto por una barrera y empezar el descenso por el interior del bosque, no parece complicado pero pronto aparecen las primeras dificultades, hay que estar muy atento y saber sortearlas lo cual no siempre sucede por lo que el ritmo se resiente aunque lo que no se puede negar es de que gozamos de muy buenas vistas al salir del bosque y aprovecho para tomar unas instantáneas.

Lo que no me esperaba encontrar abajo es al grupo de la Secta subiendo en lo que presumo será su caminata del día, parece que no se hartaron la semana anterior y van a por el remate; vienen de s'Estaca, precisamente adonde me dirijo yo pero con la salvedad de que quiero subir, o intentar subir, por un camino diferente, está por ver si lo consigo, lo que sí hago es pararme en la playa, que está solitaria como ella sola, para descansar y relajarme un poco antes de emprender la subida por asfalto, cosa que hago tras unos minutos de relax y aprovechando que el sol aún no aplatana del todo.

Tras un par de kilómetros de ascenso llego al desvío de s'Estaca y me meto por allí recorriendo el camino ancho en toda su longitud, hasta donde no da más de sí y se acerca hasta el mar en el sitio conocido como la platja des Guix a la que no me preocupo de llegar, me basta verla de arriba. Tras tomar un tentempié emprendo sin tardanza la subida con un primer tramo bastante erosionado, de hecho ese tramo se ha dibujado sobre el terreno a base de pasar gente, para alcanzar el camino de carro ya bien perfilado aunque con muy pocas posibilidades de poder pedalear, algunas más tendrás si tienes dos barras de acero por patas y un motorcito por corazón tal es la dificultad a la que te enfrentas, de hecho no me monté en ningún momento, y así, pasito a pasito, llegué a acumular casi una hora de empujamiento.

Había un par de turistas en el mirador de sa Ferradura cuando llegué, venían de las casas, pero mi intención no era salir por el vial de acceso si no que me dirigé hacia la salida de ses Coves que efectúa un itinerario por la finca pasando por los pontets hasta salir de la parcela por un botador moderno. Me queda volver hasta el hotel por el sendero procurando ciclar lo máximo posible sin llegar a exponerme innecesariamente y salir por la escalinata donde un turista muy amablemente me ayuda a pasar la bici sobre el muro que cierra el acceso.

Mi intención teórica, ya que debo regresar a Esporles, era volver por la ermita para dirigirme a continuación a la comuna para continuar por el coll de Sant Jordi y Son Ferrandell, proseguir después por las pistas de Son Dameto a ambos lados de la carretera pero se ve que no estaba ya para muchos cohetes y además se me había echado el tiempo encima, así que tiré directo por carretera, no solo hasta Valldemossa, sino hasta el cruce del camí de Pescadors por donde retorné a Esporles sin más dilación, no había mirado el reloj en ningún momento pero pude comprobar que ya habían dado las dos de la tarde al acabar confirmándome que había tomado la opción correcta al tomar la vía directa, a pesar de todo, gran ruta.


Va de broncas

Una semana de dudas debido a unas molestias en la espalda o más bien un poco más abajo es lo que he pasado, molestias que me dejaron ko para el sábado, tampoco la ruta propuesta por Alcúdia me era muy propicia por lo que dejé pasar el día de la mejor manera posible esperando que la lesión remitiera como parece que así ha sido en la mañana del domingo y he decidido salir a rodar un poco por nuestra montaña aprovechando que la tenemos cerca.

Aparte de los inconvenientes físicos propios también la bicicleta ha necesitado una revisión, quién ha rodado conmigo se habrá dado cuenta de la orquesta en que se ha convertido, chirridos y crujidos varios sin cesar amenizan nuestra ruta de principio a fin, por no hablar de otras pegas varias que aunque no impiden el rodar sí lo afectan en una u otra medida, y por ello ha estado unos días en el taller, ese que tengo abajo del todo anunciado en primera plana. La conclusión del mecánico es que soy un completo descuidado de la máquina, y es verdad, se podría decir que mientras ruede ya vale pero llega un momento en que el desajuste se cronifica por no decir que va en aumento paulatino. Buena bronca me llevé por dejar pasar estas situaciones sin tomar cartas en el asunto. Lo cierto es que ya tiene tanta acumulación de pegas que no hay más remedio que ir paso a paso y lo primero será cambiar la cadena de una vez por todas, lo intenté hace unos meses al cambiar el plato mediano cuando se me hizo imposible circular debido a los saltos de cadena hacia el exterior y lo que pasó es que sin cambiar la piñonera fue peor el remedio que la enfermedad ya que después saltaba en los piñones pero el resultado era el mismo, imposible circular, entonces volví a meter la cadena vieja hasta que me decidiera qué hacer en la rueda. Llevaba tiempo pensando en cambiar el desarrollo, pasar de 32 a 36 para poder ir más cómodo con el mediano y aprovechar todo su potencial con el pequeño, sé que no es lo más (teóricamente) recomendable el ir siempre con la cadena cruzada al piñón mayor pero tampoco me ha causado ningún quebranto en ese sentido por lo que me lleva a considerar que ese cambio puede ser una muy buena opción y es el que finalmente he acometido.

Al cambiar la piñonera se ha revisado el buje y me han sustituido un rodamiento gastado pero al quitar y volver a poner la rueda me encuentro que el disco roza en soporte de la pinza, no puede ser, si he venido rodando hasta casa y una hora después de toquetear, mirar y remirar he tenido que fabricar una arandela de plástico para poder volver a montarlo todo y que quede en su sitio, hay cosas que por más que uno las piense no les ves explicación y esta es una de ellas, aunque la tiene. El tema es que se puede rodar y si la espalda lo permite así lo haré el domingo.

Efectivamente, como comenté al principio, se han dado las condiciones para que así fuera y me he planteado hacer una subida larga para valorar el cambio realizado y me he decidido por subir a la Fita del Ram empezando desde Establiments aunque haya salido bastante temprano para lo que en mí es habitual, las ocho. Primer acercamiento hasta Bunyolí para encarar la subida de tierra que evidentemente he realizado más cómodo pero no más rápido que otras veces aunque eso ya lo suponía. Justo he empezado con otros dos compañeros desde el inicio y prácticamente he subido con uno de ellos todo el camino hasta la barrera donde hemos reagrupado ya que ellos también iban a la ermita. Realmente el tramo que me interesaba era el siguiente, el asfalto hasta arriba y he podido comprobar que sin tener que pasar a plato pequeño se puede llegar vivo a las antenas sin sufrir en exceso.

Me ha pasado una furgoneta grande en la última parte de ascenso y ha resultado que era de unos bikeros alemanes que hacían el remonte para dirigirse a Esporles según he podido saber, no me he podido enterar de más debido a la incapacidad manifiesta para comunicarnos debidamente, no sé si los otros dos les habrán comentado algo cuando han llegado porque yo me he ido por delante a hacer mi ruta. Como suponía he ganado en comodidad de pedaleo sin tener que jugar con los platos pero con el follón del disco también toqué el cambio y se ve que lo dejé un poco desajustado y me he tenido que conformar a ir con el 28, eso y la poca adherencia de la horquilla al terreno no me han dejado disfrutar como quisiera de esa parte. Me he parado a comer algo en el cruce de la cima y ha sido cuando ha llegado el grupo teutón y he salido tras ellos pero los he pasado al llegar a la pared porque uno ha roto algo por allí y ya no he vuelto a verles hasta la ermita donde se han ido a bajar supongo que hacia Son Poquet aunque no sé el track que seguían. Por mi parte quería yo bajar por el comellar de ses Puces por el que no había pasado en años, creo, y vi el enlace entre los dos caminos muy marcado, el resto muy rápido solamente con algunas zonas con las rocas más levantadas; no llegué al final, me desvié hacia la fuente y el área recreativa para volver por Son Malferit por donde volví a encontrarme con un grupo de excursionistas ya maduritos; también me crucé con otros compañeros de rodada pero no los reconocí en ese momento concentrado como iba en mirar al suelo, hoy me lo han reprochado.

Las conclusiones finales de esta salida han sido muy positivas, tanto a nivel físico ya que no se ha reproducido ninguna molestia de las que sentía la semana pasada aunque no hayan desaparecido del todo, esa es la verdad, y a nivel mecánico donde he podido disfrutar de la subida de principio a fin con mayor comodidad.


Estreno a medias

Ya la semana pasada salimos a voltear por Pastoritx y propuse al grupo estrenar una ruta para que me dieran su opinión sobre la misma, quería comprobar si las sensaciones positivas que he sentido durante el proceso de búsqueda y recopilación de senderos para conformarla son extrapolables a personal externo ya en un primer pase o solo eran imaginaciones mías, tenía todas las esperanzas de que así fuera y así lo planteé y se presentaron los habituales de los sábados más Jromán que pareció convencido de mis escuetas explicaciones sobre la ruta.

Con unos minutos de retraso sobre el horario previsto, las 8,33h del sábado, nos pusimos en marcha desde Puigpunyent por la carretera de la Reserva para empezar a calentar aunque el calentamiento se intensifica enseguida ya que se deben acometer las primeras rampas importantes a los pocos minutos, el objetivo es un sendero que comunica dos finales de ramal asfaltado casi perdidos en los bosques de la zona, que aunque no tiene dificultad ninguna nos permite enganchar con el siguiente tramo de camino sin asfaltar que, en contra del sentir general, no vamos a tomar si no que por el contrario vamos a bajar a la carretera para conocer otro camino que también se puede realizar en los dos sentidos, ello nos obligará a circular por asfalto un rato hasta es Cucui donde vamos a subir por otro ramal hasta encontrar una barrera ya en campo abierto. Es un punto importante porque convergen allí diversos itinerarios que, si bien en un primer momento puedes no darte cuenta, una vez visibilizada la traza adquiere su verdadera importancia.

Nuestro próximo reto es Galilea y tenemos que llegar montados, por ello traspasamos la barrera y vamos a buscar esa subida ciclable, esa preciosa subida, diría yo y aunque otras veces he llegado hasta el pino esta vez patiné antes de llegar, sabía yo que meter 2 atmósferas atrás con lo lisa que está la cubierta me iba a dar algún disgusto, y me supo mal porque han quitado el pino y se puede llegar arriba de un tirón. Agrupados ya todos le pregunto a Tomeu dónde está el sendero de esa zona que nos enseñó hace muchos años como parte de una ruta que continuó con otra bajada hasta llegar a la carretera y que me dejó con un magnífico sabor de boca y que no he vuelto a repetir hasta las últimas búsquedas por la zona, precisamente el tramo que nos hemos saltado para hacerlo en la vuelta y no solapar trazas. En esas estamos porque ha habido algunas modificaciones por obras y al encontrarlo me voy delante y por eso debo esperar en el enganche de la calle asfaltada a que lleguen los demás, pero no están todos, uno no sabemos por donde ha tirado y no logramos contactar con él hasta llegar a la barrera de entrada al GR, ahí hubo unos buenos ratos de espera entre bajar, subir, romper cadena, reparar, volver a bajar y llegar a la barrera. Ratos de espera que se incrementaron allí mismo por otra rotura de cadena, se ve que estas finas cadenas para 11 piñones no aguantan un brusco golpe de pedal o no sirven para cualquiera.

Ahora vamos a tener unos minutos de relax hasta la barrera de Son Font aunque eso no quiere decir que vayamos a pasear, de hecho es un camino idóneo para intentar ir lo más rápido posible, es cuando más se disfruta y menos te clavas en esos terrenos. Una vez pasada esta barrera vamos a tener que enlazar por un tramo de pista primero y una ladera boscosa sin sitio por donde meter la bici un poco después, es el tramo menos agradecido pero insalvable por ahora. Algo más permisivo es el tramo siguiente de carrizal por el interior de la coma hasta llegar a la explanada del cocó con una continuación del camino hacia otro punto cardinal y en peores condiciones que el que baja que por ahora tenemos en stand-by aunque con pocas perspectivas de poder usarse en un futuro. Allí tuvimos el primer percance en forma de reventón al bajar por una losa y que el tubeless no pudo reparar por sus propios medios siendo necesaria volver al remedio de siempre, la consabida cámara china o vietnamita.

Una vez todos comidos, reparados o descansados emprendemos el descenso y antes de llegar abajo la cámara dijo basta y tuvimos que hacer otro parón para cambiarla aunque casi duró más la búsqueda de una pieza del eje que se perdió que la propia reparación. Como no queremos pasar por delante de las casas debemos cambiar de dirección y meternos en otra finca para rodar por una pista en muy buenas condiciones pero antes tenemos que atravesar la pared medianera por un sendero de ovejas y cuál fue mi sorpresa al pasar al otro lado, justo allí encontré mi braga de cuello que había perdido hacía unos cuantos meses, ¡y a varios kilómetros de donde pensaba que me había caído! menuda potra, hasta parecía en buenas condiciones y todo, y a la mochila que se fue.

Agradezco que hayan quitado de en medio el pino atravesado y pudimos circular sin interrupciones hasta los campos arados para ir a buscar una salida idónea que no nos obligue a cruzar por el campo removido. Listos, estamos ya en el torrente y en contra de lo que parece lógico debemos ir hacia atrás a buscar otra salida flanqueada por una barrera pero en lugar de tirar por el sendero paralelo al cauce nos metemos en la finca por una bajada marcada por las motos la cual enlaza con las pistas señaladas del hotel. Yo quería ir por la azul pero me despisté un poco y para no perder más tiempo en búsquedas lo hicimos por la roja, más cercana a la carretera y que aprovecharon dos para salir por la barrera y volver a Puigpunyent por asfalto, el resto continuamos con el plan previsto aunque ya suponiendo que fuera de horario y esto se tuvo que traducir en otro recorte, dejamos la Vinya para otro día y precisamente cuando la ruta que pretendemos estrenar lleva ese topónimo por título, como que el estreno se queda en poca cosa, no?.

Hacemos la pista del Ratxo separados y nos juntamos en la barrera de entrada y como pasé delante no sé si todos coronaron el coll des Pumarà o alguno fue por asfalto, lo cierto es que el único que veía por delante se pasó el desvío de lo que tenía que ser la última subida del día y la vuelta por caminos a Puigpunyent tirando todo recto por asfalto, yo esperé un rato a ver si veía venir a los demás pero también me decidí a continuar por la carretera en vista de la situación, al final nadie realizó la ruta completa por hache o por be así que la única valoración que me vale por ahora es la mía propia, la repetiremos o tal vez algún otro lo haga y me lo comente, me hubiera gustado poder completarla pero los contratiempos fulminaron el horario, otra vez será.


Sondeando las alturas

Hubo una interesante convocatoria en el chat del grupo y no me la quería perder aunque sobre el papel y revisada en frío podrían aparecer algunos peros, casi valdría más no saber lo que te espera que saberlo. Además íbamos a meternos en zonas vulgarmente conocidas como comanches, de esas que puedes tener verdaderos problemas si te pillan pero que de tanto en cuando se afrontan porque se tienen que hacer, en resumen que no es una ruta que recomendaría repetir a alguien no solamente por los motivos citados sino que tampoco la ciclabilidad es muy alta y eso solamente refiriéndome a los tramos donde es literalmente imposible circular, otra cosa es que tampoco puedas en los tramos que teóricamente sí se puede pero que no llegas a dar la talla por falta de potencia o técnica.

Empezamos desde can Penasso hacia Raixa por el camí vell aprovechando todo lo posible este itinerario y continuando desde las casas señoriales por el tramo inferior, mucho menos interesante que el de arriba a mi gusto aunque he de reconocer que es mucho más cómodo. Hay que circular después por la zona del torrente, ahí está mucho más perdido y no es hasta que entramos en terrenos de Pastoritx cuando mejora y gana amplitud. La idea era no subir por la ladera y entrar en Son Verí por las cuadras, suerte de encontrar la barrera de salida abierta y la de subida también, aunque supongo que por poco tiempo, hasta que conecten el motor, nada más.

Buena ascensión por pista que hasta parece que la han apisonado, tampoco hay problema para salir por la barrera peatonal de las casas y también hay cambios en la de salida que han movido de sitio y está abierta; primera parte comanche pasada con éxito y podemos relajarnos un poco ya que lo siguiente es franco, llegar al pueblo y comenzar la subida por es Cairats, podríamos haber cruzado por sa Coma pero no lo teníamos claro y para no indagar continuamos adelante sin parar. Hicimos una parada en la barrera de Son Moragues antes de afrontar las primeras rampas de esa empinada subida, tenía mi objetivo fijado en la primera curva cementada y me quedé a unos pocos metros, podría argumentar que me patinó la rueda de atrás y aunque realmente así fuera también no es menos cierto que si hubiera tenido más ritmo eso no hubiera pasado, mea culpa.

Parece mentira lo que llegamos a estar de desperdigados todo el grupo en un tramo tan corto de pista, no me preocupé por ello, ni en perseguir ni en dejar a nadie atrás, solamente en andar lo más posible sobre la bici y quedé contento con el resultado final, he ido tres veces este mes pero esta ha sido la primera acompañado y hay diferencia, no diría pique porque no los hay, ni siquiera de boquilla, pero algo influye, aunque también supongo que no tiene nada que ver si los competidores son o no de tu mismo grupo.

Reagrupamiento en la casa de neu para continuar un rato andando por una parte de camino más estropeada, al menos hasta salir del bosque y tener algunas opciones en las zonas más despejadas aunque al poco ya hay que desviarse y patear hasta la paret de partió donde podemos ya circular pero también conscientes de que nos estamos metiendo en la boca del lobo, no es lo mismo tirar enseguida hacia la cima, eso más o menos lo tiene asumido la propiedad, que tirar hacia abajo por la pista, esa pista que te lleva hasta las casas del Rei Sanxo y que tuve que bajar amb bones, porque es el terreno idóneo para reventar la rueda de atrás como ya me ha sucedido dos semanas seguidas. Nos reagrupamos en silencio junto a la barrera y aunque había personal dentro ni ellos ni los animales nos oyeron y pudimos pasar sin complicaciones. ¿qué hubiera pasado si nos interceptan? Buena pregunta y no sé la respuesta, nos la jugamos y ya está.

Continuamos pues por pista por el pla d'en Fideu sin forzar la máquina hasta que llegamos al campo de adiestramiento de perros que han montado donde hay un cruce y tras comprobar que nos fuimos por donde no era empezamos correctamente el ascenso del coll de Pastoritx, con unas rampas inasumibles, mucha pendiente, mucha hojarasca y poca tracción lo que las convierte en un reto casi imposible. Corto descanso arriba para empezar lo que iba a ser el plato fuerte del día, el descenso de ses Sitges, el cual solamente había hecho una vez y subiendo, la lejanía en el tiempo hace que mis recuerdos de esa excursión sean borrosos, ni siquiera me acuerdo de cuál fue la ruta completa pero de lo que es seguro es de que no había ningún problema de paso ni por Pastoritx ni por el Teix, hablo de cuando ni siquiera existía la actual pista hacia el pla de sa Serp.

Morriñas aparte, vamos a prepararnos para el descenso que de buenas a primeras parece factible aunque pronto nos damos cuenta de que podría ser mejor, terreno abandonado con el camino en general en malas condiciones por las piedras sueltas y numerosos árboles caídos y atravesados, no existe el mantenimiento, son zonas demasiado alejadas de las casas como para tener un interés que en primer lugar debe ser económico y si este no es posible supongo que simplemente se abandona, demasiado terreno a cubrir en estas fincas latifundistas. No digo que no se pueda bajar pero no es una bajada limpia ni rápida, hay que estar atento a numerosos inconvenientes.

Se me hizo larga, aunque más que por lo que comento porque en sí es larga, y eso que no la hicimos hasta el final, solo hasta la caseta de s'Ullastre que es donde más o menos recordaba que había podido subir rodando, a partir de ese punto se toma un desvío y es donde aparece un letrero colgado avisando de que estamos en una propiedad privada, ya lo estábamos pero es lo que decía, ahora esa es la nueva frontera. Lo que sigue no tiene nombre (aunque ya me han sugerido uno que tendré que comprobar) porque simplemente no hay nada si exceptuamos un primer tramo de viejo camino de carro hasta unas sitjes, después la nada, un simple sendero excursionista que serpentea por terrenos complicados bajo los acantilados de la coa de sa Rata yendo a enlazar con un antiguo punto civilizado, la Rota d'en Cotó, un abandonado emplazamiento agrícola encaramado en las alturas y seguramente de ínfima eficacia pero que sin embargo también estaba comunicado con otros puntos cercanos, bien de Pastoritx, bien de sa Muntanya, y a esta última nos dirigimos sin poder dar casi ninguna pedalada ya que la misma montaña se ha encargado con el tiempo de ir evaporando el camino hasta hacerlo intransitable, no es sitio para bicis, solamente al pasar la pared montaremos pero más que nada porque la propia inercia nos lleva para abajo, tampoco ese tramo merece una calificación más generosa que la que voy dando hasta ahora.

Llegamos por fin a la pista de sa Muntanya y podemos pedalear a gusto por una zona sin apenas desnivel y eso se nota en el ritmo vivo y continuo que llevamos, hay algunas barreras en ese tramo que, aunque abiertas, sí tienen botador para el caso de que estuvieran cerradas, de todos modos no vamos a pasar del porxo des pouet porque nos desviamos por el sembrado en busca del pas de sa Fesa, un corte natural en la ladera de la montaña aprovechado para unir varias zonas por el único paso posible. De todas maneras lo que continúa después no es plato de mi gusto, un sendero de tierra demasiado inclinado como para no perder el control de la máquina hacia un lado o hacia el otro, suspenso al canto. Le sigue pista pero parece que las restricciones de paso son evidentes ya que encontramos varias barreras todas ellas cerradas debiendo pasar por senderos alternativos que se ven bastante marcados por el paso de excursionistas aunque tampoco tuvimos problemas con nadie a pesar de tener que pasar por zonas muy despejadas.

Resto de ruta sin complicaciones hasta el punto de inicio si exceptuamos la vuelta donde nos vimos metidos en el atasco antes de llegar a la rotonda de Santa María donde nos iban dando paso entre pelotón y pelotón de ciclistas y estuvimos allí esperando al menos media hora larga, poco previsores, aparcando en Palmanyola lo hubiéramos solventado, no caímos y si alguien se dio cuenta no se le hizo caso pero tampoco me voy a poner en plan catastrofista y quejarme, estos días que he vuelto de Peguera a media tarde he visto casi lo mismo, colas en Portals y ¿a santo de qué?, al menos el sábado algunos quedaron contentos.