Va de broncas

Una semana de dudas debido a unas molestias en la espalda o más bien un poco más abajo es lo que he pasado, molestias que me dejaron ko para el sábado, tampoco la ruta propuesta por Alcúdia me era muy propicia por lo que dejé pasar el día de la mejor manera posible esperando que la lesión remitiera como parece que así ha sido en la mañana del domingo y he decidido salir a rodar un poco por nuestra montaña aprovechando que la tenemos cerca.

Aparte de los inconvenientes físicos propios también la bicicleta ha necesitado una revisión, quién ha rodado conmigo se habrá dado cuenta de la orquesta en que se ha convertido, chirridos y crujidos varios sin cesar amenizan nuestra ruta de principio a fin, por no hablar de otras pegas varias que aunque no impiden el rodar sí lo afectan en una u otra medida, y por ello ha estado unos días en el taller, ese que tengo abajo del todo anunciado en primera plana. La conclusión del mecánico es que soy un completo descuidado de la máquina, y es verdad, se podría decir que mientras ruede ya vale pero llega un momento en que el desajuste se cronifica por no decir que va en aumento paulatino. Buena bronca me llevé por dejar pasar estas situaciones sin tomar cartas en el asunto. Lo cierto es que ya tiene tanta acumulación de pegas que no hay más remedio que ir paso a paso y lo primero será cambiar la cadena de una vez por todas, lo intenté hace unos meses al cambiar el plato mediano cuando se me hizo imposible circular debido a los saltos de cadena hacia el exterior y lo que pasó es que sin cambiar la piñonera fue peor el remedio que la enfermedad ya que después saltaba en los piñones pero el resultado era el mismo, imposible circular, entonces volví a meter la cadena vieja hasta que me decidiera qué hacer en la rueda. Llevaba tiempo pensando en cambiar el desarrollo, pasar de 32 a 36 para poder ir más cómodo con el mediano y aprovechar todo su potencial con el pequeño, sé que no es lo más (teóricamente) recomendable el ir siempre con la cadena cruzada al piñón mayor pero tampoco me ha causado ningún quebranto en ese sentido por lo que me lleva a considerar que ese cambio puede ser una muy buena opción y es el que finalmente he acometido.

Al cambiar la piñonera se ha revisado el buje y me han sustituido un rodamiento gastado pero al quitar y volver a poner la rueda me encuentro que el disco roza en soporte de la pinza, no puede ser, si he venido rodando hasta casa y una hora después de toquetear, mirar y remirar he tenido que fabricar una arandela de plástico para poder volver a montarlo todo y que quede en su sitio, hay cosas que por más que uno las piense no les ves explicación y esta es una de ellas, aunque la tiene. El tema es que se puede rodar y si la espalda lo permite así lo haré el domingo.

Efectivamente, como comenté al principio, se han dado las condiciones para que así fuera y me he planteado hacer una subida larga para valorar el cambio realizado y me he decidido por subir a la Fita del Ram empezando desde Establiments aunque haya salido bastante temprano para lo que en mí es habitual, las ocho. Primer acercamiento hasta Bunyolí para encarar la subida de tierra que evidentemente he realizado más cómodo pero no más rápido que otras veces aunque eso ya lo suponía. Justo he empezado con otros dos compañeros desde el inicio y prácticamente he subido con uno de ellos todo el camino hasta la barrera donde hemos reagrupado ya que ellos también iban a la ermita. Realmente el tramo que me interesaba era el siguiente, el asfalto hasta arriba y he podido comprobar que sin tener que pasar a plato pequeño se puede llegar vivo a las antenas sin sufrir en exceso.

Me ha pasado una furgoneta grande en la última parte de ascenso y ha resultado que era de unos bikeros alemanes que hacían el remonte para dirigirse a Esporles según he podido saber, no me he podido enterar de más debido a la incapacidad manifiesta para comunicarnos debidamente, no sé si los otros dos les habrán comentado algo cuando han llegado porque yo me he ido por delante a hacer mi ruta. Como suponía he ganado en comodidad de pedaleo sin tener que jugar con los platos pero con el follón del disco también toqué el cambio y se ve que lo dejé un poco desajustado y me he tenido que conformar a ir con el 28, eso y la poca adherencia de la horquilla al terreno no me han dejado disfrutar como quisiera de esa parte. Me he parado a comer algo en el cruce de la cima y ha sido cuando ha llegado el grupo teutón y he salido tras ellos pero los he pasado al llegar a la pared porque uno ha roto algo por allí y ya no he vuelto a verles hasta la ermita donde se han ido a bajar supongo que hacia Son Poquet aunque no sé el track que seguían. Por mi parte quería yo bajar por el comellar de ses Puces por el que no había pasado en años, creo, y vi el enlace entre los dos caminos muy marcado, el resto muy rápido solamente con algunas zonas con las rocas más levantadas; no llegué al final, me desvié hacia la fuente y el área recreativa para volver por Son Malferit por donde volví a encontrarme con un grupo de excursionistas ya maduritos; también me crucé con otros compañeros de rodada pero no los reconocí en ese momento concentrado como iba en mirar al suelo, hoy me lo han reprochado.

Las conclusiones finales de esta salida han sido muy positivas, tanto a nivel físico ya que no se ha reproducido ninguna molestia de las que sentía la semana pasada aunque no hayan desaparecido del todo, esa es la verdad, y a nivel mecánico donde he podido disfrutar de la subida de principio a fin con mayor comodidad.


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