Los últimos kilómetros de la carretera del faro de Formentor son uno de los rincones más bellos y escarpados de la isla. Hasta hace varias décadas no existía ningún acceso terrestre para alcanzar el faro, al que sólo se podía llegar por mar. Desde la carretera se obtienen las mejores panorámicas de Cala Figuera. Pocos metros después de esta playa se cruza un túnel que salva la montaña del Fumat (334 m), la mayor altura de los alrededores. Los más aventureros pueden disfrutar de una sensación de vértigo si deciden aparcar el vehículo cerca del túnel y salvar ese tramo de carretera a pie, por la escalera que se construyó mientras se trabajaba en la perforación del túnel. Construida por l'amo en Joan Cerdà, bordea los peñascos y a la izquierda se observan acantilados de 200 metros.
Los acantilados de Formentor suponen un verdadero santuario botánico muy apreciado por los científicos. En la zona se conservan ejemplares difíciles de localizar en otros puntos de la isla, y también una de las aves más emblemáticas del litoral de Baleares, el halcón marino -Falco eleonorae-. En Mallorca se localiza una de las mayores densidades de cría del mundo de esta ave de rapiña que en otoño se instala en los acantilados más escarpados de la isla, de Sa Dragonera y Cabrera. Aprovecha el paso de las aves migratorias, por lo que nidifica a finales de verano y no en primavera, como la mayoría de aves. Observar al halcón cazando es uno de los espectáculos más interesantes de los que se puede gozar en Formentor.
En las proximidades de les Celles, en la finca de Formentor, se encuentran los terrenos que iban a convertirse en el primer campo de golf de Mallorca. De forma paralela a la construcción del hotel Formentor, en la década de los treinta, el artista y mecenas argentino Adán Diehl promovió la construcción de un campo de golf. Cuando las obras ya estaban avanzadas desistieron del proyecto al no encontrar el agua suficiente para el mantenimiento de las instalaciones. Estos últimos años se ha intentado recuperar la iniciativa, inviable hoy por el grado de protección de la zona.
Cala Figuera tiene una playa de arena y cantos rodados, con un fácil acceso desde la carretera del faro y carece de construcciones o servicios. La proximidad a la carretera incrementa su atractivo, por lo que suele estar muy frecuentada. En verano se encuentran varadas algunas pequeñas embarcaciones. Existe un escarpado camino de tierra que llega desde la carretera al agua. Aunque algunos vehículos todoterreno descienden, es aconsejable bajar a la cala a pie. Una de las singularidades de esta playa es su formación geológica. Desde tierra mirando al mar, las paredes de la derecha son de piedra y las de la izquierda son de arenisca, conocida en Mallorca como marés, un material muy utilizado en la construcción tradicional. Entre Cala Figuera y el Cap de Formentor se encuentra el Racó des Xot, prácticamente insignificante para el baño. El acceso es muy escarpado.
Cala Figuera es la última playa de la costa de Tramuntana antes de cruzar el Cap de Formentor. Abierta al norte-noreste, es profunda con fondo de arena y fragmentos de piedras. Se encuentra a milla y media del cap de Formentor y permite el fondeo en la entrada de la cala, a 5 metros. La cala se encuentra al oeste de la Punta d'en Tomàs y es peligrosa con vientos de fuerza.
Ficha 71 de la Guía Aérea del litoral de Mallorca, editada por Diario de Mallorca (está resumida).
Los acantilados de Formentor suponen un verdadero santuario botánico muy apreciado por los científicos. En la zona se conservan ejemplares difíciles de localizar en otros puntos de la isla, y también una de las aves más emblemáticas del litoral de Baleares, el halcón marino -Falco eleonorae-. En Mallorca se localiza una de las mayores densidades de cría del mundo de esta ave de rapiña que en otoño se instala en los acantilados más escarpados de la isla, de Sa Dragonera y Cabrera. Aprovecha el paso de las aves migratorias, por lo que nidifica a finales de verano y no en primavera, como la mayoría de aves. Observar al halcón cazando es uno de los espectáculos más interesantes de los que se puede gozar en Formentor.
En las proximidades de les Celles, en la finca de Formentor, se encuentran los terrenos que iban a convertirse en el primer campo de golf de Mallorca. De forma paralela a la construcción del hotel Formentor, en la década de los treinta, el artista y mecenas argentino Adán Diehl promovió la construcción de un campo de golf. Cuando las obras ya estaban avanzadas desistieron del proyecto al no encontrar el agua suficiente para el mantenimiento de las instalaciones. Estos últimos años se ha intentado recuperar la iniciativa, inviable hoy por el grado de protección de la zona.
Cala Figuera tiene una playa de arena y cantos rodados, con un fácil acceso desde la carretera del faro y carece de construcciones o servicios. La proximidad a la carretera incrementa su atractivo, por lo que suele estar muy frecuentada. En verano se encuentran varadas algunas pequeñas embarcaciones. Existe un escarpado camino de tierra que llega desde la carretera al agua. Aunque algunos vehículos todoterreno descienden, es aconsejable bajar a la cala a pie. Una de las singularidades de esta playa es su formación geológica. Desde tierra mirando al mar, las paredes de la derecha son de piedra y las de la izquierda son de arenisca, conocida en Mallorca como marés, un material muy utilizado en la construcción tradicional. Entre Cala Figuera y el Cap de Formentor se encuentra el Racó des Xot, prácticamente insignificante para el baño. El acceso es muy escarpado.
Cala Figuera es la última playa de la costa de Tramuntana antes de cruzar el Cap de Formentor. Abierta al norte-noreste, es profunda con fondo de arena y fragmentos de piedras. Se encuentra a milla y media del cap de Formentor y permite el fondeo en la entrada de la cala, a 5 metros. La cala se encuentra al oeste de la Punta d'en Tomàs y es peligrosa con vientos de fuerza.
Ficha 71 de la Guía Aérea del litoral de Mallorca, editada por Diario de Mallorca (está resumida).
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