Salida multitudinaria con bastante gente. Aquí no se amilana nadie; si hay que llorar se llora, pero se viene; aunque algunos de los que habían confirmado la asistencia no se presentaron (esperemos que por problemas menores). Como la norma no escrita del grupo es que no se espera a nadie pues el retraso de cualquiera no afecta al resto. Otra cosa es cuando las incidencias se producen ya en marcha: averías mecánicas o daños personales. Allí cada uno aporta lo que sabe, y el que no, espera. Esto puede provocar una risita maliciosa (por no decir palabras mayores) entre alguno de los miembros de ayer que se vieron afectados por una de esas averías y que además fueron abandonados por el resto, encontrándose en la tesitura de tener que elegir entre dos opciones, que a la postre fué la equivocada y la más larga. Como nos encontramos en la llegada hubo tiempo para explicaciones pero el malentendido ya se había producido. Cierto que es difícil que se produzcan situaciones verdaderamente desesperantes o peligrosas debido al conocimiento de las rutas por parte de los integrantes pero ayer había alguno que recorría esos caminos por vez primera.
Apunté alguna idea para tratar de minimizar estos inconvenientes: llevar talkies; pero eso implica que los que los llevan tienen que ir siempre en primera y última posición. Para la primera tenemos voluntario, pero ¿para la última? No somos una empresa de salidas; todo el mundo se lo quiere pasar bien y si eso implica ir delante, pues se va. Por eso esta opción parece descartada, aunque por lo que pueden molestar en una mochila tampoco pasaría nada si se llevaran. No sobrarían en el caso de una exploración hacia puntos distintos donde podemos quedar un poco desorientados.
Otra opción sería tener con antelación un mapa con el itinerario con unos puntos de control que todo el mundo conociera y supiera llegar a ellos para que en caso de pérdida o retraso, nos pudiéramos encontrar allí. Ello implicaría varias cosas: 1. Más trabajo para el encargado de preparar las salidas. 2. Que al inicio de la excursión todos los presentes declararan si conocen o no el recorrido y los puntos de control y, en caso contrario, que se asignaran tutores entre los que lo conocen y los que no.
Dado que hay algunos que llevan teléfono móvil asegurarse de tener en la agenda los números de los otros integrantes que lo lleven. Quiero decir con todo esto que la responsabilidad de lo que nos pueda ocurrir será solo nuestra en gran medida por lo que sería conveniente que pusiéramos en práctica alguna medida de precaución con antelación; ya habrá tiempo para hablar de bicis más adelante.
Estuve hojeando una página de seguros por internet dónde ofrecían pólizas para ciclistas por poco dinero al año, unos 45€, pero al leer la letra pequeña constaté que todos los percances contemplados implicaban la participación de un vehículo a motor; con lo que es una opción que se nos presentará poco, aunque ayer poco faltó para que se produjera; lo ví muy cerca.
Si la posesión de la licencia de federación implica un seguro que nos cubre las contingencias en la práctica de la BTT, sea en grupo o en solitario, la valoraría en su justa medida. Casos de accidentes no faltan. Dado que la página de la federación no se encuentra operativa en estos momentos lo comprobaré más adelante.
Apunté alguna idea para tratar de minimizar estos inconvenientes: llevar talkies; pero eso implica que los que los llevan tienen que ir siempre en primera y última posición. Para la primera tenemos voluntario, pero ¿para la última? No somos una empresa de salidas; todo el mundo se lo quiere pasar bien y si eso implica ir delante, pues se va. Por eso esta opción parece descartada, aunque por lo que pueden molestar en una mochila tampoco pasaría nada si se llevaran. No sobrarían en el caso de una exploración hacia puntos distintos donde podemos quedar un poco desorientados.
Otra opción sería tener con antelación un mapa con el itinerario con unos puntos de control que todo el mundo conociera y supiera llegar a ellos para que en caso de pérdida o retraso, nos pudiéramos encontrar allí. Ello implicaría varias cosas: 1. Más trabajo para el encargado de preparar las salidas. 2. Que al inicio de la excursión todos los presentes declararan si conocen o no el recorrido y los puntos de control y, en caso contrario, que se asignaran tutores entre los que lo conocen y los que no.
Dado que hay algunos que llevan teléfono móvil asegurarse de tener en la agenda los números de los otros integrantes que lo lleven. Quiero decir con todo esto que la responsabilidad de lo que nos pueda ocurrir será solo nuestra en gran medida por lo que sería conveniente que pusiéramos en práctica alguna medida de precaución con antelación; ya habrá tiempo para hablar de bicis más adelante.
Estuve hojeando una página de seguros por internet dónde ofrecían pólizas para ciclistas por poco dinero al año, unos 45€, pero al leer la letra pequeña constaté que todos los percances contemplados implicaban la participación de un vehículo a motor; con lo que es una opción que se nos presentará poco, aunque ayer poco faltó para que se produjera; lo ví muy cerca.
Si la posesión de la licencia de federación implica un seguro que nos cubre las contingencias en la práctica de la BTT, sea en grupo o en solitario, la valoraría en su justa medida. Casos de accidentes no faltan. Dado que la página de la federación no se encuentra operativa en estos momentos lo comprobaré más adelante.
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