Había pensado en hacer una ruta el sábado que finalmente aplacé y pensé en salir por Valldemossa yo solo hasta que recibí una llamada de Carlos invitándome a salir con él que a su vez había sido invitado por un amigo suyo a participar en la ruta que tenía programada con su grupo por la zona de Alaró, y acepté. Nos vimos en su casa y partimos juntos para allá aunque antes me había pasado por la gasolinera para comprobar las presiones de las ruedas, no más de un kilo llevaba y le metí uno más, a dos y poco las dejé.
El grupo que había programado la ruta venía desde Llucmajor y se la habían descargado de Wikiloc por lo que no sabía exactamente qué querían hacer, subir al Pla des Pouet y recorrer Coanegra era seguro. Ya me iba bien porque hacía bastante que no pasaba por esos recorridos. Así pues, una vez que ha aparecido Juan que ha llegado tardísimo, nos hemos puesto en marcha hacia Son Penyaflor. La subida es bastante facilona, completamente ciclable y con un desnivel muy asequible, por lo que la dificultad principal te la impones tú mismo con tu propio ritmo. Reagrupamiento en la explanada del restaurante para esperar a los rezagados y se nos ha juntado otro bikero al que había pasado en la subida, después, hablando con él, me ha confesado que era su primera vez y ha declinado mi oferta de unirse al grupo para continuar con el periplo, supongo que quería saborear la ruta paso a paso sin interferencias.
Foto de grupo arriba y preparación para el descenso aunque para ese descenso el secreto está más en la cabeza que en la bici ya que tiene algunos pasos y curvas que requieren de mucha habilidad y dominio de la máquina y si ésta además ayuda un poco, mejor que mejor. Así pues, como hemos podido hemos llegado abajo y de abajo hasta la carretera y allí me he dado cuenta de que está señalado el ramal de subida hacia el Pas de s'Escaleta, no lo sabía, que aunque sea la continuación natural del itinerario desde Alaró era el menos utilizado y de hecho ni está señalado en la web del Consell.
Parte del grupo se lanza cuesta abajo y nos espera en Orient donde echamos un vistazo al track y al ver que sigue por carretera propongo dejarla de lado y circular por donde corresponde, por montaña, y llegar al mismo sitio por el Pas de s'Estaló, no conocen ni una variante ni la otra así que no tienen muchos argumentos con los que contrarrestar la oferta y aceptan la propuesta sin poner muchos peros. Nos metemos por la barrera equivocada aunque éso da pie a probar algunas cerezas que por lo que comentaron ya estaban casi en su punto. Subida corta hasta el paso y es tiempo de comer algo mientras discuto con Juan la posibilidad de avanzar un poco más y hacer la bajada más limpia completa pero prefiere tirarse directamente por la pista que a mí no me gusta nada, demasiadas piedras sueltas para disfrutarla debidamente, y si además le sumamos un exceso de presión en los neumáticos (dos kilos para mí son muchos, me siento inseguro con esas presiones), menos aún, y así y todo bajamos por ahí y en unos pocos minutos estamos en el cruce de Santa María donde comprueban que efectivamente volvemos a estar sobre la traza.
Tendría que revisar en los papeles cuándo fue la última vez que pasé por allí, Juan me hablaba de unas senderistas a las que casi atropellamos pero sigo siendo incapaz de acordarme del hecho aunque algo parecido ocurrió en el camí des Grau con algunos pobleros antes de poner la señal. La primera parte, la más rápida, no tiene mucha dificultad, algunas piedras, algunos escalones al límite (o más) de mis suspensiones, algunas losas en subida y la zona de la losa de bajada, la más técnica, donde alguno probó por un lado y otro por el camino aunque lo tuvimos que cazar al vuelo al salir rebotado en una piedra, parece fácil pero no lo es tanto.
Algunas fotos en el último tramo que no acabaron de convencer al fotógrafo por falta de velocidad y en un santiamén estábamos en el torrente. Comprobamos la hora y era pronto así que a Juan se le ocurre la maravillosa idea de coger el camí des Guix en lugar de volver rodando por asfalto a Alaró. Debo reconocer que no lo había pensado y desde luego no estaba en el track que llevaban ellos, tampoco lo conocían y excepto dos que tenían hora fija de llegada los demás no opusieron demasiada resistencia a ir por el desvío. Otra cosa muy diferente es la opinión que tenían cuando vieron la pista de subida y el pateo que viene a continuación y yo creo que más por la cara desencajada que llevaba Juan al llegar arriba totalmente arrepentido de haber lanzado la propuesta, quería pero no podía y solamente el pundonor o la vergüenza hizo que subiera hasta arriba. Sea como sea todo el mundo superó las dificultades y pudimos llegar a lo alto del coll de s'Era sin desfallecer en el intento.
Algunas pastillas de freno se fundieron en la bajada que viene a continuación, en cuestión de minutos estás en el pueblo y al no ser muy tarde dio tiempo para la última charla, después cada mochuelo a su olivo a reponer fuerzas y sacar conclusiones.
El grupo que había programado la ruta venía desde Llucmajor y se la habían descargado de Wikiloc por lo que no sabía exactamente qué querían hacer, subir al Pla des Pouet y recorrer Coanegra era seguro. Ya me iba bien porque hacía bastante que no pasaba por esos recorridos. Así pues, una vez que ha aparecido Juan que ha llegado tardísimo, nos hemos puesto en marcha hacia Son Penyaflor. La subida es bastante facilona, completamente ciclable y con un desnivel muy asequible, por lo que la dificultad principal te la impones tú mismo con tu propio ritmo. Reagrupamiento en la explanada del restaurante para esperar a los rezagados y se nos ha juntado otro bikero al que había pasado en la subida, después, hablando con él, me ha confesado que era su primera vez y ha declinado mi oferta de unirse al grupo para continuar con el periplo, supongo que quería saborear la ruta paso a paso sin interferencias.
Foto de grupo arriba y preparación para el descenso aunque para ese descenso el secreto está más en la cabeza que en la bici ya que tiene algunos pasos y curvas que requieren de mucha habilidad y dominio de la máquina y si ésta además ayuda un poco, mejor que mejor. Así pues, como hemos podido hemos llegado abajo y de abajo hasta la carretera y allí me he dado cuenta de que está señalado el ramal de subida hacia el Pas de s'Escaleta, no lo sabía, que aunque sea la continuación natural del itinerario desde Alaró era el menos utilizado y de hecho ni está señalado en la web del Consell.
Parte del grupo se lanza cuesta abajo y nos espera en Orient donde echamos un vistazo al track y al ver que sigue por carretera propongo dejarla de lado y circular por donde corresponde, por montaña, y llegar al mismo sitio por el Pas de s'Estaló, no conocen ni una variante ni la otra así que no tienen muchos argumentos con los que contrarrestar la oferta y aceptan la propuesta sin poner muchos peros. Nos metemos por la barrera equivocada aunque éso da pie a probar algunas cerezas que por lo que comentaron ya estaban casi en su punto. Subida corta hasta el paso y es tiempo de comer algo mientras discuto con Juan la posibilidad de avanzar un poco más y hacer la bajada más limpia completa pero prefiere tirarse directamente por la pista que a mí no me gusta nada, demasiadas piedras sueltas para disfrutarla debidamente, y si además le sumamos un exceso de presión en los neumáticos (dos kilos para mí son muchos, me siento inseguro con esas presiones), menos aún, y así y todo bajamos por ahí y en unos pocos minutos estamos en el cruce de Santa María donde comprueban que efectivamente volvemos a estar sobre la traza.
Tendría que revisar en los papeles cuándo fue la última vez que pasé por allí, Juan me hablaba de unas senderistas a las que casi atropellamos pero sigo siendo incapaz de acordarme del hecho aunque algo parecido ocurrió en el camí des Grau con algunos pobleros antes de poner la señal. La primera parte, la más rápida, no tiene mucha dificultad, algunas piedras, algunos escalones al límite (o más) de mis suspensiones, algunas losas en subida y la zona de la losa de bajada, la más técnica, donde alguno probó por un lado y otro por el camino aunque lo tuvimos que cazar al vuelo al salir rebotado en una piedra, parece fácil pero no lo es tanto.
Algunas fotos en el último tramo que no acabaron de convencer al fotógrafo por falta de velocidad y en un santiamén estábamos en el torrente. Comprobamos la hora y era pronto así que a Juan se le ocurre la maravillosa idea de coger el camí des Guix en lugar de volver rodando por asfalto a Alaró. Debo reconocer que no lo había pensado y desde luego no estaba en el track que llevaban ellos, tampoco lo conocían y excepto dos que tenían hora fija de llegada los demás no opusieron demasiada resistencia a ir por el desvío. Otra cosa muy diferente es la opinión que tenían cuando vieron la pista de subida y el pateo que viene a continuación y yo creo que más por la cara desencajada que llevaba Juan al llegar arriba totalmente arrepentido de haber lanzado la propuesta, quería pero no podía y solamente el pundonor o la vergüenza hizo que subiera hasta arriba. Sea como sea todo el mundo superó las dificultades y pudimos llegar a lo alto del coll de s'Era sin desfallecer en el intento.
Algunas pastillas de freno se fundieron en la bajada que viene a continuación, en cuestión de minutos estás en el pueblo y al no ser muy tarde dio tiempo para la última charla, después cada mochuelo a su olivo a reponer fuerzas y sacar conclusiones.