Por fin ya es viernes...y la verdad es que estamos como el lunes, sin tener confirmación de casi nadie sobre la proposición que lancé, parece como si los bikeros se escondieran debajo de las piedras. La verdad es que el verano ha empezado con fuerza pero hay que sobreponerse a las adversidades y afrontarlas así que un paseo por la Mola de Son Pacs me rondaba por la cabeza al haber descartado el tour por s'Arracó.
Carlos cuando decide salir se mueve por su cuenta y me comenta que ha hablado con los representantes de varios grupos y ha recibido varias ofertas, una de ellas plantea una salida conjunta chinchetas-morcibikers, aunque no sé si creérmelo del todo porque no veo ese anuncio por ningún lado pero me fío de lo que me dice aunque sea a medias. A última hora se descuelgan los Rovellats por avería mecánica del medio de transporte, vulgarmente llamado coche, y así que nos ves a nosotros dos circulando temprano por la desierta Palma hacia las afueras sin saber si nos vamos a encontrar a uno o a veintiuno.
A quién vimos sentado tranquilamente en un bar antes de llegar fue a Mateo, el supuesto promotor de la ruta, y le pegué dos gritos a lo que me respondió con cara de extrañeza que a su vez me contagió. No paramos, ese fue el error, continuamos hacia el teórico punto de reunión y allí no había ni dios, dimos unas vueltas hasta que uno que pasaba por allí nos avisa de que ha visto otros bikeros en otro parking y hacia allá vamos pero ya no estaban así que volvemos al punto inicial y seguía sin aparecer nadie. Estaba claro que conociendo la puntualidad morcilla había habido un error así que casi estirando de la camiseta a Carlos le obligo a irnos de allí, haremos lo que tenía en mente desde un principio.
Lo primero es llegar a Esporles y recortamos por la barriada lo máximo posible para salir a la carretera de Sarrià y desde allí al Muntant, ahora sí toca carretera pero son solo un par de kilómetros hasta el coll. Ya investigué en su día algún ramal del camino antiguo pero no encontré el enlace entre el ramal de Palma y el de Esporles por lo que tuve que circular por los caminos internos de s'Hort de Sarrià sin éxito y ya no quiero repetirlo.
Nos desviamos por la bajada hacia la gasolinera y cruzamos el pueblo hacia el aparcamiento de las afueras callejeando por las calles empedradas y escalonadas hasta encontrar el inicio del camí des Pescadors dejando de lado el que nos enfila hacia la Costa de Son Dameto para no liarla cerca de las casas, tendré paciencia y veremos cómo acaba todo ésto. Como decía, seguimos recto y hacemos el camino que tantas veces hemos repetido y al llegar a la carretera descendemos un poco para continuar hacia Mirant de Mar. Justo en el cruce somos embestidos por el pelotón sectario mientras vamos repartiendo saludos a diestro y siniestro, solamente unos cuantos se paran a contemporizar un poco intrigados cuando se dieron cuenta de que ellos y nosotros íbamos al mismo sitio pero en sentido contrario y cuando quisieron avisar al resto éstos ya no estaban y la conexión telefónica falló con lo que no les quedó otra que ir tras ellos y continuar por su ruta conocida mientras nosotros continuamos con nuestro plan inicial y llegamos al mirador.
Allí paramos un momento para tomar alimento y se nos acercó un vecino, un señor bastante mayor con el que charlamos unos minutos y desde luego aprovechamos para que nos contara algunas historias del lugar tanto propias como ajenas. Son ojos que han visto en primera persona el paso del tiempo sobre estos montes y posesiones y que lo recuerdan con verdadera pasión. Un placer escucharle.
Nos despedimos y vamos a hacer el tramo que hicimos el otro día en bajada ahora de subida, y es fácil, duro pero factible si tienes cuerpo para superarlo pero ayer me sentía un poco cansado, se ve que el entreno del jueves no fue suficiente, sí en kilometraje ya que aunque tan solo tenía previsto ir a saludar a los colegas a Santa María entre pitos y flautas me fui con ellos hasta Alaró y de tiempo creo que estuvo bien, no llegué a las dos horas y media entre la ida y la vuelta sin hacer machadas. Lo que digo es que quizás me falte otro día de salida entre semana para empezar a recuperar forma. El resto de camino hasta los viales de la urbanización es un poco más fácil. Dimos un paseo hasta la carretera donde hubo que tomar una decisión, o volver por asfalto o seguir con el plan, después de hacerse el remolón unos minutos accede a continuar hasta el coll de sa Basseta aunque plantea la opción de bajar directos desde allí, ya habrá tiempo de hacer que cambie de opinión.
Efectivamente, después de comer algo junto al poste, le conmino a seguir la ruta apoyándome en la corta duración de la subida por un terreno cómodo y acepta a regañadientes y en pocos minutos ya podemos empezar a dar las primeras pedaladas. Ahora sí estamos arriba del todo y encontrar la bajada GR no es difícil dado que el sendero está ya muy marcado y con bastantes hitos. Entonces es cuando empieza a acordarse de que sí ha estado por allí, yo recordaba una frase suya pero él mismo la encontró un poco exagerada. La bajada es técnica pero factible, esto quiere decir que el que no domine la bici hará muchos pies o hasta algún tramo andando pero sin llegar al agobio. De hecho no tardamos casi nada en llegar al Coll de Sant Jordi y allí acabó por acordarse del todo.
En realidad todo lo que habíamos hecho hasta el momento era la aproximación, el verdadero leitmotiv de la salida venía a continuación pero ya el cuerpo le pedía cama y no hubo manera de convencerle así que continuamos en llano hasta la pista principal donde la pillamos de bajada y mientras íbamos bajando intentaba imaginar cómo fue el día que la subimos porque si realmente estaba como estaba ayer debimos sufrir lo indecible. Pero en cambio el tramo de la Font de s'Obi hasta la barrera es casi un paseo, un poco amargo al final al comprobar de qué manera han demostrado que no quieren a nadie por allí.
Ya la vuelta fue todo por asfalto aunque porque quiso, más que nada por la urgencia de la vuelta y por pillar algo fresco en la gasolinera, así que contentos por haber hecho una vuelta diferente, con un poco de todo, sin agobios ni averías, y que se merece, a mi entender, un puesto en el blog siempre y cuando se mejore el tramo final de bajada de la Mola con una variante que ya está decidida.
Carlos cuando decide salir se mueve por su cuenta y me comenta que ha hablado con los representantes de varios grupos y ha recibido varias ofertas, una de ellas plantea una salida conjunta chinchetas-morcibikers, aunque no sé si creérmelo del todo porque no veo ese anuncio por ningún lado pero me fío de lo que me dice aunque sea a medias. A última hora se descuelgan los Rovellats por avería mecánica del medio de transporte, vulgarmente llamado coche, y así que nos ves a nosotros dos circulando temprano por la desierta Palma hacia las afueras sin saber si nos vamos a encontrar a uno o a veintiuno.
A quién vimos sentado tranquilamente en un bar antes de llegar fue a Mateo, el supuesto promotor de la ruta, y le pegué dos gritos a lo que me respondió con cara de extrañeza que a su vez me contagió. No paramos, ese fue el error, continuamos hacia el teórico punto de reunión y allí no había ni dios, dimos unas vueltas hasta que uno que pasaba por allí nos avisa de que ha visto otros bikeros en otro parking y hacia allá vamos pero ya no estaban así que volvemos al punto inicial y seguía sin aparecer nadie. Estaba claro que conociendo la puntualidad morcilla había habido un error así que casi estirando de la camiseta a Carlos le obligo a irnos de allí, haremos lo que tenía en mente desde un principio.
Lo primero es llegar a Esporles y recortamos por la barriada lo máximo posible para salir a la carretera de Sarrià y desde allí al Muntant, ahora sí toca carretera pero son solo un par de kilómetros hasta el coll. Ya investigué en su día algún ramal del camino antiguo pero no encontré el enlace entre el ramal de Palma y el de Esporles por lo que tuve que circular por los caminos internos de s'Hort de Sarrià sin éxito y ya no quiero repetirlo.
Nos desviamos por la bajada hacia la gasolinera y cruzamos el pueblo hacia el aparcamiento de las afueras callejeando por las calles empedradas y escalonadas hasta encontrar el inicio del camí des Pescadors dejando de lado el que nos enfila hacia la Costa de Son Dameto para no liarla cerca de las casas, tendré paciencia y veremos cómo acaba todo ésto. Como decía, seguimos recto y hacemos el camino que tantas veces hemos repetido y al llegar a la carretera descendemos un poco para continuar hacia Mirant de Mar. Justo en el cruce somos embestidos por el pelotón sectario mientras vamos repartiendo saludos a diestro y siniestro, solamente unos cuantos se paran a contemporizar un poco intrigados cuando se dieron cuenta de que ellos y nosotros íbamos al mismo sitio pero en sentido contrario y cuando quisieron avisar al resto éstos ya no estaban y la conexión telefónica falló con lo que no les quedó otra que ir tras ellos y continuar por su ruta conocida mientras nosotros continuamos con nuestro plan inicial y llegamos al mirador.
Allí paramos un momento para tomar alimento y se nos acercó un vecino, un señor bastante mayor con el que charlamos unos minutos y desde luego aprovechamos para que nos contara algunas historias del lugar tanto propias como ajenas. Son ojos que han visto en primera persona el paso del tiempo sobre estos montes y posesiones y que lo recuerdan con verdadera pasión. Un placer escucharle.
Nos despedimos y vamos a hacer el tramo que hicimos el otro día en bajada ahora de subida, y es fácil, duro pero factible si tienes cuerpo para superarlo pero ayer me sentía un poco cansado, se ve que el entreno del jueves no fue suficiente, sí en kilometraje ya que aunque tan solo tenía previsto ir a saludar a los colegas a Santa María entre pitos y flautas me fui con ellos hasta Alaró y de tiempo creo que estuvo bien, no llegué a las dos horas y media entre la ida y la vuelta sin hacer machadas. Lo que digo es que quizás me falte otro día de salida entre semana para empezar a recuperar forma. El resto de camino hasta los viales de la urbanización es un poco más fácil. Dimos un paseo hasta la carretera donde hubo que tomar una decisión, o volver por asfalto o seguir con el plan, después de hacerse el remolón unos minutos accede a continuar hasta el coll de sa Basseta aunque plantea la opción de bajar directos desde allí, ya habrá tiempo de hacer que cambie de opinión.
Efectivamente, después de comer algo junto al poste, le conmino a seguir la ruta apoyándome en la corta duración de la subida por un terreno cómodo y acepta a regañadientes y en pocos minutos ya podemos empezar a dar las primeras pedaladas. Ahora sí estamos arriba del todo y encontrar la bajada GR no es difícil dado que el sendero está ya muy marcado y con bastantes hitos. Entonces es cuando empieza a acordarse de que sí ha estado por allí, yo recordaba una frase suya pero él mismo la encontró un poco exagerada. La bajada es técnica pero factible, esto quiere decir que el que no domine la bici hará muchos pies o hasta algún tramo andando pero sin llegar al agobio. De hecho no tardamos casi nada en llegar al Coll de Sant Jordi y allí acabó por acordarse del todo.
En realidad todo lo que habíamos hecho hasta el momento era la aproximación, el verdadero leitmotiv de la salida venía a continuación pero ya el cuerpo le pedía cama y no hubo manera de convencerle así que continuamos en llano hasta la pista principal donde la pillamos de bajada y mientras íbamos bajando intentaba imaginar cómo fue el día que la subimos porque si realmente estaba como estaba ayer debimos sufrir lo indecible. Pero en cambio el tramo de la Font de s'Obi hasta la barrera es casi un paseo, un poco amargo al final al comprobar de qué manera han demostrado que no quieren a nadie por allí.
Ya la vuelta fue todo por asfalto aunque porque quiso, más que nada por la urgencia de la vuelta y por pillar algo fresco en la gasolinera, así que contentos por haber hecho una vuelta diferente, con un poco de todo, sin agobios ni averías, y que se merece, a mi entender, un puesto en el blog siempre y cuando se mejore el tramo final de bajada de la Mola con una variante que ya está decidida.