Se me informó entre semana de los planes de Xisco para el sábado, era una ruta por la zona de Pòrtol, y como ya la hicimos juntos el año pasado y al no haber vuelto por mi cuenta en todo este tiempo, me pareció interesante volver a repetirla y coincidir con el grupo de pobleros y no tan pobleros que se arrejuntan en esas convocatorias.
En principio tenía que ser la misma que la anterior aunque por si acaso el promotor había preparado alguna variante por si hacía falta improvisar. Hacen falta bastantes salidas por la zona para controlar mínimamente el lugar ya que se han abierto muchos senderos al margen de los ya establecidos sobre todo por obra y gracia de los descenders, y que no se lo tomen a mal, es que es así.
Lo que no iba a hacer era salir con ellos desde Binissalem, a ellos les viene bien pero a mí me pilla lejos así que decidimos un punto intermedio y yo saldré desde casa. Calculo que con una hora tendré suficiente para llegar yendo a un ritmo tranquilo como así ha sido porque cuando llego a Santa Eugènia aún no han llegado y los estaba esperando en el pueblo convencido de que aparecían por el polideportivo pero no, lo hicieron por otro camino y no los vi, así que hasta que no recibí una llamada de teléfono no supe que habían llegado.
Empecé detrás de ellos por el cuestón de hormigón y tierra que sube directo desde la carretera hasta el monumento del Sagrat Cor, un repecho importante pero no imposible de superar aunque tuve que hacer un pie antes de llegar arriba donde me estaban esperando Emilio, Tòfol, Xavi y Joana, de los más fieles del paquete, y dos más que no conocía, Xisco y Toni, aparte del sherpa. Presentados e inmortalizados en unas fotos proseguimos viaje hasta ses Coves para rutear después por las faldas del puig de Son Seguí para desviarnos después hacia las alturas siguiendo las indicaciones del GPS debido a los numerosos cruces y cambios de tipología del itinerario, ora pista, ora sendero, siempre en dirección sur para desviarnos en un punto determinado en dirección norte coincidiendo con el descenso hasta alcanzar el camí d'Olessa y llegar a la carretera para pasar al camí del jardí d'en Ferrer.
No vamos a llegar a la autopista por ahora sino que vamos a realizar un bucle de subida por una pista ancha para enlazar con el circuito de descenso y la verdad es que no me acordaba, creo que solamente lo he hecho en un par de ocasiones y no se me queda grabado. Comimos algo junto a uno de los saltos más grandes y Xavi aprovechó para lucirse en ése y otro que nos encontramos, el resto a mirar e intentar hacerlo lo mejor posible en el resto de circuito.
Ahora sí nos vamos hacia la autopista dónde el camino se enfila hacia las últimas casas pero han cerrado la barrera y con ésto y la proximidad de las casas con bastante gente por allí cerca hace que nos demos media vuelta y pensemos en otras alternativas. Básicamente se trata de volver a la carretera sin realizar el bucle por sa Cabaneta y subir directos hacia las alturas de Puntiró adonde desembocamos en el asfalto a través de un sendero. No circulamos mucho por el vial porque casi enseguida volvemos a meternos por un sendero que atraviesa una pared con rejilla para volver a entrar en los terrenos de Son Seguí. Ese sendero desemboca en la pista principal muy cerca de Cas Garriguer (mejor que no te vea) y seguimos en ascenso hacia lo alto de la montaña. Buena subida, a ritmo vivo, forzando y llegando con buena nota arriba, casi arriba mejor dicho, porque en el cruce de la ermita nos fuimos directos hacia la bajada donde tras unos instantes de espera para que alguno se pusiera las protecciones la emprendimos con ganas.
Tuve que quitar a Joana (es una forma de hablar) de en medio para poder bajar a gusto, delante tenía a algunos pero en esos primeros metros sin poder pasarla me cogieron ventaja y ya no los vi más. Esta sí es una bajada en condiciones, no muy técnica pero lo suficientemente rápida como para tener que estar muy atento y muy larga, más de lo que recordaba. También, viendo el track, se ve que en la ida la hemos cruzado pero me es imposible recordar por donde.
Después de esperar un rato abajo a los rezagados por un pinchazo volvimos todos al pueblo por ses Coves y en la carretera nos despedimos para volver a desandar lo andado en la ida aunque pronto me arrepentí y volví al llogaret para volver por el camino de tierra pero no lo hice correctamente y volví a aparecer a la carretera no muy lejos de donde la había dejado. Para no volver a ver los mismos paisajes opté por llegar a Santa María y bajar por la comarcal hasta el aeródromo que rodeé por el carril y volver a casa por Son Gibert.
Ni que decir que acabé fundido, bien por la distancia, bien por el calor, más bien por lo primero porque entre ir y volver se sumaron casi cuarenta kilómetros más y eso sumado a la presión que llevaba en las ruedas no me extraña que acabara por los suelos, tener que pedalear duro hacia abajo debe significar algo.
En principio tenía que ser la misma que la anterior aunque por si acaso el promotor había preparado alguna variante por si hacía falta improvisar. Hacen falta bastantes salidas por la zona para controlar mínimamente el lugar ya que se han abierto muchos senderos al margen de los ya establecidos sobre todo por obra y gracia de los descenders, y que no se lo tomen a mal, es que es así.
Lo que no iba a hacer era salir con ellos desde Binissalem, a ellos les viene bien pero a mí me pilla lejos así que decidimos un punto intermedio y yo saldré desde casa. Calculo que con una hora tendré suficiente para llegar yendo a un ritmo tranquilo como así ha sido porque cuando llego a Santa Eugènia aún no han llegado y los estaba esperando en el pueblo convencido de que aparecían por el polideportivo pero no, lo hicieron por otro camino y no los vi, así que hasta que no recibí una llamada de teléfono no supe que habían llegado.
Empecé detrás de ellos por el cuestón de hormigón y tierra que sube directo desde la carretera hasta el monumento del Sagrat Cor, un repecho importante pero no imposible de superar aunque tuve que hacer un pie antes de llegar arriba donde me estaban esperando Emilio, Tòfol, Xavi y Joana, de los más fieles del paquete, y dos más que no conocía, Xisco y Toni, aparte del sherpa. Presentados e inmortalizados en unas fotos proseguimos viaje hasta ses Coves para rutear después por las faldas del puig de Son Seguí para desviarnos después hacia las alturas siguiendo las indicaciones del GPS debido a los numerosos cruces y cambios de tipología del itinerario, ora pista, ora sendero, siempre en dirección sur para desviarnos en un punto determinado en dirección norte coincidiendo con el descenso hasta alcanzar el camí d'Olessa y llegar a la carretera para pasar al camí del jardí d'en Ferrer.
No vamos a llegar a la autopista por ahora sino que vamos a realizar un bucle de subida por una pista ancha para enlazar con el circuito de descenso y la verdad es que no me acordaba, creo que solamente lo he hecho en un par de ocasiones y no se me queda grabado. Comimos algo junto a uno de los saltos más grandes y Xavi aprovechó para lucirse en ése y otro que nos encontramos, el resto a mirar e intentar hacerlo lo mejor posible en el resto de circuito.
Ahora sí nos vamos hacia la autopista dónde el camino se enfila hacia las últimas casas pero han cerrado la barrera y con ésto y la proximidad de las casas con bastante gente por allí cerca hace que nos demos media vuelta y pensemos en otras alternativas. Básicamente se trata de volver a la carretera sin realizar el bucle por sa Cabaneta y subir directos hacia las alturas de Puntiró adonde desembocamos en el asfalto a través de un sendero. No circulamos mucho por el vial porque casi enseguida volvemos a meternos por un sendero que atraviesa una pared con rejilla para volver a entrar en los terrenos de Son Seguí. Ese sendero desemboca en la pista principal muy cerca de Cas Garriguer (mejor que no te vea) y seguimos en ascenso hacia lo alto de la montaña. Buena subida, a ritmo vivo, forzando y llegando con buena nota arriba, casi arriba mejor dicho, porque en el cruce de la ermita nos fuimos directos hacia la bajada donde tras unos instantes de espera para que alguno se pusiera las protecciones la emprendimos con ganas.
Tuve que quitar a Joana (es una forma de hablar) de en medio para poder bajar a gusto, delante tenía a algunos pero en esos primeros metros sin poder pasarla me cogieron ventaja y ya no los vi más. Esta sí es una bajada en condiciones, no muy técnica pero lo suficientemente rápida como para tener que estar muy atento y muy larga, más de lo que recordaba. También, viendo el track, se ve que en la ida la hemos cruzado pero me es imposible recordar por donde.
Después de esperar un rato abajo a los rezagados por un pinchazo volvimos todos al pueblo por ses Coves y en la carretera nos despedimos para volver a desandar lo andado en la ida aunque pronto me arrepentí y volví al llogaret para volver por el camino de tierra pero no lo hice correctamente y volví a aparecer a la carretera no muy lejos de donde la había dejado. Para no volver a ver los mismos paisajes opté por llegar a Santa María y bajar por la comarcal hasta el aeródromo que rodeé por el carril y volver a casa por Son Gibert.
Ni que decir que acabé fundido, bien por la distancia, bien por el calor, más bien por lo primero porque entre ir y volver se sumaron casi cuarenta kilómetros más y eso sumado a la presión que llevaba en las ruedas no me extraña que acabara por los suelos, tener que pedalear duro hacia abajo debe significar algo.