Puntadas de hilo grueso

Continuando con el tema de caminos de Na Burguesa he salido este sábado con una única intención, hacer la bajada completa de Na Carnissera. Es un itinerario que busqué y encontré hace tiempo aunque ahora mismo no sabría datar con precisión. Este itinerario ya es conocido por algunos bikeros que lo utilizan como alternativa a la bajada clásica de las antenas desde su segunda mitad y yo hoy quiero tener la valoración completa porque en el momento de realizar la primera parte aún no conocía la segunda.

Consta de una primera parte bastante suave, en este caso por el interior de una zona reforestada, que se dirige hacia una angostura entre montañas por donde solo el agua y las mulas pueden circular aunque nos empeñemos en lo contrario y querramos hacerlo sobre nuestras monturas mecánicas, que podamos o no ya es otro asunto y por último, cuando el terreno se ensancha y aparece el horizonte también lo hace un, en sus tiempos, magnífico camino de carro que daba vida a algún rincón de esa sierra, ya sea un terreno agrícola o minero, como era la costumbre.

Así que lo que hago es salir de casa por el carril bici directo al camí dels Reis hasta Madre Alberta donde pillo a un grupo que se dirige también hacia Gènova y que pretende subir al monumento por la vía rápida y ahí me quedé, no fui capaz de seguir el ritmo ni de los que subían a motor ni de los que no, arrivederci bambinos y creo que no me encontré ya a nadie más montado en todo el día. Una paradita en el párkin, otra poca en el coll des Pastors y ya directo hacia las antenas donde (rectifico) sí vi venir a uno que no llegó a pasar por mi lado y no atisbé a vislumbrar por donde se metió.

Con la inspiración a medio gas y sin querer perder más tiempo de la cuenta me dispongo a bajar sin renunciar a la sorpresa, los recuerdos que tengo de la bajada son vagos y muy generales, no sabría decir cuantas veces me bajé de la bici ni concretar las dificultades por lo que espero y quiero confiar que las sorpresas sean agradables, al menos la mayoría. La primera parte entre las matas y arbolado joven transcurre sin novedad, no me he saltado el desvío como la última vez y puedo hacerlo del tirón, me crucé con uno que subía corriendo pero hay sitio para todos así que no tuve problemas para llegar entero y montado hasta la curva donde ya entras en materia de pleno y a partir de aquí te tienes que esmerar, tengo mis dudas de si se han removido o no las piedras del suelo para formar un empedrado o es todo natural, lo cierto es que se puede recorrer bien si eres muy hábil, eso te permitirá permanecer sobre los pedales el tiempo suficiente como para que empiece a fluir la diversión, en caso contrario no te quedará otra que sufrirlo, esa habilidad de la que te hablo será la que te permita vislumbrar con la antelación suficiente la trazada idónea para superar los tramos de mayor dificultad y que suelen coincidir con los de mayor pendiente, algunos le llaman a esos pasos rock garden pero por aquí no se estila (menos mal!).

Llegados al camino de carro ya todo es coser y cantar y no tardo en aparecer en el otro camino de bajada por el cual solamente tengo que circular unos pocos metros antes de volver a tomar el desvío y he de confesar que lo noté muy diferente de las ocasiones anteriores, con menos dificultad, y me acabó de alegrar el día, tenía ya la faena completada, uno menos, otro que ha caído y aunque ninguno era novedad en sí mismo sí lo era el realizarlo conjuntamente y no desmerece en absoluto a pesar de que sea más selectiva que la bajada tradicional.

A mí me queda aún la vuelta y quiero aprovechar el tramo que resta hasta la civilización que pese a no ser un descenso puro sí que te sube la adrenalina, si es que no la tienes ya por las nubes, toca pedalear y saber gestionar algunos tramos técnicos, sobre todo en subida, que hacen las delicias de todo buen bikero que se precie.

Superada la prueba ya solo nos queda un insulso retorno a la metrópoli por el carril bikero-peatonal de Calvià lo cual, sin llegar a ser la panacea, puede representar casi un atractivo pero al entrar en el municipio de la capital se corta bruscamente y solo nos queda el compartirlo con el resto de usuarios de la vía confiando en un mínimo de respeto.

Parece mentira pero el tramo costero fue lo peor de la ruta, el viento arreciaba con fuerza y como se me había olvidado comer me dio el bajón pero bien, hasta tuve que pararme para dar buena cuenta de lo que llevaba, pasé angustia y todo, menos mal que no estaba muy lejos de casa sino es que no llego, uffff.


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