Tras el parón

Tras una semana en blanco por trabajo y diversas molestias en la espalda parece que este domingo podré salir y aunque si bien no he quedado con nadie presiento que voy a coincidir con alguien en el punto de encuentro como efectivamente así sucede. Sebas, Cristóbal y Toni están por allí y quieren hacer algo corto y potente a la vez y qué mejor que una (medio) enduro añadiendo alguna de sus nuevas variantes finales.

Dicho y hecho, no nos entretenemos en el acercamiento a Gènova que es directo por el carril bici y ya en el desvío para subir al monumento hay que aligerar vestimenta para subir lo más cómodo posible, ya llegarán los sudores más adelante. No todo es tan duro como podía presagiar y llego bastante animado al coll des Pastors, estado que tiene continuidad incluso al empezar la bajada pero esta tiene tal punto de dificultad que es muy difícil no llegar descontrolado abajo, es una mezcla de técnica, equilibrio y velocidad, y algo más si me apuráis, lo necesario para marcar un cero abajo, y solo estoy refiriéndome al primer tramo de salida hasta llegar al camino ancho.

La continuación también sabemos como es, lo suficientemente pedregosa como para tener que estar más que atento pero es más soportable, al menos bajo mi punto de vista, además de muchas curvas lo que eleva bastante el nivel de entretenimiento pero estoy notando golpetazos en el tren trasero y hasta Cristóbal se da cuenta por eso cuando llegamos al desvío nuevo debo parar a hinchar la rueda so pena de reventarla.

Toni también tiene problemas, se le sale la cadena en la pata del cambio cosa que extraña bastante al resto pero que en ese momento no se reconoce la causa. Pasan unos cuantos bikeros en ese momento pero no tardamos en verlos parados unos instantes después, no estoy seguro por cual de los dos itinerarios siguieron, nosotros lo hicimos por el de la izquierda el cual sigue teniendo tramos innegociables para mí y después de pasar por la zona de la mina o cueva, no sé como llamarla quizás no sea ni una cosa ni la otra, tomamos otra variante distinta a la que hice anteriormente pero he de reconocer que todas tienen un grado de dificultad elevado.

Vengas de donde vengas acabas desembocando en el mismo sitio, a los pies del rampón, y allí decidimos hacer un pase por Son Toells lo cual me va a permitir alargar un poco más la diversión y buscar una bajada al mar que todavía desconozco. Pues se cumplen las dos premisas si entendemos como diversión hacer casi entera la subida por el sendero hasta la pared. La bajada no tiene misterio una vez estás arriba, con girar la bici en dirección al mar y circular pegado a la pared es suficiente, no tiene tanta pendiente como para llegar por camino hasta abajo por lo que desembocas en unas escaleras donde lo complicado realmente es negociar las curvas a 90 grados y conservar la estabilidad, es todo un reto pero no imposible si posees la técnica específica.

Había quién no le gustaba la vuelta bordeando la costa y volvimos a subir a Gènova para repetir trazado hasta el punto de salida dando por finalizada una bonita mañana de mtb en buena compañía y superando algún que otro reto por medio pues estoy más que satisfecho, y tú?.


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