Estaba la cosa animada esta semana pasada, muy animada por parte de numerosos bikeros de tot arreu. Por eso hubo mucho cruce de petición de información (y mucha más que no vi) por parte de los indecisos para saber a qué atenerse. Que si voy aquí, que si voy allá, a ver por dónde me meto... Al final de semana todo el mundo se encontraba ya ubicado donde le pareció conveniente. Parc de Llevant y más allá fue una de las opciones y además en coincidencia de varios grupos con lo que la peña que por allí rodaba era numerosa.
No estaba yo por la labor de desplazarme tan lejos aunque las rutas eran apetecibles. Pepe pensó lo mismo y solamente hizo falta expresarlo para estar de acuerdo e irnos por nuestro lado. Como mucho vendrían los Sancho, padre e hija, y puede que alguno más (que al final no fue).
Propuse ir por las cercanías del puig de s'Alcadena. Pepe dijo algo de Son Nebot y el Coll de l'Ofre y aunque no me enteré bien del itinerario exacto le di mi voto de confianza aunque en el fondo me parecía que habría muchos cambios de ruta. El primero de ellos ya fue nada más llegar, en lugar de tirar hacia Caimari subiríamos directos al refugio de Tossals Verds, con lo que el paso por Son Nebot desaparecía (de todas maneras eso habría que mirarlo bien antes porque me parece a mí que no es una opción factible, pero puedo equivocarme).
Mientras nos acercábamos al Clot d'Almedrà íbamos valorando las posibilidades de empezar la ascensión hacia Alcadena desde esa vertiente. Yo creo que tiene que ser posible. Ringo rango vamos ascendiendo al refugio y seguimos sin parar más que para rellenar agua mientras otros bikeros se refugiaban en el interior. Muy pronto para parar, estropea el ritmo que acabas de coger con la subida y más viendo lo que te espera luego, por eso tiramos hacia arriba sin dilación.
El tiempo no acompañaba, caía a ratos una fina lluvia que no llegaba a empapar pero que estaba acompañada con un viento racheado que te sacudía aunque la temperatura no era baja, o al menos así lo notaba ya que iba en pantalón corto y no tenía frío. Hubo que caminar un poco más de la cuenta por esos parajes debido a lo resbaladizo de la roca pero se me hizo corto el tramo hasta el torrente; después ya pudimos enlazar un tramo completamente ciclable hasta la presa del pantano de Cúber, donde decidimos parar a merendar resguardados por la caseta de Gesa. Allí si tenía frío en los pies, los tenía mojados de atravesar los charcos pero no estuvimos mucho tiempo parados.
Pepe hizo un amago de marcharse hacia Binimorat a pistear hacia el Coll des Cards pero el otro Pepe salió en su captura para hacerle recapacitar mientras Mar y yo nos quedamos esperando acontecimientos. Muy lejos no fue, aún estaban a la vista cuando lo alcanzó y lo devolvió a la sensatez. Bajaríamos por los túneles y si había tiempo iríamos a Solleric. Me gustó la bajada por los túneles. Esta vez me animé más de la cuenta y rodé bastante por la primera rampa pedregosa hasta el torrente. Después queda la otra bajada muy larga hasta el primer túnel donde pillamos a los excursionistas que habíamos saludado en el embalse. Tampoco tenían linternas y cruzamos a oscuras. Se puede pero hay algún túnel con el piso muy irregular y socavones grandes, lo que te da algún sustillo.
En un suspiro estábamos abajo y pudimos desbocarnos en el tramo de camino ancho hasta el desvío de Solleric que tomamos por unanimidad. Pista hacia arriba donde los cazadores que encontramos no nos dijeron nada aparte del saludo correspondiente y continuamos nuestro camino tranquilamente hasta las casas. Solamente el perro nos recibió con sus ladridos, por lo demás, silencio. Rodeamos los edificios y enfilamos hacia la Font Figuera y ya que habíamos llegado hasta allí quería volver por el camino de la posesión hasta la carretera de Orient, si, ése que estuvimos buscando infructuosamente meses atrás. Y mira que es fácil de encontrar. Por lo que sabía y había visto en video tiene dos tramos muy diferenciados. El primero muy roto e irregular mientras que el segundo es prácticamente una pista agrícola. Y así es. Entonces es muy divertido en el primer tramo y soso en el segundo.
Al llegar al asfalto es cuando Pepe echó mano de la maquinita y buscó por los mapas una alternativa diferente a la carretera comarcal. Me la mostró pero solamente vi líneas, no estaba ubicado, pero como Sancho le daba la razón pues que por los caminos comarcales nos metimos. Y vaya si suben, menos mal que no tuvimos que subir uno que es una rampa de hormigón infernal. Íbamos siguiendo ese camino que en realidad es el acceso a las casas de s'Alcadena y nos metimos al final en una finca donde lo perdimos. Muy claro estaba en la pantalla pero no sobre el terreno. Lo buscamos al otro lado de la rejilla y no aparecía, tuvo que ir Pepe a reconocer la zona para encontrarlo, estaba cerca pero no tenía conexión. Desde luego si hubiera ido sin GPS vuelvo atrás ya que tuvimos que saltar la rejilla y el bosque impedía ver el del otro lado. Ése si era bueno pero no son caminos de paso, son caminos internos de fincas pero no me hagáis decir porqué se ve uno solo en el mapa. Para mí es un error. Claro, al ser un ramal interno, después tuvimos que salir por delante de las casas y saltar la verja de la entrada principal y menos mal que no había nadie.
El resto fue una vuelta rápida en bajada por el asfalto y un pequeño refrigerio invitado por Pepe en el bar de Lloseta mientras urdíamos el siguiente paso, ¿el domingo?.
No estaba yo por la labor de desplazarme tan lejos aunque las rutas eran apetecibles. Pepe pensó lo mismo y solamente hizo falta expresarlo para estar de acuerdo e irnos por nuestro lado. Como mucho vendrían los Sancho, padre e hija, y puede que alguno más (que al final no fue).
Propuse ir por las cercanías del puig de s'Alcadena. Pepe dijo algo de Son Nebot y el Coll de l'Ofre y aunque no me enteré bien del itinerario exacto le di mi voto de confianza aunque en el fondo me parecía que habría muchos cambios de ruta. El primero de ellos ya fue nada más llegar, en lugar de tirar hacia Caimari subiríamos directos al refugio de Tossals Verds, con lo que el paso por Son Nebot desaparecía (de todas maneras eso habría que mirarlo bien antes porque me parece a mí que no es una opción factible, pero puedo equivocarme).
Mientras nos acercábamos al Clot d'Almedrà íbamos valorando las posibilidades de empezar la ascensión hacia Alcadena desde esa vertiente. Yo creo que tiene que ser posible. Ringo rango vamos ascendiendo al refugio y seguimos sin parar más que para rellenar agua mientras otros bikeros se refugiaban en el interior. Muy pronto para parar, estropea el ritmo que acabas de coger con la subida y más viendo lo que te espera luego, por eso tiramos hacia arriba sin dilación.
El tiempo no acompañaba, caía a ratos una fina lluvia que no llegaba a empapar pero que estaba acompañada con un viento racheado que te sacudía aunque la temperatura no era baja, o al menos así lo notaba ya que iba en pantalón corto y no tenía frío. Hubo que caminar un poco más de la cuenta por esos parajes debido a lo resbaladizo de la roca pero se me hizo corto el tramo hasta el torrente; después ya pudimos enlazar un tramo completamente ciclable hasta la presa del pantano de Cúber, donde decidimos parar a merendar resguardados por la caseta de Gesa. Allí si tenía frío en los pies, los tenía mojados de atravesar los charcos pero no estuvimos mucho tiempo parados.
Pepe hizo un amago de marcharse hacia Binimorat a pistear hacia el Coll des Cards pero el otro Pepe salió en su captura para hacerle recapacitar mientras Mar y yo nos quedamos esperando acontecimientos. Muy lejos no fue, aún estaban a la vista cuando lo alcanzó y lo devolvió a la sensatez. Bajaríamos por los túneles y si había tiempo iríamos a Solleric. Me gustó la bajada por los túneles. Esta vez me animé más de la cuenta y rodé bastante por la primera rampa pedregosa hasta el torrente. Después queda la otra bajada muy larga hasta el primer túnel donde pillamos a los excursionistas que habíamos saludado en el embalse. Tampoco tenían linternas y cruzamos a oscuras. Se puede pero hay algún túnel con el piso muy irregular y socavones grandes, lo que te da algún sustillo.
En un suspiro estábamos abajo y pudimos desbocarnos en el tramo de camino ancho hasta el desvío de Solleric que tomamos por unanimidad. Pista hacia arriba donde los cazadores que encontramos no nos dijeron nada aparte del saludo correspondiente y continuamos nuestro camino tranquilamente hasta las casas. Solamente el perro nos recibió con sus ladridos, por lo demás, silencio. Rodeamos los edificios y enfilamos hacia la Font Figuera y ya que habíamos llegado hasta allí quería volver por el camino de la posesión hasta la carretera de Orient, si, ése que estuvimos buscando infructuosamente meses atrás. Y mira que es fácil de encontrar. Por lo que sabía y había visto en video tiene dos tramos muy diferenciados. El primero muy roto e irregular mientras que el segundo es prácticamente una pista agrícola. Y así es. Entonces es muy divertido en el primer tramo y soso en el segundo.
Al llegar al asfalto es cuando Pepe echó mano de la maquinita y buscó por los mapas una alternativa diferente a la carretera comarcal. Me la mostró pero solamente vi líneas, no estaba ubicado, pero como Sancho le daba la razón pues que por los caminos comarcales nos metimos. Y vaya si suben, menos mal que no tuvimos que subir uno que es una rampa de hormigón infernal. Íbamos siguiendo ese camino que en realidad es el acceso a las casas de s'Alcadena y nos metimos al final en una finca donde lo perdimos. Muy claro estaba en la pantalla pero no sobre el terreno. Lo buscamos al otro lado de la rejilla y no aparecía, tuvo que ir Pepe a reconocer la zona para encontrarlo, estaba cerca pero no tenía conexión. Desde luego si hubiera ido sin GPS vuelvo atrás ya que tuvimos que saltar la rejilla y el bosque impedía ver el del otro lado. Ése si era bueno pero no son caminos de paso, son caminos internos de fincas pero no me hagáis decir porqué se ve uno solo en el mapa. Para mí es un error. Claro, al ser un ramal interno, después tuvimos que salir por delante de las casas y saltar la verja de la entrada principal y menos mal que no había nadie.
El resto fue una vuelta rápida en bajada por el asfalto y un pequeño refrigerio invitado por Pepe en el bar de Lloseta mientras urdíamos el siguiente paso, ¿el domingo?.