Y digo Maifren porque eran los más numerosos porque hay que reconocer que había gente de muchos grupos aunque yo no diría que en representación de esos grupos, no era una quedada en la que se presentan grupos en masa fue, como dijo Mateo, todo un éxito, con más de veinticinco participantes. Yo no había tenido la oportunidad de salir a rodar con ellos en grupo ya que me perdí la quedada de Calonge y ellos no vinieron a la de s'Estanyol y cada semana pues más o menos cada uno se organiza la ruta a su bola, pero esta semana han coincidido los intereses.
Tenía yo el asunto del camino nuevo de Planícia en marcha del que tantas líneas se han escrito en estas páginas y que aún no había recorrido en su totalidad por lo que parecía factible que coincidiéramos aunque no lo tenía muy claro. Pepe parece que me leyó el pensamiento y estábamos de acuerdo en que la ruta programada para el día uno por el Tito Jou (Coll des Jou sobre los mapas) atraería a poca gente; había que activar un poco la exploración y acabó de convencerme para al menos hacer la primera parte de la ruta con ellos y en la vuelta irnos por nuestra cuenta si ellos optaban por seguir por otro lado.
En la lista de correo no hubo adhesiones a esta propuesta más que nada porque había surgido otra para ir a hacer una clásica por la Comuna con los que no habían salido el viernes. Y luego casi todos repitieron de todas maneras. Xisco también tenía programada una salida por la zona pero mi intención era rodar lo más posible ya que las sensaciones físicas durante la semana eran más bien negativas, aunque he de decir que también estuve en la Comuna el viernes, subir y bajar de una tirada. Aprovechando que tenía que ir a recoger a mi hijo allí hice una escapada y pasé el primer test con éxito, al menos sin agobios.
O sea que me presento en la Granja a la hora estipulada y ya hay una gran cantidad de coches. Muchos Maifren, los Sancho, Jauja y Juan, el ibicenco (ya me imaginaba que me los encontraría allí si había vuelto de Eivissa), Juanga y su amigo el rígido, Tira tira extraviados, Webbalear reconvertidos a Maifren, amigos de alguno a los que habían convencido para empezar de nuevo, gente más experta y gente más inexperta, con bicis casi de rally y otras más cañeras, en fin que había allí un batiburrillo de tres pares, pero con una cosa en común, todos bikeros con ganas de pasárselo muy bien fuera como fuere.
La primera parte de la ruta era subir por carretera hacia Es Grau y desde allí tomar el camino de acceso a Sa Campaneta. Allí hubo que esperar algo más de la cuenta porque algunos se habían retrasado ya, retomaban la bici después de un cierto tiempo y les costó más de la cuenta llegar, aunque se retirarían poco después. Evidentemente el grupo se estiró en la subida hacia el Coll d'Estellencs pero en el cruce del Camí vell no faltaba nadie excepto los dos que se retiraron (¿o quizás fue uno solo?). Y quiero mencionar sobre el tramo de subida que lo encontré muy mejorado, asequible aunque solamente si ibas por la parte limpia y ayer éramos muchos rodando o caminando por esa línea, pero me dio muy buenas sensaciones (debía ser porque la vez anterior fue la de la petada y conservaba un recuerdo bastante amargo).
En la barrerita del coll propusieron merendar y aunque solamente llevaba yo una manzana y una naranja aún así solamente me dio tiempo a comerme una de ellas. Ahora bien lo que sacó Mateo de la mochila fue de diez, el termo de café, con sus correspondientes vasos, cucharitas, azucarillos y leche para quién lo quisiera cortar. Menudo detalle, eso anima cuerpo y mente y propicia la conversación y la complicidad. Ahí me pude enterar de los detalles de la excursión de Ternelles, por ejemplo.
A partir de aquí no tenía claro si la bajada sería directa hacia Son Fortuny o iríamos bordeando por la Font de Dalt y bajaríamos después. Esa era la opción que le había propuesto a Pepe y la que tenían ellos en mente por lo que continuamos todos juntos hacia Els Pinotells. No hubo ningún incidente en ese tramo ni en el rápido por la pista hasta llegar al mirador donde hubo foto de grupo. Lo que no me dí cuenta fue dónde nos desviamos hacia abajo, de pronto estábamos ya en una barrera en la zona de olivar de la finca. Hubo que pasar junto a un vehículo aunque no había nadie por lo que no hubo ningún problema. El camino que tomamos se vuelve a adentrar en el bosque pero no tiene prácticamente uso y la vegetación lo ha invadido, pronto no es más que un sendero y además con algunas piedras que dificultan el paso. Lo que si tiene es unas vistas muy bonitas sobre el pueblo y una bajada a plomo hacia la carretera que la tienes prácticamente a tus pies. Me gustó. Pepe me dijo que era el que se solía hacer antes de optar por llegar al área recreativa pero yo nunca había visto el track de ese camino hasta hace poco.
En la carretera nos entretuvimos un poco más de la cuenta intentando apretar la tuerca que fija los discos tipo centerlock de una bici pero sin éxito porque nadie llevaba una llave de esa medida. En el pueblo solo nos paramos lo indispensable para que algunos que iban cortos de agua se aprovisionaran y acto seguido empezamos a circular por los tramos de GR hasta Son Serralta en cuyas rampas algunos quisieron demostrar porqué se pican. Claro que después Mar no entendía porqué nos paramos en la casa, bueno, es que hay muchos que solamente vamos en bici porque nos gusta, hacer deporte es otra cosa.
Seguimos hasta el cruce de la carretera de Planícia y aquí nuestro plan era subir hasta las casas y tomar el camino nuevo. Cuando se empezó a subir por el asfalto en grupo creía que todos haríamos lo mismo ya que el GR continúa desde ese punto. Pasamos por un punto donde había marcado uno de los itinerarios de la finca, el de la Font de s'Obi, y todo el mundo continuó la subida, que no es muy dura pero sí constante, con lo que me iba retrasando cada vez más mientras el grupo subía bastante compacto. De pronto apareció otro poste indicador, también de la Font de s'Obi con lo que interpreté que iba y volvía a la carretera pero parte del grupo ya enfilaba por ahí mientras Pepe y algunos más me llamaban desde la curva siguiente de la carretera y hacia allí me fui. Al parecer desde la fuente se puede continuar y empalmar con el GR antes de la barrera del Rafal y eso era lo que tenían previsto hacer. Nosotros formamos un grupito con Pepe, el otro Pepe Sancho, dos Maifren, Uti y Diego, Jauja, Juan el cuñado y yo que seguimos hasta las casas y sin parar enfilamos el desvío no sin antes confirmar que la primera barrera estaba cerrada por lo que supusimos que las demás también lo estarían, confirmando lo que Uti nos decía.
Encontrar y recorrer el camino nuevo, el Camí nou de Dalt, como al parecer ya se ha bautizado, debería servir para despejar algunas dudas que se han ido presentando a lo largo de estos meses de polémica. Ver si realmente se ha actuado sobre el terreno más allá de un simple acondicionamiento y limpieza, como algunos esgrimen, y para ver si es un itinerario factible para su uso tanto senderista como ciclista, como así es. Eso nos permite usarlo mientras tanto no se llegue a un acuerdo con la propiedad del Rafal, cosa que por los hechos se va a tardar en conseguir, y evitar el paso por las barreras, tanto por desconocimiento o cabezonería.
Solamente en algunos cruces tuvimos alguna duda que solventamos rápido, además en el primer botador nos encontramos a los sectarios que nos dieron algunas indicaciones. Lo cierto es que cuando pillas pista es una delicia y cuando no hay es precisamente entre los dos botadors, aunque el trazado es claro. Debemos estar al tanto de no perder altura y llegaremos al cruce con el camino que sube a la Mola prácticamente en la primera curva, después seguimos la pista hasta que llegamos a la rossaguera, ahí termina y debemos hacer un descenso a la brava pero muy corto por una pendiente hasta encontrar una pista inferior que tomamos hacia la derecha hasta una paret de partió con un ancho portillo barrado por ramas y alambre obligándonos a saltar la pared para desembocar en el Camí des Correu a los pocos metros, justo en el último paso donde se encuentra obstruido.
Como hemos dicho es un itinerario en teoría abierto al público aunque no señalizado por lo que no entendemos la situación en que se encuentra. Es completamente imposible que los senderistas sin ninguna información previa puedan seguir ese itinerario que, por otra parte, se ha vendido como un logro, aunque provisional, a una situación de crispación social.
A partir de la cuesta empedrada me quedé un poco retrasado con Jauja y el cuñado entre que no llevaba ni el casco ni las protecciones puestas, que los de delante tiraron fuerte, que esperábamos a José Carlos que no llevaba su bici y que les dí algunas indicaciones sobre el camino, pues eso, que llegamos unos minutos después a los coches y ya casi no quedaba nadie, puesto que el grupo principal había llegado veinte minutos antes y eso teniendo en cuenta lo que les supuso tener que sortear las dos barreras. Aún así no era ni la una y media. Me quedé sorprendido. No me extraña que nos entretuviéramos una hora de cháchara en el aparcamiento, entre otras cosas preparando nuevas rutas con las que poder seguir disfrutando encima de una bici en compañía. Y es que ayer, aparte de la ruta en sí, que para mí era la ideal, hubo mucho más, hubo preparación previa, que eso para uno es casi un requisito previo ineludible, hubo complicidad, compañerismo, conocer gente nueva, itinerarios nuevos, en fin, que de lo único que me puedo quejar es de que no se haya repetido hoy.
Tenía yo el asunto del camino nuevo de Planícia en marcha del que tantas líneas se han escrito en estas páginas y que aún no había recorrido en su totalidad por lo que parecía factible que coincidiéramos aunque no lo tenía muy claro. Pepe parece que me leyó el pensamiento y estábamos de acuerdo en que la ruta programada para el día uno por el Tito Jou (Coll des Jou sobre los mapas) atraería a poca gente; había que activar un poco la exploración y acabó de convencerme para al menos hacer la primera parte de la ruta con ellos y en la vuelta irnos por nuestra cuenta si ellos optaban por seguir por otro lado.
En la lista de correo no hubo adhesiones a esta propuesta más que nada porque había surgido otra para ir a hacer una clásica por la Comuna con los que no habían salido el viernes. Y luego casi todos repitieron de todas maneras. Xisco también tenía programada una salida por la zona pero mi intención era rodar lo más posible ya que las sensaciones físicas durante la semana eran más bien negativas, aunque he de decir que también estuve en la Comuna el viernes, subir y bajar de una tirada. Aprovechando que tenía que ir a recoger a mi hijo allí hice una escapada y pasé el primer test con éxito, al menos sin agobios.
O sea que me presento en la Granja a la hora estipulada y ya hay una gran cantidad de coches. Muchos Maifren, los Sancho, Jauja y Juan, el ibicenco (ya me imaginaba que me los encontraría allí si había vuelto de Eivissa), Juanga y su amigo el rígido, Tira tira extraviados, Webbalear reconvertidos a Maifren, amigos de alguno a los que habían convencido para empezar de nuevo, gente más experta y gente más inexperta, con bicis casi de rally y otras más cañeras, en fin que había allí un batiburrillo de tres pares, pero con una cosa en común, todos bikeros con ganas de pasárselo muy bien fuera como fuere.
La primera parte de la ruta era subir por carretera hacia Es Grau y desde allí tomar el camino de acceso a Sa Campaneta. Allí hubo que esperar algo más de la cuenta porque algunos se habían retrasado ya, retomaban la bici después de un cierto tiempo y les costó más de la cuenta llegar, aunque se retirarían poco después. Evidentemente el grupo se estiró en la subida hacia el Coll d'Estellencs pero en el cruce del Camí vell no faltaba nadie excepto los dos que se retiraron (¿o quizás fue uno solo?). Y quiero mencionar sobre el tramo de subida que lo encontré muy mejorado, asequible aunque solamente si ibas por la parte limpia y ayer éramos muchos rodando o caminando por esa línea, pero me dio muy buenas sensaciones (debía ser porque la vez anterior fue la de la petada y conservaba un recuerdo bastante amargo).
En la barrerita del coll propusieron merendar y aunque solamente llevaba yo una manzana y una naranja aún así solamente me dio tiempo a comerme una de ellas. Ahora bien lo que sacó Mateo de la mochila fue de diez, el termo de café, con sus correspondientes vasos, cucharitas, azucarillos y leche para quién lo quisiera cortar. Menudo detalle, eso anima cuerpo y mente y propicia la conversación y la complicidad. Ahí me pude enterar de los detalles de la excursión de Ternelles, por ejemplo.
A partir de aquí no tenía claro si la bajada sería directa hacia Son Fortuny o iríamos bordeando por la Font de Dalt y bajaríamos después. Esa era la opción que le había propuesto a Pepe y la que tenían ellos en mente por lo que continuamos todos juntos hacia Els Pinotells. No hubo ningún incidente en ese tramo ni en el rápido por la pista hasta llegar al mirador donde hubo foto de grupo. Lo que no me dí cuenta fue dónde nos desviamos hacia abajo, de pronto estábamos ya en una barrera en la zona de olivar de la finca. Hubo que pasar junto a un vehículo aunque no había nadie por lo que no hubo ningún problema. El camino que tomamos se vuelve a adentrar en el bosque pero no tiene prácticamente uso y la vegetación lo ha invadido, pronto no es más que un sendero y además con algunas piedras que dificultan el paso. Lo que si tiene es unas vistas muy bonitas sobre el pueblo y una bajada a plomo hacia la carretera que la tienes prácticamente a tus pies. Me gustó. Pepe me dijo que era el que se solía hacer antes de optar por llegar al área recreativa pero yo nunca había visto el track de ese camino hasta hace poco.
En la carretera nos entretuvimos un poco más de la cuenta intentando apretar la tuerca que fija los discos tipo centerlock de una bici pero sin éxito porque nadie llevaba una llave de esa medida. En el pueblo solo nos paramos lo indispensable para que algunos que iban cortos de agua se aprovisionaran y acto seguido empezamos a circular por los tramos de GR hasta Son Serralta en cuyas rampas algunos quisieron demostrar porqué se pican. Claro que después Mar no entendía porqué nos paramos en la casa, bueno, es que hay muchos que solamente vamos en bici porque nos gusta, hacer deporte es otra cosa.
Seguimos hasta el cruce de la carretera de Planícia y aquí nuestro plan era subir hasta las casas y tomar el camino nuevo. Cuando se empezó a subir por el asfalto en grupo creía que todos haríamos lo mismo ya que el GR continúa desde ese punto. Pasamos por un punto donde había marcado uno de los itinerarios de la finca, el de la Font de s'Obi, y todo el mundo continuó la subida, que no es muy dura pero sí constante, con lo que me iba retrasando cada vez más mientras el grupo subía bastante compacto. De pronto apareció otro poste indicador, también de la Font de s'Obi con lo que interpreté que iba y volvía a la carretera pero parte del grupo ya enfilaba por ahí mientras Pepe y algunos más me llamaban desde la curva siguiente de la carretera y hacia allí me fui. Al parecer desde la fuente se puede continuar y empalmar con el GR antes de la barrera del Rafal y eso era lo que tenían previsto hacer. Nosotros formamos un grupito con Pepe, el otro Pepe Sancho, dos Maifren, Uti y Diego, Jauja, Juan el cuñado y yo que seguimos hasta las casas y sin parar enfilamos el desvío no sin antes confirmar que la primera barrera estaba cerrada por lo que supusimos que las demás también lo estarían, confirmando lo que Uti nos decía.
Encontrar y recorrer el camino nuevo, el Camí nou de Dalt, como al parecer ya se ha bautizado, debería servir para despejar algunas dudas que se han ido presentando a lo largo de estos meses de polémica. Ver si realmente se ha actuado sobre el terreno más allá de un simple acondicionamiento y limpieza, como algunos esgrimen, y para ver si es un itinerario factible para su uso tanto senderista como ciclista, como así es. Eso nos permite usarlo mientras tanto no se llegue a un acuerdo con la propiedad del Rafal, cosa que por los hechos se va a tardar en conseguir, y evitar el paso por las barreras, tanto por desconocimiento o cabezonería.
Solamente en algunos cruces tuvimos alguna duda que solventamos rápido, además en el primer botador nos encontramos a los sectarios que nos dieron algunas indicaciones. Lo cierto es que cuando pillas pista es una delicia y cuando no hay es precisamente entre los dos botadors, aunque el trazado es claro. Debemos estar al tanto de no perder altura y llegaremos al cruce con el camino que sube a la Mola prácticamente en la primera curva, después seguimos la pista hasta que llegamos a la rossaguera, ahí termina y debemos hacer un descenso a la brava pero muy corto por una pendiente hasta encontrar una pista inferior que tomamos hacia la derecha hasta una paret de partió con un ancho portillo barrado por ramas y alambre obligándonos a saltar la pared para desembocar en el Camí des Correu a los pocos metros, justo en el último paso donde se encuentra obstruido.
Como hemos dicho es un itinerario en teoría abierto al público aunque no señalizado por lo que no entendemos la situación en que se encuentra. Es completamente imposible que los senderistas sin ninguna información previa puedan seguir ese itinerario que, por otra parte, se ha vendido como un logro, aunque provisional, a una situación de crispación social.
A partir de la cuesta empedrada me quedé un poco retrasado con Jauja y el cuñado entre que no llevaba ni el casco ni las protecciones puestas, que los de delante tiraron fuerte, que esperábamos a José Carlos que no llevaba su bici y que les dí algunas indicaciones sobre el camino, pues eso, que llegamos unos minutos después a los coches y ya casi no quedaba nadie, puesto que el grupo principal había llegado veinte minutos antes y eso teniendo en cuenta lo que les supuso tener que sortear las dos barreras. Aún así no era ni la una y media. Me quedé sorprendido. No me extraña que nos entretuviéramos una hora de cháchara en el aparcamiento, entre otras cosas preparando nuevas rutas con las que poder seguir disfrutando encima de una bici en compañía. Y es que ayer, aparte de la ruta en sí, que para mí era la ideal, hubo mucho más, hubo preparación previa, que eso para uno es casi un requisito previo ineludible, hubo complicidad, compañerismo, conocer gente nueva, itinerarios nuevos, en fin, que de lo único que me puedo quejar es de que no se haya repetido hoy.