Hoy tengo serias dudas de como titular esta entrada dada la cantidad de elementos nuevos que aportó. Se decidió, a partir del recorrido de los Cingles de Son Rullán, buscar alguna variante interesante hacia Sóller, supuestamente a través del Racó d'en Barona, de amargo recuerdo para una parte del grupo, que tuvo que zafarse con unas cuestas criminales después de un día intenso.
Como había ganas en el grupo se propuso llegar a Deià y ya veremos. Fuimos pocos los que secundamos la salida de Tomeu Toys (alguno lo ha rebautizado, pero aquí seguiremos refiriéndonos a él con este apodo). En realidad, sólo él paseó el estandarte Toys, ya que los demás, por diferentes motivos, no pudieron venir. Por tanto, solamente Tomeu, Yarik, Juan Antonio, JoséFibras, Angelinox, su hermano Nando, Empeny y yo partimos desde Valldemossa hacia el Caragolí, vía Pouet, que parecía más corta y ciclable que los Cairats. Al subir nos vino a la mente un comentario negativo de Potato, de hacía unos días, sobre el estado del camino, que nos pareció en magníficas condiciones. Quizás no lo entendimos bien. Tras un pequeño reagrupamiento en el Coll de Son Gallard afrontamos la subida al Caragolí, contemplando las vistas, y llegar al desvío de los Cingles en un momento.
Acondicionamiento protector para atacar la bajada del día. Primer tramo rocoso hasta el inicio del paso, que no gustó a muchos. Cruce del paso y al galope. Aunque eso es un decir, ya que los tramos revirados se me atascan, sobretodo en las curvas a derechas. Aparte de detalles técnicos, es muy divertido, ya que prácticamente son 500 metros de desnivel y el sendero llega prácticamente hasta la salida del bosque, donde enlaza con un camino de carro. Este confluye con otro que viene desde las casas de Son Rullán en una barrera, desde donde continúa hasta un >porxo, continuando desde este punto como sendero empedrado hasta las cercanías de Deià, pasando bajo el peñasco conocido como el Castell des Moro, ya que de lejos se confunde con una construcción, tal es el parecido. Salimos a la carretera por el Hotel Es Molí, debiéndonos dirigirnos hacia el otro extremo del pueblo, donde se encuentra el hotel La Residencia, no sin antes aprovisionarnos en la tienda del pueblo.
Tenía ganas de hacer el recorrido hacia Sóller por la Font de sa Senyora. Lo que no sabía es que hasta ese punto es una ascensión sin pausa. Creo que más de la mitad es una calle-pista cementada que se las trae y no te da un segundo de respiro. Al final de la pista Fernando dijo basta. Ya que nadie le daba una previsión de horario fiable decidió regresar; y bien que hizo visto lo visto; si continúa igual se pierde los goles del Mallorca.
Como había ganas en el grupo se propuso llegar a Deià y ya veremos. Fuimos pocos los que secundamos la salida de Tomeu Toys (alguno lo ha rebautizado, pero aquí seguiremos refiriéndonos a él con este apodo). En realidad, sólo él paseó el estandarte Toys, ya que los demás, por diferentes motivos, no pudieron venir. Por tanto, solamente Tomeu, Yarik, Juan Antonio, JoséFibras, Angelinox, su hermano Nando, Empeny y yo partimos desde Valldemossa hacia el Caragolí, vía Pouet, que parecía más corta y ciclable que los Cairats. Al subir nos vino a la mente un comentario negativo de Potato, de hacía unos días, sobre el estado del camino, que nos pareció en magníficas condiciones. Quizás no lo entendimos bien. Tras un pequeño reagrupamiento en el Coll de Son Gallard afrontamos la subida al Caragolí, contemplando las vistas, y llegar al desvío de los Cingles en un momento.
Acondicionamiento protector para atacar la bajada del día. Primer tramo rocoso hasta el inicio del paso, que no gustó a muchos. Cruce del paso y al galope. Aunque eso es un decir, ya que los tramos revirados se me atascan, sobretodo en las curvas a derechas. Aparte de detalles técnicos, es muy divertido, ya que prácticamente son 500 metros de desnivel y el sendero llega prácticamente hasta la salida del bosque, donde enlaza con un camino de carro. Este confluye con otro que viene desde las casas de Son Rullán en una barrera, desde donde continúa hasta un >porxo, continuando desde este punto como sendero empedrado hasta las cercanías de Deià, pasando bajo el peñasco conocido como el Castell des Moro, ya que de lejos se confunde con una construcción, tal es el parecido. Salimos a la carretera por el Hotel Es Molí, debiéndonos dirigirnos hacia el otro extremo del pueblo, donde se encuentra el hotel La Residencia, no sin antes aprovisionarnos en la tienda del pueblo.
Tenía ganas de hacer el recorrido hacia Sóller por la Font de sa Senyora. Lo que no sabía es que hasta ese punto es una ascensión sin pausa. Creo que más de la mitad es una calle-pista cementada que se las trae y no te da un segundo de respiro. Al final de la pista Fernando dijo basta. Ya que nadie le daba una previsión de horario fiable decidió regresar; y bien que hizo visto lo visto; si continúa igual se pierde los goles del Mallorca.
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