Había habido últimamente algunas salidas por la zona de Sóller que resultaron productivas pero un poco improvisadas. Itinerarios demasiado largos para dedicarse a la exploración. Hicimos la subida a Alfàbia, de la que me descolgué por averia mecánica, en la que hubo una larga pateada debido a los problemas de paso por s'Arrom, que obligaron a crestear un buen tramo. Pero es la única solución si se quiere acceder a l'Ofre. En esa ocasión bajaron por es Pas des Coll des Jou. Entonces se intentó de subida; en esa ocasión hasta el final. La parte ancha permite pedalear, siempre y cuando podamos aguantar. En cuanto comienza el desvío habrá que caminar. Como comentamos la bajada es por un sendero poco definido por lo que se impone la cautela. No nos quedó clara la vuelta y yo volví por el Barranc y Coll de Sóller para no acabar a las tantas, ya que Tossals está muy lejos; y Lloseta más.
Pero la cosa no quedó ahí. Al no quedar a gusto de nadie se programó la salida definitiva. Atravesar Comasema y bajar por el Coll des Jou. Había ruta definida, plano, horario y ganas de afrontar lo que hiciera falta. Ayer llegué tarde, y además dejé el coche en el aparcamiento municipal, con lo que no sabía quién se había presentado al evento, por lo que me llevé una gran sorpresa cuando vi aparecer un nutrido grupo, unos veintiseis; y me extrañó ya que en el foro no aparecieron muchos comentarios sobre ello.
Del grupo de Pepefz estaba Fibras, Jromán, José Llarg, Albert, ToniXXL, Pepe Sancho, Angelinox, Bonus, Chus, Pepe y yo. Además se presentó Edu, que vió la ruta por internet, y Joan Crop, de Muro, que parece que quiere exprimir más la Jamis. Había además varios grupos de Bunyola y Esporles, que venían a realizar la misma ruta, pero que se fueron descolgando para realizar trayectos diferentes; al final, la subida al Coll des Jou sólo la realizamos nosotros, y es que parece muy, muy larga. Así, pelotón en pleno, nos dirigimos hacia Orient, no sin antes volver a molestar a los trabajadores de Son Creus, que ya habían dado buena cuenta de varios olivos, cerca de la mina. Son sólo unas pistas por propiedad privada que prácticamente no acortan trayecto de carretera, con lo que se pueden obviar si no queremos problemas con la propiedad, aunque, aparte de algún comentario y vatúa, no nos pusieron mayor impedimento.
Vamos hasta Orient donde entramos en el camino de acceso asfaltado hasta Comassema. Por aquí no se puede pasar sin permiso expreso de la propiedad, que teníamos, aunque escuché algún comentario de que sólo era para siete personas. Pero no tuvimos problemas gracias a la intervención de Pepe, con lo que pudimos continuar hasta el Pla de s'Aigo sin problemas. Valía la pena la salida de ayer solamente para poder pasar por allí. Al ser un camino que no se recorre asiduamente me daba la sensación de que la cadena estaba más arriba; por eso me sorprendió un poco encontrarla tan rápidamente. Ello significaba que aún nos quedaba la mitad del trayecto hasta arriba, pero se superó sin mayores contratiempos.
Alguno en este punto ya había vuelto atrás. No se si alguno más bajó por los túneles, pero la mayoría seguimos hacia el pantano de Cúber. Al salir de la hondonada del torrente nos azotó un viento bastante fuerte, que provocaba olas en el embalse, aunque para subir al Coll de l'Ofre empujaba de atrás, pero no fué impedimento para nosotros ni para los numerosos grupos de excursionistas que nos encontramos. Tocaba bajar, y la gente se preparó. Esa trialera me gusta; la bajé como sé y la disfruté. Abajo nos dejó el resto que quedaban de los externos, pero parece que no ganaron nada de tiempo volviendo por Sóller, si es que esa era su intención.
La subida al coll, larga y tendida. Tiene alguna parte ciclable, pero pocas, por lo que subí sin parar porque si me paro no sigo. Y además el viento soplaba con fuerza hacia arriba, con lo que la sensación térmica era baja pero soportable. Quedaba la bajada buena; la trialera estrecha y pedregosa, que no acabé de rematar, pero que haremos otras veces, estoy seguro. Edu pudo comprobar personalmente las eruditas cualidades mecánicas del grupo cuando destrozó el freno de atrás, provocado por el afloje del cierre de la rueda, que iba suelta. Tuvo que hacer la bajada solo con el de delante con lo que ello supone.
Volvimos a salir a la carretera de Orient para enfilar hacia Bunyola, pero como era mucho asfalto tiramos por el camino viejo, menos dos que prefirieron la carretera, aunque Bonus los esperó en Bunyola. Albert iba tocado pero acabó como un jabato. Lo que más siento es no haber podido asistir a la comida; otro día lo tendré mejor organizado.
Aunque ayer hiciese mucho viento nunca llegó a hacer realmente frío; y aunque muchos, no llegamos a estar mucho tiempo parados. No sé, se me hizo corta aunque acabáramos a las dos y media. Solamente las restricciones de paso por Comassema, que no nos permitirán realizar esta excursión y otras con la asiduidad que nos gustaría, supuso la única pega que le pondría a la ruta de ayer.
A todo lo demás, un cinco de cinco, como había predicho.
Pero la cosa no quedó ahí. Al no quedar a gusto de nadie se programó la salida definitiva. Atravesar Comasema y bajar por el Coll des Jou. Había ruta definida, plano, horario y ganas de afrontar lo que hiciera falta. Ayer llegué tarde, y además dejé el coche en el aparcamiento municipal, con lo que no sabía quién se había presentado al evento, por lo que me llevé una gran sorpresa cuando vi aparecer un nutrido grupo, unos veintiseis; y me extrañó ya que en el foro no aparecieron muchos comentarios sobre ello.
Del grupo de Pepefz estaba Fibras, Jromán, José Llarg, Albert, ToniXXL, Pepe Sancho, Angelinox, Bonus, Chus, Pepe y yo. Además se presentó Edu, que vió la ruta por internet, y Joan Crop, de Muro, que parece que quiere exprimir más la Jamis. Había además varios grupos de Bunyola y Esporles, que venían a realizar la misma ruta, pero que se fueron descolgando para realizar trayectos diferentes; al final, la subida al Coll des Jou sólo la realizamos nosotros, y es que parece muy, muy larga. Así, pelotón en pleno, nos dirigimos hacia Orient, no sin antes volver a molestar a los trabajadores de Son Creus, que ya habían dado buena cuenta de varios olivos, cerca de la mina. Son sólo unas pistas por propiedad privada que prácticamente no acortan trayecto de carretera, con lo que se pueden obviar si no queremos problemas con la propiedad, aunque, aparte de algún comentario y vatúa, no nos pusieron mayor impedimento.
Vamos hasta Orient donde entramos en el camino de acceso asfaltado hasta Comassema. Por aquí no se puede pasar sin permiso expreso de la propiedad, que teníamos, aunque escuché algún comentario de que sólo era para siete personas. Pero no tuvimos problemas gracias a la intervención de Pepe, con lo que pudimos continuar hasta el Pla de s'Aigo sin problemas. Valía la pena la salida de ayer solamente para poder pasar por allí. Al ser un camino que no se recorre asiduamente me daba la sensación de que la cadena estaba más arriba; por eso me sorprendió un poco encontrarla tan rápidamente. Ello significaba que aún nos quedaba la mitad del trayecto hasta arriba, pero se superó sin mayores contratiempos.
Alguno en este punto ya había vuelto atrás. No se si alguno más bajó por los túneles, pero la mayoría seguimos hacia el pantano de Cúber. Al salir de la hondonada del torrente nos azotó un viento bastante fuerte, que provocaba olas en el embalse, aunque para subir al Coll de l'Ofre empujaba de atrás, pero no fué impedimento para nosotros ni para los numerosos grupos de excursionistas que nos encontramos. Tocaba bajar, y la gente se preparó. Esa trialera me gusta; la bajé como sé y la disfruté. Abajo nos dejó el resto que quedaban de los externos, pero parece que no ganaron nada de tiempo volviendo por Sóller, si es que esa era su intención.
La subida al coll, larga y tendida. Tiene alguna parte ciclable, pero pocas, por lo que subí sin parar porque si me paro no sigo. Y además el viento soplaba con fuerza hacia arriba, con lo que la sensación térmica era baja pero soportable. Quedaba la bajada buena; la trialera estrecha y pedregosa, que no acabé de rematar, pero que haremos otras veces, estoy seguro. Edu pudo comprobar personalmente las eruditas cualidades mecánicas del grupo cuando destrozó el freno de atrás, provocado por el afloje del cierre de la rueda, que iba suelta. Tuvo que hacer la bajada solo con el de delante con lo que ello supone.
Volvimos a salir a la carretera de Orient para enfilar hacia Bunyola, pero como era mucho asfalto tiramos por el camino viejo, menos dos que prefirieron la carretera, aunque Bonus los esperó en Bunyola. Albert iba tocado pero acabó como un jabato. Lo que más siento es no haber podido asistir a la comida; otro día lo tendré mejor organizado.
Aunque ayer hiciese mucho viento nunca llegó a hacer realmente frío; y aunque muchos, no llegamos a estar mucho tiempo parados. No sé, se me hizo corta aunque acabáramos a las dos y media. Solamente las restricciones de paso por Comassema, que no nos permitirán realizar esta excursión y otras con la asiduidad que nos gustaría, supuso la única pega que le pondría a la ruta de ayer.
A todo lo demás, un cinco de cinco, como había predicho.
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