Hace tres semanas no acabamos todos los deberes y cuando uno se pone tareas hay que hacerlas. Así que he aprovechado este día para irme por mi cuenta a poner nota a esos caminos, en principio todos recorridos. Y digo en principio porque algún ramal me quedaba por explorar. Así que, ni muy temprano ni muy tarde, me he ido solo a Valldemossa esta mañana. Solo porque a última hora Juan ha preferido quedarse en casa y salir seguramente mañana (por domingo) con más tranquilidad, y nadie respondió a mi invitación para acompañarme en la exploración (ya saben que estas rutas a veces no dan muchas alegrías), por lo que he empezado la excursión yo conmigo más o menos a la hora prevista.
He obviado el tramo de los miradores (lo que me faltaba por ver lo vi la semana pasada) y me he ido directamente hacia la Comuna. Recalcar que en el sitio habitual de aparcamiento no había ni dios por lo que no preveía ningún encuentro casual, pero sí he tenido uno, con un bikero que venía desde la carretera, juntándonos frente a las casas de Son Mossenya. Rápidamente me ha preguntado varias cosas y dado que se dirigía hacia el Coll de Sant Jordi hemos subido juntos. Mientras lo hacíamos me he ido enterando de la película. Resulta que el tío ya venía de hacer el Camí de s'Arxiduc pasando incluso por el Mirador de ses Puntes. Es novato en el mtb (aunque no en carretera) y no conoce muchos caminos por lo que, al haber niebla arriba, ha optado por no arriesgar y no bajar a Deià, haciéndolo finalmente por Es Cairats.
Chafardeando de esta guisa hemos llegado al coll donde están instaladas las caceres y he seguido sin ver el sendero que rodea la montaña, pero eso daba igual ahora. En el desvío del GR me ha preguntado la hora y le he recomendado que bajara por la trialera y así lo ha hecho. Supongo que le habrá ido bien. Yo, como tenía que volver a este punto, he dejado la exploración del sendero de la izquierda que sube para después y me he ido por el conocido, por la barrera. A los pocos minutos, cuando he llegado a una especie de bassa artificial, he visto un sendero que venía a mano izquierda y he supuesto que era el que llegaba abajo. Más tarde lo comprobaría, ahora tenía que llegar arriba y me quedaba el trozo más empinado y más técnico, un tramo con numerosas curvas muy estrechas y muy cerradas, que da paso a un llaneo por la parte superior no exento de dificultad al ser bastante rocoso. Todo lo pasado andando entraba dentro de la previsión que me había hecho, ahora faltaba por ver como sería la bajada. Pues no muy complicada pero el primer tramo es un tobogán solo apto para los frenos más potentes y los bikeros más descarados.
No debería haber tardado mucho en recorrerlo si no hubiera sido porque en una doble curva que no he pasado a la primera, cosa que no es de extrañar, me he empeñado en pasarla correctamente y después de bastantes intentos lo he conseguido. Ha sido un pequeño logro del día. Llego al Coll de Sant Jordi y veo la barrera de Es Verger sin cadena. Era una tentación pero me he sabido contener y vuelvo por el camino ancho hacia las pistas que vienen de abajo. Salgo junto el forn de calç y he continuado recto por una pista semi abandonada. No he llegado muy lejos, hasta un rancho de carbonero donde termina y además pica hacia abajo, no me sonaba de nada por lo que he vuelto al punto de partida y he tomado otra que en realidad va al mismo sitio, y vuelta atrás otra vez. No me quedaba más remedio que tirar hacia arriba y un poco más adelante me he desviado a la derecha y ahora sí he llegado a la pared con un paso entre dos postes por lo que he llegado al otro forn en un momento.
Ahora venía un tramo duro, una fuerte subida por pista rota donde de cada dos pedaladas patinaba una. He salido de ella en la primera curva y me parecía que iba desencaminado. Tenía que abrirme paso entre las ramas y eso no era buena señal pero he llegado a una pared rocosa y me he confundido. La he trepado y tenía una vista estupenda de sa Baduia pero exageradamente cercana. Aunque no las tenía todas conmigo me he quedado allí un buen rato (ventajas de ir solo) y ya estaba seguro de que no era por allí, no podía pasar con la bici, una rama de arboçera me cerraba el paso y no podía continuar empujando la bici. Me he ido a dar una vuelta sin ella y efectivamente, por ahí no era por lo que he desandado lo recorrido hasta la pista donde he seguido subiendo lo que me faltaba hasta el desvío correcto.
El tramo siguiente es muy bonito, primero por camino ancho hasta la pared y después senderito hasta enlazar con el camino que viene de Valldemossa, en los colls de tords como recordaba pero los árboles caídos me impidieron verlo cuando subía. En el desvío del GR he merendado, me quedaba solamente subir por el camino de la izquierda y volver a Valldemossa. Mientras lo hacía ha subido un senderista-corredor que me ha preguntado precisamente por ese ramal y por él ha subido y yo detrás. Montar no se puede pero es un tramo muy corto. El hombre ha vuelto atrás porque no lo veía claro pero yo he continuado. Hay una pared con escalones a ambos lados para vadearla y después un tramo plano que empalma con el otro justo donde me había imaginado y justo al rato ha aparecido otra vez el senderista. Despedida y hacia abajo.
Lo tenía guardado y no salgas hasta el lunes que viene. He bajado por el que había subido, el nuevo, y sin pararme, por el GR. La verdad es que quería hacerlo mejor que la vez anterior (que además está grabada en video, ya me vale) y esperaba que el mini entreno anterior me sirviera de algo. La verdad es que he bajado mejor, no me he atrancado tanto como ese día, lo he visto con otros ojos, vamos. Pero bueno, aún me queda mucho por mejorar.
Eso sí, he acabado con las manos tiesas.
He obviado el tramo de los miradores (lo que me faltaba por ver lo vi la semana pasada) y me he ido directamente hacia la Comuna. Recalcar que en el sitio habitual de aparcamiento no había ni dios por lo que no preveía ningún encuentro casual, pero sí he tenido uno, con un bikero que venía desde la carretera, juntándonos frente a las casas de Son Mossenya. Rápidamente me ha preguntado varias cosas y dado que se dirigía hacia el Coll de Sant Jordi hemos subido juntos. Mientras lo hacíamos me he ido enterando de la película. Resulta que el tío ya venía de hacer el Camí de s'Arxiduc pasando incluso por el Mirador de ses Puntes. Es novato en el mtb (aunque no en carretera) y no conoce muchos caminos por lo que, al haber niebla arriba, ha optado por no arriesgar y no bajar a Deià, haciéndolo finalmente por Es Cairats.
Chafardeando de esta guisa hemos llegado al coll donde están instaladas las caceres y he seguido sin ver el sendero que rodea la montaña, pero eso daba igual ahora. En el desvío del GR me ha preguntado la hora y le he recomendado que bajara por la trialera y así lo ha hecho. Supongo que le habrá ido bien. Yo, como tenía que volver a este punto, he dejado la exploración del sendero de la izquierda que sube para después y me he ido por el conocido, por la barrera. A los pocos minutos, cuando he llegado a una especie de bassa artificial, he visto un sendero que venía a mano izquierda y he supuesto que era el que llegaba abajo. Más tarde lo comprobaría, ahora tenía que llegar arriba y me quedaba el trozo más empinado y más técnico, un tramo con numerosas curvas muy estrechas y muy cerradas, que da paso a un llaneo por la parte superior no exento de dificultad al ser bastante rocoso. Todo lo pasado andando entraba dentro de la previsión que me había hecho, ahora faltaba por ver como sería la bajada. Pues no muy complicada pero el primer tramo es un tobogán solo apto para los frenos más potentes y los bikeros más descarados.
No debería haber tardado mucho en recorrerlo si no hubiera sido porque en una doble curva que no he pasado a la primera, cosa que no es de extrañar, me he empeñado en pasarla correctamente y después de bastantes intentos lo he conseguido. Ha sido un pequeño logro del día. Llego al Coll de Sant Jordi y veo la barrera de Es Verger sin cadena. Era una tentación pero me he sabido contener y vuelvo por el camino ancho hacia las pistas que vienen de abajo. Salgo junto el forn de calç y he continuado recto por una pista semi abandonada. No he llegado muy lejos, hasta un rancho de carbonero donde termina y además pica hacia abajo, no me sonaba de nada por lo que he vuelto al punto de partida y he tomado otra que en realidad va al mismo sitio, y vuelta atrás otra vez. No me quedaba más remedio que tirar hacia arriba y un poco más adelante me he desviado a la derecha y ahora sí he llegado a la pared con un paso entre dos postes por lo que he llegado al otro forn en un momento.
Ahora venía un tramo duro, una fuerte subida por pista rota donde de cada dos pedaladas patinaba una. He salido de ella en la primera curva y me parecía que iba desencaminado. Tenía que abrirme paso entre las ramas y eso no era buena señal pero he llegado a una pared rocosa y me he confundido. La he trepado y tenía una vista estupenda de sa Baduia pero exageradamente cercana. Aunque no las tenía todas conmigo me he quedado allí un buen rato (ventajas de ir solo) y ya estaba seguro de que no era por allí, no podía pasar con la bici, una rama de arboçera me cerraba el paso y no podía continuar empujando la bici. Me he ido a dar una vuelta sin ella y efectivamente, por ahí no era por lo que he desandado lo recorrido hasta la pista donde he seguido subiendo lo que me faltaba hasta el desvío correcto.
El tramo siguiente es muy bonito, primero por camino ancho hasta la pared y después senderito hasta enlazar con el camino que viene de Valldemossa, en los colls de tords como recordaba pero los árboles caídos me impidieron verlo cuando subía. En el desvío del GR he merendado, me quedaba solamente subir por el camino de la izquierda y volver a Valldemossa. Mientras lo hacía ha subido un senderista-corredor que me ha preguntado precisamente por ese ramal y por él ha subido y yo detrás. Montar no se puede pero es un tramo muy corto. El hombre ha vuelto atrás porque no lo veía claro pero yo he continuado. Hay una pared con escalones a ambos lados para vadearla y después un tramo plano que empalma con el otro justo donde me había imaginado y justo al rato ha aparecido otra vez el senderista. Despedida y hacia abajo.
Lo tenía guardado y no salgas hasta el lunes que viene. He bajado por el que había subido, el nuevo, y sin pararme, por el GR. La verdad es que quería hacerlo mejor que la vez anterior (que además está grabada en video, ya me vale) y esperaba que el mini entreno anterior me sirviera de algo. La verdad es que he bajado mejor, no me he atrancado tanto como ese día, lo he visto con otros ojos, vamos. Pero bueno, aún me queda mucho por mejorar.
Eso sí, he acabado con las manos tiesas.